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Resumen de lecturas 2014: Olimpo literario

De esta, no me LIBRO

De esta, no me LIBRO

Ha sido este año que se acaba otro año más fértil en lecturas (89), unas lecturas más vibrantes y provechosas que otras. La mayoría de los libros que he leído se han publicado este año, pero también he leído libros que anhelaba leer hacía ya un tiempo como El desierto de los tártaros, Romanticismo, Incendios, Pequeño Teatro, Stoner, El ruletista, etcétera.

Miles de libros se publican cada año y entre ese maremágnum de títulos publicados y publicitados a bombo y platillo por las grandes editoriales como Random House o Planeta, existen otras editoriales pequeñas que hacen cosas estupendas como Ardicia, Carpe Noctem, Impedimenta, Periférica, KRK ediciones, Minúscula, Errata Naturae, Páginas de Espuma, La Uña Rota, Candaya, Sexto Piso, Los libros del Lince, Cabaret Voltaire, Acantilado, Caballo de Troya, Lengua de Trapo, Trifolium, entre otras muchas.

He intentado leer libros de todas las editoriales que he podido, y el año venidero tengo la misma intención: ir a la búsqueda de títulos interesantes de estas editoriales no tan populares y hablar(os) de los mismos en este rincón virtual.

La relación de lecturas del 2014 clasificadas por el nombre y apellidos del/la autor/a es la siguiente:

