Archivo de la categoría: Crítica

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Editorial Reino de Cordelia
2014

Dulce objeto de amor (Raúl Guerra Garrido 2014)

Raúl Guerra Garrido
Editorial Reino de Cordelia
2014
119 páginas

La editorial Reino de Cordelia ha hecho bien reeditando a comienzos de este año, este libro de Raúl Guerra Garrido (Madrid, 1935), titulado Dulce objeto de amor, publicado en Mondadori en 1990, porque es un libro que hay que leer porque es buenísimo.

Recientemente vi la película Stockholm. En ella un treintañero trata a toda costa de llevarse a la cama a una chica a quien ha visto en una fiesta nocturna en una casa y de quien se ha quedado prendado. El chaval saca a relucir toda su artillería pesada: más bien ser un canso, e insistir de todas las maneras posibles, haciendo el tonto las mayorías de las veces, hasta que la chavala consumida ya casi toda la noche tenga a bien bajar la guardia, y dejar que él entre en ella, liberándose así el deseo, ya de ambos.

Esto lo venimos haciendo los hombres desde que se creó el mundo y es lo que permite que aún hoy estemos aquí. Si no hay deseo, pasión, ganas de conquistar, de echar un polvo e incluso de tener hijos, este mundo se hubiera ido a tomar por culo hace siglos.

Raúl Guerra esto de la pasión, el deseo y el objeto de la existencia lo tiene claro:

La vida es una absurda geometría que sólo se justifica con el logro de un vértice de felicidad, el resto de la superficie no cuenta, y ese vértice hay que sublimarlo hasta el infinito. Esa es tu moral de exigencia, conseguir un amor efímero pero absoluto, de inmediatez eterna, y pagar por ello al precio que sea necesario. página 110.

El libro va todo en esta línea. No sé a ciencia cierta lo que ofrecen esos cientos de libros que se venden en las librerías bajo la denominación de Novela Romántica, pero viendo sus portadas, a cual más horrible, leyendo sus títulos que demuestran una imaginación estéril y complaciente y ojeando algunos párrafos ahí escritos, creo que nada tienen que ver esas novelas con una novela como ésta, con este Dulce objeto de amor, que lejos de ser pornográfica, es un exquisito tratado de sensualidad, sensitivo y enjundioso, acerca de la génesis del deseo y de la materialización de la pasión y el goce. Casi nada.

Rául Guerra Garrido
Rául Guerra Garrido

La novela se plantea como un toma y daca entre un hombre y una mujer. Él tiene 40 tacos o más y ella unos veinte. Ella está en el café del Hotel Palace de Madrid con sus amigas, aburriéndose y entonces llega él como un ángel caído del cielo.

Poco tarda, él, Félix en llegar a la mesa donde está Verónica (Berenice, entre nosotros), para rescatarla y llevársela por ahí en su deportivo a las entrañas de la noche, desconcertada ella por el deseo que va naciendo en su interior, rumbo hacia lo desconocido y sorpresivo. Ambos se han visto antes, se tienen echado el ojo, se atraen.

Una vez a su lado, ella registra cada palmo de su rostro, de él, sus manos, su piel, su tono vocal, su forma de desplazarse, la más mínima acción y dota todo eso de significado. Félix hace lo mismo. Él tiene un objetivo desde el comienzo, un proyecto, que no se nos desvela hasta el final de la novela. Ella es independiente, inteligente, dueña de sí, y sabe que puede, o eso cree, poner fin a todo aquello cuando lo desee, dejándolo enhiesto y con un palmo de narices. Él, conquistador nato, despliega en su mente el mapa de las emociones para ir avanzando posiciones sobre las barricadas de ella, ganando pequeñas batallas, avances insustanciales en principio, que irán dejando a la pobre Berenice en carne viva, reducida a una carne trémula, que palpita de placer hasta lo insufrible.

Si hay novelas previsibles en las que el lector va muy por delante de la novela, con esta es díficil anticipar qué será lo siguiente que ocurrirá. Lo que sabemos, que no es poco, porque Raúl despliega una prosa exquisita y detallista, es como se cifra el deseo de cada uno, así como sus expectativas y anhelos, pero nada podemos anticipar del lance siguiente, en un barullo de cuerpos que se buscan jadeantes, sin fundirse.

