Archivo de la etiqueta: 2015

La habitación del Presidente

La habitación del Presidente (Ricardo Romero)

Ricardo Romero
Eterna Cadencia
98 páginas
2015

Ricardo Romero nos ofrece una historia que se presume misteriosa.
En un barrio todas las casas disponen de una habitación destinada al uso del Presidente, quien puede ocuparla cuando le plazca. El protagonista es un niño, que anhela ver al Presidente y que un día verá cumplido su sueño. El Presidente, llega, se sienta, bebe, y deja la casa. El niño, primero es un niño en espera. Si el relato ya era mortecino, después de la visita del Presidente, lo que resta es casi una agonía, pues el resto de las visitas se suceden sin aportar nada nuevo al relato.

Es malo cuando una historia de suspense no ofrece suspense, o es de tan baja intensidad; cuando no hay misterio, o este apenas da de sí, cuando el niño, más que un personaje parece un holograma, cuando la casa no da el más mínimo miedo, cuando el Presidente es tan gris y anodino como otros Presidentes que tan bien conocemos.

Quizás todo este relato fantástico sea metáfora de algo y quizás ese sea el misterio de este cuento, quizás.

Xoan Tallón

Fin de poema (Juan Tallón)

Juan Tallón
Editorial Alrevés
160 páginas
2015

Este libro de Juan Tallón, de quien no había leído nada hasta ahora, ha sido una muy grata sorpresa. Lo publicó hace dos años en gallego y a finales de 2015 el autor lo tradujo al castellano. Recoge el devenir de cuatro poetas; Cesare Pavese, Alejandra Pizarnik, Anne Sexton y Gabriel Ferrater. Lo acertado de la selección viene dado por lo singular que resulta cada uno de ellos, por su deambular cerca del precipicio. Hay un alimento común en este cuarteto: la soledad.

Más allá de su prestigio, de su fama, de los libros que pudieran vender, se sentían solos, lo suficientemente solos y desamparados como para pensar en suicidarse y llevarlo a cabo. A menudo, quien no deja a nadie atrás, no muestra tantas reticencias de cara a dar el paso final.

Tallón, en breves capítulos nos va avanzando retazos de la vida de cada uno de ellos y los va intercalando. Las anécdotas se suceden y algunas son memorables como la de la joven Pizarnik encargada de pasar a máquina Rayuela de Cortázar, ensimismada con la lectura novela, al punto de hacer dejación de sus funciones de mecanógrafa y finalmente desapareciendo (temporalmente) el manuscrito en su casa, para desesperación del escritor. O bien, la negación de Cesare Pavese a publicar en la editorial Einaudi, Si fuera un hombre de Levi, porque buscaban cosas más modernas y lo que Levi le mostraba resultaba trasnochado. Libro que luego se convirtió en un clásico y que para mí es de obligada lectura. Un Levi que después de trabajar durante más de diez horas de químico llegaba a su casa y se ponía a escribir, a contar su vida, a revivir. Eso se llama tesón.

Tenemos al poeta Ferrater, emboscado en el alcohol, sin escribir poesía, porque cree en lo que enuncia.

«El verdadero poeta deja de hacer las cosas cuando ya las sabe hacer, no las alarga, porque entonces hace estilo de su propio estilo»

En cuanto a Anne Sexton, su vida es un desastre, con intentos de suicidio, internamientos en sanatorios, saltos de amante en amante, pero hay algo diferente: la poesía. Una Sexton a quien un cura al que confiesa sus ganas de suicidarse le replicará.

«Dios está en tu máquina de escribir…tienes que seguir escribiendo, mucha gente necesita tus versos, sobre todo esos versos son necesarios para ti».

Cesare, persevera en el amor, sin éxito, lo cual le ha hecho fracasar el doble, el triple, ilimitadamente. Una lógica que el poeta no entiende, pues lo que suele funcionar en otros terrenos, en el amor no funciona.

La prosa de Tallón, pródiga en hallazgos, aviva la narración, la ilumina, nos subyuga y sitúa frente a los poetas, nos deja ser testigos de excepción de su intimidad, y certifica que ni la literatura, ni la poesía, son capaces de vencer al impulso suicida, más bien, en algunos casos, dará argumentos al suicida para llevar a cabo su jugada maestra.

Leer los artículos de Enrique Vila Matas o libros soberbios como este de Juan Tallón, los concibo como el mejor Plan de fomento de la lectura y de paso una manera de amar la literatura y a aquellos escritores que la sustancian y dan esplendor. Aquello que experimenté hace ya casi dos décadas leyendo El periodismo es un cuento, lo he vuelto a sentir con esta obra de Tallón.

Historia secreta del mundo

Historia secreta del mundo (Emilio Gavilanes)

Emilio Gavilanes
Ediciones de La Discreta
248 páginas
2015

Esta historia secreta del mundo como se advierte en la contraportada del libro trata sobre momentos estelares y momentos no estelares de la humanidad. Sobre el primero, sobre los Momentos estelares de la humanidad, ya tenemos el fantástico libro de Stefan Zweig, donde el autor da cuenta de gestas épicas, heroicas, de naturaleza casi sobrehumana.