1-Abelardo Castillo, El que tiene sed, Carpe noctem (2013)
2-Alberto Olmos, Alabanza, Mondadori (2014)
3- Alberto Olmos, Pose, La uÑa RoTa (2012)
4-Alexandr Herzen, Doctor Krupov, Ardicia (2014)
5-Alfonso Mateo Sagasta, El reino de los hombres sin amor, Grijalbo (2014)
6-Alvaro do Carvalhal, Los caníbales, Ardicia (2014)
7-Alvaro Enrigue, La muerte de un instalador, Mondadori (2008)
8-Ana María Matute, Pequeño teatro, El Mundo (1954)
9-Anatole Broyard, Ebrio de enfermedad, La uÑa RoTa (2013)
10-Ann Cameron, El lugar más bonito del mundo, Alfaguara (2002)
11-Anne Serre, Ponte mesita, Anagrama (2014)
12-Antonio López Vega, 1914: el año que cambió la historia, Taurus (2014)
13-Antonio Muñoz Molina, Todo lo que era solido, Seix Barral (2013)
14-Antonio Orejudo, Fabulosas narraciones por historias, Círculo de lectores (1996)
15-Antonio Patricio, Vigilia inquieta, Ardicia (2014)
16-Béla Hamvas, La filosofía del vino, Acantilado (2014)
17-Dacia Maraini, Bagheria, Minúscula (2013)
18-Dino Buzzati, El desierto de los tártaros, Gadir (2005)
19-Edward Bulwyer-Lytton, La casa y el cerebro, Impedimenta (2013)
20-Eloy Tizón, Velocidad de los jardines, Anagrama (1992)
21-Elvira Mancuso, La maestra Annuzza, Periférica (2014)
22-Emmanuel Carrere, Limonov, Anagrama (2013)
23-Enrique Gallud Jardiel, Historia estúpida de la literatura, Espuela de Plata (2014)
24-Enrique Gallud Jardiel, Jardiel -La Risa inteligente, Doce Robles (2014)
25-Enrique Serna, La ternura caníbal, Páginas de Espuma (2013)
26-Enrique Vila matas, Perder teorías, Seix Barral (2010)
27-Esther García Llovet, Mamut, Malpaso (2014)
28-Fernando Clemot, Estancos del Chiado, Paralelo sur (2008)
29-Franz Kain, El camino al largo desierto, Periférica (2013)
30-Gonzalo hidalgo bayal, Conversación, Tusquets (2011)
31-Guadalupe Nettel, El huésped, Anagrama (2006)
32-Guadalupe Nettel, El matrimonio de los peces rojos, Páginas de espuma (2013)
33-Guy de Maupassant, Los domingos de un burgués en París, Periférica (2014)
34-Isaac rosa, La habitación oscura, Seix Barral (2013)
35-J.S. De montfort, Fin de fiestas, Suburbano (2014)
36-Jacques Chauvire, Elisa, Errata Naturae (2014)
37-Javier Cercas El impostor Mondadori (2014)
38-Javier Gomá Lanzón, Aquiles en el gineceo, Taurus (2014)
39-Javier Gomá Lanzón, Ejemplaridad publica, Taurus (2014)
40-Javier Gomá Lanzón, Ingenuidad aprendida, Galaxia Gutenberg (2011)
41-Javier Gomá Lanzón, Razón: portería, Galaxia Gutenberg (2014)
42-Jean Echenoz, 14, Anagrama (2013)
43-Jean Echenoz, Ravel, Anagrama (2010)
44-Jenn Díaz , Es un decir, Lumen (2014)
45-Jerome Ferrari, El sermón sobre la caída de roma, Mondadori (2013)
46-Joaquín Berges, La línea invisible del horizonte, Tusquets (2014)
47-John Williams, Butcher Crossing, Lumen (2013)
48-John Williams, Stoner, Baile del Sol (2010)
49-José Antonio Garriga vela, El cuarto de las estrellas, Siruela (2014)
50-José González, La visita, Caballo de Troya (2013)
51-José María Pérez Álvarez Examen final Editorial Trifolium (2014)
52-Juan Aparicio Belmonte, Un amigo en la ciudad, Siruela (2013)
53-Juan Eduardo Zuñiga, Brillan monedas oxidadas, Galaxia Gutenberg (2010)
54-Julio Llamazares, El cielo de Madrid, Alfaguara (2005)
55-Leonardo Padura, Pasado perfecto, Tusquets (2010)
56-Lorenzo silva, La sustancia interior, Destino (1996)
57-Lucía Puenzo, Wakolda, Duomo (2013)
58-Luis García Jambrina, En tierra de lobos, Ediciones B (2013)
59-Luis Landero, El balcón de la memoria, Tusquets (2014)
60-Manuel Longares, Romanticismo, Cátedra (2001)
61-Margaret Mazzantini, Mar de mañana, Alfaguara (2013)
62-Mark Adams, Dirección Machu Pichu, Xplora (2013)
63-Miguel Alcázar, Bulevar 20, Varasek (2014)
64-Miguel Serrano Larranz, Autopsia, Candaya (2013)
65-Mircea Cartarescu, El ruletista, Impedimenta (2010)
66-Nigel Warburton, Una pequeña historia de la filosofía, Galaxia Gutenberg (2013)
67-Nuccio Ordine, La utilidad de lo inútil, Acantilado (2013)
68-Pablo D´ors, Andanzas del impresor Zollinger, Anagrama (2003)
69-Pablo D´ors, El amigo del desierto, Anagrama (2010)
70-Patrick Modiano, Un circo pasa, Cabaret Voltaire (2013)
71-Piedad Bonnet, Lo que no tiene nombre, Alfaguara (2013)
72-Raúl Guerra Garrido, Dulce objeto de amor, Reino de Cordelia (2014)
73-Ricardo Menéndez Salmón, Niños en el tiempo, Seix Barral (2014)
74-Robert Walser, Jakob von Gunten, De bolsillo (2014)
75-Roberto Arlt, La pista de los dientes de oro, Carpe noctem (2014)
76-Rodrigo Lacerda, Otra vida, Libros de pizarra (2014)
77-Scipio Slataper, Mi Carso, Ardicia (2013)
78-Sergio del molino, La hora violeta, Mondadori (2013)
79-Teju Cole, Ciudad abierta, Acantilado (2012)
80-Thomas Wolfe, Especulación, Periférica (2013)
81-Valeria Luiselli, Papeles falsos, Sexto Piso (2010)
82-Wajdi Mouawad, Ánima, Destino (2014)
83-Wajdi Mouawad, Incendios, KrK ediciones (2011)
84-William Gaddis, Gótico carpintero, Sexto Piso (2012)
85-Willy Uribe, El último viaje del Omphalos, Los libros del lince (2013)
86- J.A. González Sainz El viento en las hojas Anagrama (2014)
87- Menchu Gutiérrez, La niebla, tres veces, Siruela (2011)
88- Agustín Fernández Mallo, Limbo, Alfaguara (2014)
89- Valeria Luiselli, La historia de mis dientes, Sexto Piso (2014)