Si la novela va creciendo a cada página, el final ya es la jugada maestra, el colofón perfecto, de esta novela, una novela que alimenta mi placer por la lectura.

Rául Guerra Garrido fue galardonado en 2006 con el Premio Nacional de las Letras Españolas. Obtuvo el Premio Nadal en 1976 por Lectura insólita de la capital. Quien sueña novela (2010), es su última novela.

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Editorial Cabaret Voltaire
2013

Un circo pasa (Patrick Modiano 2013)

Patrick Modiano
Editorial Cabaret Voltaire
2013
174 páginas

Un circo pasa, novela de Patrick Modiano (Boulogne-Billancourt, 30 de julio de 1945) permanecía inédita en castellano desde su publicación en Francia en 1993, hasta que el año pasado la editorial Cabaret Voltaire vino a suplir esta carencia.

La historia transcurre en París y quien conozca la ciudad disfrutará reconociendo los continuos nombres de calles, distritos, parques y locales de alterne que aparecen en el libro. Los que de París conocemos los cuatro lugares típicos, toda esta información nos servirá de poco.

La novela comienza bien. Un joven aún menor de edad, sin cumplir los 21, está en una comisaría declarando porque su nombre ha aparecido en una agenda. Nada sabe el joven de cuánto le preguntan. Sí sabemos entonces que las aficiones del mozo son ir al cine y de librerías y más tarde complicarse la vida con mujeres atractivas y misteriosas: un tío inteligente.

Al dejar la comisaria ve a otra joven que le sucederá en su declaración. Decide esperarla en una cafetería cercana y horas después cuando ella deja la comisaría y pasa por delante de la ventana en la cual él hace guardia, se ven, se reconocen, se hablan y como si fuera lo más normal del mundo, desde ese momento deciden ir un tramo del camino juntos.

El joven tiene ganas de marcha, porque está aburrido de su vida en un internado. Su padre se ha dado el piro acosado por la justicia y vive en Suiza y su madre se ha ido a vivir al sur de España. Ella, que es mayor que él, y tiene un pasado oscuro y misterioso que prefiere ocultar, le pide al joven que le haga el favor de guardarle una maleta, porque le han echado del lugar donde vivía. Así los dos pasan a residir bajo el mismo techo, en una propiedad del padre del joven, que comparte con un amigo de su padre, un tal Grabley, oficinista por las mañañas y devorador de noches cuando se oculta el sol.

Patrick Modiano
Patrick Modiano

Aparecen luego en escena otros dos hombres misteriosos que la chica dice conocer desde hace unos pocos meses. Descubrimos entonces que la mujer atiende al nombre de Gisèle. Los hombres son Ansart y Jacques de Bavière. El primero parece ser un empresario de éxito o un mafioso, con propiedades y locales diseminados por la ciudad. El segundo parece haber tenido algún rollo con Gisèle. Gisèle hace pasar al joven por su hermano Lucien.

Ansart les presta un coche a la pareja y a cambio les pide un favor. Por dar un mensaje a un fulano que está en un bar les suelta un sobre con varios miles de francos. Al salir el hombre del local para reunirse con Ansart y desaparecer en el interior del coche de este, la pareja ve que allí pasa algo raro, sintiéndose aún más inseguros.

Al joven le han ofrecido trabajo en Roma en una librería (su sueño) y a Gisèle, que siempre anda al acecho, mirando atrás por encima de su hombro, cuyo pasado parece ser una bomba que le cabe en el bolso dispuesto a estallarle en cualquier momento, está dispuesta a irse con él a Roma, en coche si es necesario, para poner tierra de por medio, y perderse los dos juntos del brazo por calles italianas, sin nadie que les acose ni moleste.

¿Lo conseguirán?. Para responder a esta pregunta os leéis el libro.