Aquí, Emilio Gavilanes, opta por esos otros momentos que no tienen ese fulgor, esa relevancia, esos instantes que no quedarán inmortalizados en los libros de historia porque los llevan a cabo gente normal y corriente, que en el tránsito que va de la nada de la que venimos a la nada a la que vemos, apenas dejan huella, o si la dejan es de manera casual. Interesa más la vida de Iván Yakut y su hazaña pasiva (también heroica en su intimidad) que las gestas épicas de sus contemporáneos como Scott o Amudsen. El mundo como paradoja se plasma en la historia de ese asesino que al querer ser quemado por sus ejecutores en una turbera, a razón de sus crímenes (con la esperanza de borrarlo del todo), pasados tres milenios reaparecerá muerto, pero intacto, mientras que sus ejecutores, desaparecen sin dejar rastro.

Es la narración un flujo incesante de relatos cronológicos, algunos reducidos a un instante, a un fogonazo. Desde la creación de la Tierra entre estertores, hasta mediado el siglo XX.

Hay un hilo conductor, o así lo veo yo, que es por un lado la curiosidad humana por descubrir continentes, por surcar mares y océanos, por hollar crestas montañosas, por llegar a lugares recónditos ya sean desérticos o árticos, donde el ser humano encuentra a menudo sus límites al mismo tiempo que levanta su acta de defunción.

Otros ingredientes básicos en este flujo narrativo que da cuenta de la historia del mundo, son el odio, la venganza, la sinrazón, la maldad, las cuales desgraciadamente no son improrrogables, y que desde el comienzo de la vida humana, desde que el hombre cazaba animales para sobrevivir, se vienen repitiendo y justificando, bajo distintas formas de explotación, de aniquilamiento, de genocidio.

Especial relevancia en esta historia tienen las singladuras marítimas, las hazañas bélicas, las guerras mundiales, la guerra civil, donde el ser humano muestra lo más mezquino y lo más propio de su ser, aunque quisiera éste elevarse creo, mediante las artes, pero a quien su vuelo gallináceo, hace aplomar prontamente, tomar tierra, besar el suelo, morder el polvo, y convertirse en seres rastreros, dominados por los instintos más bajos, convertido el hombre en un animal salvaje, al margen del progreso que él mismo faculta.

Asoman en estas páginas personajes conocidos como Alejandro Magno, Hitler, Stalin, Koestler, Eliade, Marie Curie, y otros muchos. Pero no es momento de dar aquí cuenta de todos ellos.

Lo que Emilio Gavilanes nos brinda en este fantástico libro (ganador del Premio Setenil al mejor libro de relatos el año pasado) es un puñado de momentos únicos, irrepetibles, relatados con una prosa directa, transparente, luminosa, apasionada y apasionante, que uno se ha visto abocado a leer de forma compulsiva y que no hurta lo peor de la condición humana, un aviso para que no olvidemos que toda conquista social es reversible y que hace falta muy poco para volvernos bestias, que bastan, como vemos a diario que haya cientos de miles de personas abandonadas a su suerte (para muchos, en su imaginario, los refugiados ya son Los nuevos Bárbaros) para que Europa (nosotros) muestre (mostremos) su (nuestra) peor cara.
Acaso la única que tiene (tenemos) y tendrá.

At

Atlas de la España imaginaria (Julio Llamazares)

Julio Llamazares
112 páginas
Nórdica
2015

Nórdica recoge los siete artículos escritos por Llamazares para el Magazine de La Vanguardia con fotografías de Navia.

Se desplaza Llamazares a lugares que podemos pensar legendarios pero que son reales, tales como Jauja, Babia, Pinto y Valdemoro, Fuente Obejuna, Ínsula Barataria, Las Batueces o Los Cerros de Úbeda.

Una vez allí el autor da cuenta, en capítulos de cuatro o cinco páginas, acerca del origen de la expresiones que han dado fama a esos lugares, como «estar en Babia» o «irse por los cerros de Úbeda«. Recurre a las fuentes locales, los lugareños, o bien echa mano de lo que en su día dejó dicho Covarrubias, en su Tesoro de la lengua castellana.

A pesar del transcurso del tiempo, según lo leído, Babia, Úbeda o Las Batuecas parecen haberse situado al margen del tiempo, manteniéndose casi intactas, idénticas a épocas de muchos siglos atrás. Dan ganas de ir para allá y comprobarlo por uno mismo.

Este sería el mérito de este libro bellamente editado, con ilustraciones de David de las Heras, que se cierra con las preciosas fotos de Navia que creo que cumplirían mejor su cometido acompañando a los textos, en lugar de agruparlas todas al final.

Poco queda en este libro del Llamazares de La lluvia amarilla. El autor mantiene muy buen olfato para colocar trabajos como este en el mercado, donde curiosamente, las ilustraciones y las fotografías salen mejor paradas que el texto.