Los libros que más he disfrutado leyendo durante el 2014 y que pasan a ocupar mi particular Olimpo literario son estos:

Aquiles en el Gineceo (Javier Gomá Lanzón)
Conversación (Gonzalo Hidalgo Bayal)
Ejemplaridad Pública (Javier Gomá Lanzón)
Examen final (José María Pérez Álvarez)
Fabulosas narraciones por historias (Antonio Orejudo)
Gótico carpintero (William Gaddis)
Historia estúpida de la literatura (Enrique Gallud Jardiel)
Jardiel, la risa inteligente (Enrique Gallud Jardiel)
Incendios (Wajdi Mouawad)
La ternura caníbal (Enrique Serna)
Los domingos de un burgués en París (Guy de Maupassant)
Limonov (Emanuele Carrere)
Mi carso (Scipio Slataper)
Niños en el tiempo (Ricardo Menéndez Salmón)
Pasado perfecto (Leonardo Padura)
Pequeño Teatro (Ana María Matute)
Razón: portería (Javier Gomá Lanzón)
Romanticismo (Manuel Longares)
Stoner (John Williams)

Decir también que si me estuvieran apuntando con un Kinder Bueno a la cabeza y tuviera que decidirme por tres libros, serían Las fabulosas narraciones por historias, Stoner y Romanticismo. Y si sólo fuera uno, me llevaría el libro de Orejudo.

Es curioso que ninguno de esos tres libros que comento se haya publicado el presente año, así quien esté ávido de novedades o libros presentistas aquí no encontrará gran cosa, salvo los libros de Gallud Jardiel y Ricardo Menéndez Salmón que sí se han publicado en 2014.

Me resulta curioso también que mis tres mejores libros me los compré hacía ya un tiempo. El de Orejudo en una feria del libro en Logroño hace más de tres años, el de Stoner en la Central en Madrid en diciembre del año pasado y el de Longares lo compré hace cosa de dos años. Los tres libros estaban ahí expectantes esperando su momento de gloria y lo mejor de todo es que tuvo que ser a través de una recomendación que me hizo otra amiga lectora, quien tras leerse Las Fabulosas narraciones por historias y Stoner, me ánimo a leer ambos dos. Y acertó de pleno. De no haberla hecho caso ahoría estaría hablando de Examen Final, Incendios, Conversación o Aquiles en el Gineceo, que van detrás en la lista.

A los amantes de las intrigas y las conspiraciones decirles que El pequeño Nicolás me ha informado (de espaldas al CNI, of course) de que Los Reyes Magos me van a traer de Oriente Las Mil y una Noches y El estuche con la Historia de mi vida I y II y Los últimos años de Casanova, ambos libros de Atalanta. Un montante de más de 7.000 páginas por delante. Un mundo por descubrir. Tanto placer quizás me mate.

Como Gabo, espero vivir para contarlo, para seguir leyendo. El año próximo nos dedicaremos a conocer la obra de Pablo Andrés Escapa, Danilo Kis, Casanova, Rafael Argullol, Balzac, Stendhal, Jordi Steva, Bruce Chatwin, entre otros.

Abandono sólo uno. La parte inventada de Rodrigo Fresán.

Feliz navidad y prósperas lecturas.
Nos vemos en las librerías.