Patrick Modiano logra en esta breve novela con muy poquitos elementos poner una historia intrigante en pie, y echarla a rodar por las calles de París. Es interesante ver como el joven, inseguro de su Fortuna, cree que en el cualquier momento Gisèle le dejará plantado. Hay una atmósfera de misterio, de intriga, bien resuelta, donde no está nada claro quienes son los personajes de esta historia, qué es lo que Ansar, Jacques o el padre del joven tienen que ocultar(nos). Respecto al joven, este echa en contadas ocasiones la vista al pasado, para fijar ciertos recuerdos que quiere conjurar en Roma de la mano de Gisèle, convencido de que la vida le tiene que ofrecer otra oportunidad.

Otra oportunidad es la que daré yo también a Modiano (Barrio perdido por poner uno) pues este libro hace bueno eso de que lo bueno y breve…

La imagen de la portada del libro es un fotograma de la película de Éric Rohmer Nadja à Paris.

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Editorial Lumen
2014

Es un decir (Jenn Díaz 2014)

Jenn Díaz
2014
Editorial Lumen
164 páginas

Nada había leído de Jenn Díaz (Barcelona, 1988). Es un decir es su cuarta novela. Nada mal para alguien con tan sólo 26 años.

Su novela no me ha gustado. Me he muerto de aburrimiento (es un decir).

El comienzo promete: El día que cumplí once años mataron a mi padre. La novela no es negra pero cuando asoma el humor negro entonces el libro sí me interesa.

La narradora, Mariela, es una chica joven, que vive en un pueblo con su madre y su abuela, años después de haber acabado la guerra civil. A su padre lo asesinan el día que Mariela cumple 11 años, no sabemos quién, ni por qué. Sabe luego que su padre era rojo (para los alumnos de la ESO que lean esto, señalar que rojo, era ser republicano, los que acabaron en el bando perdedor de la guerra civil).

Mariela quiere saber y saber lo que se dice saber, sabrá poco, pero irá cogiendo datos de aquí y de allá en un pueblo donde a todo el mundo le gusta hocicar en casa ajena (es un decir). Y así irá tirando del ovillo para saber quién era su padre (y saber dónde está su cuerpo), quien era su tío, quien su madre y su abuela, sus abuelos. Los hombres que pueblan estas páginas son de otra pasta, pasta blanda se entiende, unos flojos, con poca sémola (es un decir), salvo el tío que es hombre y cocina.

Y la protagonista nos va soltando una perorata sobre sus movidas familiares, sus escarceos con un vecino que es su amigo y quiere ser su novio, pero que busca también una madre, porque la suya está muerta y a ella le da lástima porque como todos los hombres, éste también es un calzonazos, unos vecinos cotillas, una mala elección del bando por el que tomar partido por parte de su padre, una abuela que desaparece cuando aparece alguien en escena que resulta ser su abuelo, que no estaba muerto, no, que estaba de parranda con una gitana, una media orfandad que se ve agravada con una madre ausente que entra en barrena al amorrarse a una depresión que la deja con continuidad en el más allá.

Jenn Díaz
Jenn Díaz

La abuela también tiene su momento de gloria (es un decir) cuando aprovechando que la mujer de su ex está postrada en una cama soltar por su boquita cuanto le viene por la mente, porque lleva tanto tiempo sin hablar con nadie que el silencio le está comiendo todos los órganos del cuerpo, como un cáncer silencioso (es un decir).

Sí, es muy sano hablar y soltar lo que llevamos dentro. Por eso la gente se confiesa o escribe libros.

Las últimas páginas son las mejores, no porque el libro se acabe, que también, sino que ahí Jenn se desmelena (es un decir) y esos meneos que les da a las monjas y cierto humor negro a costa de la orfandad ya absoluta de la protagonista, son lo mejor del libro.

Es un decir es un libro que se escucha, un libro fluido. Diría que algo pueril y primerizo, pero dado que Jenn tiene otras tres novelas detrás, será que este es su estilo, a saber. Si leo algo más de Jenn lo sabré y sino será para mí un misterio, otro más.

Jenn Díaz publica artículos en medios como Jotdown

Editorial Alfaguara 
2013
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Mar de mañana (Margaret Mazzantini 2013)

Margaret Mazzantini
Editorial Alfaguara
2013
136 páginas

Después de haber leído y comentado Bagheria, novela de Dacia Maraini, hablo ahora de Mar de mañana, la última novela publicada por Margaret Mazzantini (italiana de adopción nacida en Dublín en 1960). Esta es la primera novela que leo de Margaret. Sin embargo sí había visto dos películas basadas en novelas suyas: Non ti muovere y Venuto al mondo. Ninguna de las dos me gustó especialmente.