La utilidad de lo inútil

La utilidad de lo inútil (Nuccio Ordine 2013)

Nuccio Ordine
Acantilado Bolsillo
2013
173 páginas
Anexo. Ensayo de Abraham Flexner

Recién acabo de leer el ensayo La utilidad de lo inútil del Italiano Nuccio Ordine (Diamante, 1958) y mirando la contraportada del libro dedicada a loas, alabanzas y parabienes de otros escritores hacia este ensayo, uno en concreto, me ha llamado la atención: “Un bálsamo para tiempo de crisis. Una corriente de aire. Un respiro”.

Me gustaría saber cuántos parados de larga duración de nuestro país han leído este ensayo, y a cuántos esta lectura les ha resultado balsámica o por el contrario irritante
. Que Nuccio alabe todo aquello que es inútil, aquello que no rinde beneficios, aquellas actividades ajenas al ánimo de lucro, para todos aquellos que se pasan el día esperando la oportunidad de trabajar, aunque sea por una miseria, leer lo bello y necesario que es hacer cosas inútiles, a fin de ser libres, rompiendo así nuestras cadenas y servidumbres hacia este mercado capitalista que nos asfixia, envilece y alimenta, me parece un chiste malo. Es mejor ser libre y comer tres veces al día y dormir caliente en invierno que emplear tu libertad en morir de frío en el banco de un parque o debajo de un puente mientras escribes poesías exaltando lo bello que es vivir y morir (de frío/hambre/enfermedad/soledad).

Leo este ensayo y pienso en las necesidades de Maslow. Sólo aquel que tiene todas sus necesidades cubiertas puede pensar en la autorrealización personal. Así, creo, aquel que tiene su hipoteca pagada, su trabajo indefinido, sus padres e hijos sanos y fuertes, y el horizonte despejado, se abraza al arte, entonces sí, como un bálsamo, como ese algo refrescante que nos relaja, que nos eleva sobre nuestra monotonía, sobre nuestros días grises y clónicos, es entonces cuando el arte en cualquiera de sus disciplinas nos permite enriquecer nuestras existencias , que nos ayuda a hacernos mejores, toda vez que todas las demás necesidades básicas ya han sido satisfechas en mayor o menor medida.

Nuccio Ordine

Nuccio Ordine

Por tanto, siendo ese el punto de partida para este libro el ensayo de Nuccio, cuyo título es un buen cebo, resulta interesante, ameno, instructivo, donde Nuccio recopila párrafos de escritores (Montaigne, Leopari, García Lorca) y filósofos (Kant, Aristóteles, Séneca) que defienden la idea de que no vale la pena sacrificar una vida en pos del enriquecimiento, del atesoramiento de bienes, sino que más bien se trata de gozar la vida, de exprimirla, de consumirla (y consumarla) y ahí el arte, aunque a menudo no sea lucrativo (hoy todavía menos con la piratería y las descargas ilegales), juega un papel fundamental como surtidor de obras de recreo y esparcimiento.

Al igual que me pasó cuando leí el libro del exministro de cultura Gabilondo, Darse a la lectura, este libro no creo que persuada a aquellos obsesionados con seguir haciéndose más ricos de lo que ya son, para quienes leer y la cultura (salvo la del dinero) son una pérdida de tiempo y de dinero (que dejan de ganar si se ponen a leer este libro durante un par de horas) y a los que disfrutamos y mucho leyendo, yendo al cine, al teatro, con nuestros vinilos, asistiendo a una conferencia, a lecturas dialógicas, contemplando lubricanes, etc, este libro, no surte efecto alguno -de cara a acrecentar mi interés y pasión por lo inútil- al menos en mi caso, reconociendo no obstante el valor e[in]utilidad de este libro, como bloguero que soy, a quien este blog le aportará millones de alegrías, pero cero euros, pues eso, que uno hace todo esto por amor al arte.

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Mi Carso (Scipio Slataper 2013)

Scipio Slataper
Editorial Ardicia
2013
138 páginas
Traducción: Pepa Linares

En ciertos libros viene bien reconocer el terreno que se pisa, que se lee. Si hubiera estado alguna vez en Trieste, seguro que la lectura de este libro del triestino Scipio Slataper me hubiera causado, aún, mayor efecto.

Scipio (Trieste, 1888-1915) habla por ejemplo de la bora, y uno sabe lo que es, pero nunca la ha sufrido, de ahí que por mucha bora que haya por aquí o por allá, para mí es un término huero. De la misma manera, la lectura del libro de Scipio no es fácil para quien no conozca al dedillo el entramado político, social, cultural y empresarial de Trieste, no de comienzos del siglo XXI, sino de los años en los que está escrito el libro, a comienzos del Siglo XX.

El relato rompe la estructura narrativa y el protagonista, el propio Scipio, echa mano de sus recuerdos, que irá insertando en su presente, mezclándolo con sus ideas y pensamientos, dando lugar a un prosa fragmentada, a ratos enfrebrecida, dotada de una gran potencia narrativa y lírica (gran labor la traducción de Pepa Linares), donde está presente una tensión verbal sostenida y unas ganas de vivir y de morir, consecuencia del dolor y la angustia ante la pérdida de su amada, por parte de Scipio, con las que como lector cuesta poco conectar y prendarse.

Scipio Slataper
Scipio Slataper

Algunos de los párrafos de este libro, que Scipio escribió con 23 años, son deliciosos. Ahí va uno.

Me conocía la tierra sobre la que dormía mis noches profundas, y el cielo grande y resonante de mi grito de victoria, cuando saltaba con las aguas bajando los torrentes quebrados o me despeñaba por los cerros con un torbellino de piedras y de mantillo y, frenando con el pie, interrumpía la carrera para arrancar un florecilla azul celeste.

Corría con el viento, expandiéndome por el valle, saltando con alegría los muros de cerca y los enebrales, recorriéndolo todo; hondazo sibilante. Arrojándome de la rama al tronco, aterrizando de pie en los tocones y en el suelo, daba un salto furibundo y atronaba el bosque como un río que excava su lecho. Y desmelenando con rabia la última rama obstaculizadora, me precipitaba afuera, el cabello erizado de palitos y de hojas, el rostro arañado, pero el alma fresca y ancha como la blanca huida de las palomas atemorizadas por mis ásperos gritos de azuzamiento.

Jadeante, me tiraba de cabeza al río para quitarme la sed de la piel y empaparme de agua la garganta, la nariz y los ojos, casi ahogado por los sorbos enormes que tomaba nadando bajo el agua con la boca abierta como un lucio. Iba a contracorriente, aferrando en la brazada los regolfos que tropezaban espumeantes contra mi cuerpo, mordiendo la ola avispada, como los matojos de hierba florecida cuando subía a la montaña. (pág 46-47)

Tras Doctor Krupov, Vigilia Inquieta o Los Caníbales, otro interesante título más, de la joven editorial madrileña Ardicia Editorial

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En tierra de lobos (Luis García Jambrina 2013)

Luis García Jambrina
Ediciones B
208 páginas
2013

De Luis García Jambrina he leído El Manuscrito de piedra. Un libro que me gustó.

En tierra de lobos, Jambrina deja de lado la novela negra histórica, mejor dicho, se salta unos cuantos siglos, hasta quedarse anclado en mitad del siglo XX, en 1953, en este nuestro país, donde Franco y los suyos estaban en el poder, un país donde nunca moría nadie, o al menos esa era la versión oficial, versión que periódicos semanales como El Caso (fundado en 1952), que los más viejunos seguro que han tenido algún ejemplar alguna vez entre sus manos, venían a cuestionar, dando cuenta de de cuantos crímenes, sucesos, timos, etcétera, se tenían noticia en 1953 y hasta mediados de los ochenta, que desapareció el semanal.