Mar de mañana es una novela breve e intensa. En menos de 140 páginas, con una prosa acelerada, lacerante y fragmentaria la autora aborda muchos temas y varías décadas de la historia reciente de Italia y Libia.

Libia e Italia
Italia y Libia dos países y el Mediterráneo por medio

En la primera historia una madre y su hijo, Jamila y Farid, al morir el marido/padre abandonan su poblado en el desierto cuando Libia se convierte en un polvorín. Juntan todos sus ahorros, llegan a la costa y montan madre e hijo en una patera rumbo a la costa italiana. Con cuatro pinceladas la autora se las ingenia para mostrar lo precario y contingente que es la vida humana cuando todo el futuro pende de un hilo, a lomos de un puñado de astillas con forma de barca, rumbo a la nada o la salvación, porque todo es tan inconsistente y frágil como la evanescente espuma marina.

Al otro del lado del Mediterráneo están Vito y su madre Angelina. Angelina es hija de aquellos italianos que cruzaron el mar rumbo a Libia a finales de los años 30 cuando este país era una colonia italiana. En Trípoli se labraron un porvenir, vivieron en paz con sus vecinos, revedercieron el árido terruño. Después de alcanzar Muamar Gadafi el poder tuvieron que dejar el país como deportados, en los años 70, regresando a Italia como parias, Tripolinos pobres entre los pobres. Su historia es la historia del desarraigo, viviendo desde entonces entre dos aguas, a lomos de dos orillas, sin pertenecer a ningún sitio, viviendo siempre en un pasado truncado.

Margaret Mazzantini
Margaret Mazzantini

Quien se ha ido siempre sueña con volver y Vito vuelve a Trípoli con su madre y su abuela para actualizar el pasado, levantar acta de que mueren las personas, desaparecen las playas debajo del asfalto, las catedrales se reciclan en mezquitas, que aquel amor que se prometía único en la adolescencia, no lo era para nada, más allá de promesas incendiadas de romanticismo, como comprueba y sufre Angelina en su ánima demudada.

Mazzantini aborda el sufrimiento de los que emigran, de los deportados, de los que se juegan la vida en el mar buscando otra vida, de los que regresan de un exilio forzado y no encuentran acomodo, de los que dejaron
sus recuerdos en otra parte y saben que ir en su busqueda será su perdición y salvación.

Mazzantini escribe como si tuviera un látigo en la mano, a restelladas, haciendo surco en las carnes del lector. Escribe como un tigre que se defiende, que muestra las garras dando zarpazos y lo hace con una prosa sulfurosa: puro aceite hirviendo.

A veces a Mazzantini se le va la mano con un tono apocalíptico, trágico, calamitoso y quiere dotar de tanto significado y mordiente las palabras que maneja que algunas frases (El óxido de la nostalgia arañaba entre los dientes como arena, pag 37, Se quedaron solos como monos abradasados por aceite hirviendo pag 75, No hay nada peor que una vieja dinamitera. Sigue colocando mechas en tus pensamientos, pag 85, Era extraño aquel estancamiento, aquella cabina presurizada que atravesaba inmóvil el mar de sus vidas, pag 89, Estaba gordo y siempre quería comer y beber y chupar algo. Sin embargo tocaba el violín de manera ¿¿notablemente prodigiosa?? pag 94.>>) más que impactar producen hilaridad.

No sé si lo que leo en esta novela es todo puro humo y oportunismo: un acto de rebeldía y solidaridad con las víctimas de la injusticia, reducido a una pose, o sí por el contrario hay algo más profundo y sincero en estas historias apiñadas en un relato breve, historias complejas y profundas, como si lo que nos da Mazzantini fuera sólo el entremés para el bacanal que podemos darnos después, al finalizar el libro, para ir luego por nuestra cuenta tirando de todos esos cordeles que Mazzantini deja a nuestro alcance y desovillar la Historia, la nuestra, la tuya.

Tendré que leer algo más de Mazzantini para salir de dudas.