El caso Margarita Landi

Sobre la figura emblemática de la redactora de El Caso, Margarita Landi (en la foto), Jambrina crea su personaje, Aurora Blanco, una treintañera, rubia, estilizada, glamurosa, que se camela (quizá merced a esa figura tan apetecible) a las autoridades, franqueándole estas el acceso a las cárceles, donde puede interrogar a su aire a los reos e incluso a acompañar a los policías en sus interrogatorios.

Los artículos de Aurora publicados en Crónica de sucesos, serán cada vez más conocidos por sus lectores habituales, lo que propicia, por ejemplo, que el camillero de un hospital de Salamanca le avise de la entrada en el mismo de una chica que ha sido atropellada, y presenta laceraciones por todo su cuerpo.

Cuando Aurora llega hasta allí, la chica ya no está. Aurora debe ponerse manos a la obra para descubrir dónde está la chica, por qué ha desaparecido, quién la ha hecho desaparecer, o si estaba con algún pez gordo que no quiere verse ahora relacionado con una prostituta.

Comienza ahí la investigación. Por medio, el niño de la desaparecida y luego muerta, un niño, de quien sus abuelos no quieren saber nada, primero porque se trata de un oprobio (ya saben, esos hijos frutos del pecado. Las violaciones también eran pecaminosas) y segundo porque son tan pobres que no podrían mantenerlo.

La investigación y mi lectura, avanza sin apenas sobresaltos, todo bien engarzado, fluido, anodino, con algunas páginas en blanco, lo que viene siempre bien para coger aire o mirar por la ventana, mientras se suceden los escenarios por los que transita Aurora y los días, siete en total, hasta el final de la novela.

Un buen libro (un libro imprescindible y necesario) debe sumir a lector en un estado de ansiedad, febril, casi enfermizo, y en en este sentido, Tierra de lobos, resulta una novela demasiado fría y aséptica (por muchos muertos y mucha sangre que allá por medio), muy manida en su simplona trama y nada novedoso en su puesta en escena, con un final peliculero, donde los asesinos cantan sus crímenes tan alegremente, cuando ya sabemos que la protagonista no la va a palmar.

Me temo que Jambrina quería demostrarse a sí mismo que era capaz de hacer novela negra en un marco histórico reciente y poco explotado y sale airoso, pues su novela publicada, da cuenta de ello.

Luis García Jambrina
Luis García Jambrina

Me temía que esto sería el comienzo de una saga. Leyendo una entrevista en la red, confirmo mis sospechas, y me siento defraudado, porque más allá de presentarnos en esta novela a su protagonista, a su jefe, a sus compañeros de trabajo, de dar alguna pincelada acerca de lo jodido que es trabajar como periodista con el aliento de la censura sobre el cogote, de la impunidad en la que vivían los hombres del régimen y lo mal que lo pasaban las gentes pobres y míseras que vivían en arrabales, donde la ciudad dejaba de serlo, y de resolver un caso que tiene menos carne que las nalgas de Paris Hilton, no pasan muchas más cosas y las que pasan se nos dan todas ellas mascaditas, como si fuéramos niños, en lugar de lectores de colmillos afilados, porque Jambrina se guarda todas las balas en la recámara, supongo que para sus próximas entregas (si es que esta novela tiene continuidad) y esto es una PUTADA para el lector, porque yo quería una balacera de cojones, en un mundo carcomido y pufrefacto que se cayese a pedazos, plagado de hijos de puta franquistas que merecieran morir de la manera más truculenta posible y no veo/leo nada de todo esto en esta novela, que es un ejercicio de estilo sin estilo ni mordiente.

Más que negra esta novela pertenece al género blancorroto.

Si leo novela negra, lo quiero todo negro, cuanto más negro mejor (Yes, we could). No quiero pildoritas por entregas, no, lo que quiero es una mariscada, un festín, un bacanal, ya saben….de buena literatura.

Al título En tierra de lobos, una vez leído el final, habría que añadirle «y de cobardes«.

Pues eso, unos por otros, 36 años a Régimen.