Archivo de la categoría: Crítica

Los ingenuos (Manuel Longares 2013)

Manuel Longares Los ingenuos
Manuel Longares
Galaxia Guntenberg
231 páginas
2013

No había leído hasta el momento nada del escritor madrileño Manuel Longares, y ahora tengo claro que anhelo leer su libro de relatos Las cuatro esquinas, editado también por Galaxia Gutenberg.

Y esto es así, porque cuando se disfruta leyendo a un escritor parece inevitable querer seguir recorriendo su obra. Los ingenuos, la novela de Manuel Longares transcurre en la ciudad de Madrid, en unas pocas calles que van desde La Puerta de Sol hasta la Gran Vía, por Montera. En una de esas calles próximas a la Gran Vía pero sin la exuberancia de esta, en la calle Infantas, es donde se asientan los personajes de esta obra. La historia se divide en tres actos: finales de los años cuarenta, mediados de los sesenta y los días previos a la muerte de Franco, allá por noviembre de 1975.

Tenemos a una familia normal y corriente formada por Gregorio, su mujer Modesta, y sus hijos Goyo y Modes, llevando todos ellos unas existencias vulgares y frugales, en un país que vive bajo el yugo de la dictadura, y que sufre los efectos de la posguerra, hasta que Gregorio cree que en el cine encontrará la alfombra roja con la que dejar su vida gris, hasta que constata que la magia del cine a veces se convierte en magia negra, capaz de desbaratar cualquier proyecto o ilusión.

Gregorio tras el varapalo sufrido como guionista, sin película, dejará su jornal invirtiendo en los lupanares del barrio, mientras su mujer se encargará de la portería, en la cual viven, al tiempo que su hija Modes se enamorará de Cárdenas, un galán parlanchín, que sembrará el infortunio, bajo la piel de un amor no correspondido en el vientre de la ingenua Modes. Goyo mientras tanto, buscará empleo en una papelería, mientras se deja seducir por una amiga de su hermana, toda vez, que ve que entiende que los amores internacionales no son lo suyo.

Longares, hace un ejercicio de concisión, para comprimir tres décadas de la historia reciente de España en apenas 231 páginas, y lo hace con una prosa elegante, un vocabulario rico y florido, unos párrafos que son cíclicos porque una vez leídos, apetece volver sobre ellos, seguir exprimiéndolos como ubres, y relamarse con lo leído, ante una forma de narrar, la de Longares, que a mí al menos me ha fascinado, donde tan atractivo resulta lo que se cuenta, como el cómo se cuenta, y si en un principio, ciertos subrayados, no me han gustado, dado que aquello parece un ejercicio de historia, donde el escritor, nos quiere contar como eran las cosas antes, luego, eso queda en un segundo plano, y a medida que el marco deja de ser importante, tanto que los años cuarenta, cincuenta y sesenta se confunden, como si el tiempo fuera entonces un todo indivisible, es cuando surge la víscera y la fibra de la historia, donde se nos muestra el arrumbamiento del fracaso, la constatación de un amor imposible, la desdicha conyugal, los efectos derivados de los posicionamientos políticos, un puñado de vidas monocromas que se nos cuentan con tal desparpajo y chispa, que Longares hace de lo anodino, con su manera de mirar, con su manera de escribir, una novela que vale, y mucho, la pena leer.

Caminando sobre las aguas (Ignacio del Valle 2013)

Caminando sobre las aguas portada del libro de Ignacio del Valle
Ignacio del Valle
152 páginas
Páginas de Espuma
2013

Gracias a libros como Caminando sobre las aguas, del asturiano Ignacio del Valle, uno mantiene y acrecienta su fe y adicción hacia la literatura.

El libro de Ignacio es un libro de relatos, bien compensado porque si unos relatos son buenos los otros me parecen mejores y el resultado o intensidad que desprenden no guarda relación con la extensión de los mismos, porque le valen un par de páginas a Ignacio para conseguir una auténtica proeza en su relato Corazón, por ejemplo.

El comienzo del libro con Círculos, es trepidante, con ese cuerpo a cuerpo entre un francotirador y un fotógrafo: una cámara, un arma, la búsqueda de la gloria, con traiciones corporativas de por medio. Un relato muy intrigante y angustiante.
Con Jaques, nos vamos a Argentina y allí tenemos a una mujer en el televisor hablando de las torturas de todo tipo que sufrió, mientras un hijo di(s)puta una partida de ajedrez con su padre y el relato de la mujer se convierte en una sombra que rondará el tablero a medida que el pasado se precipite sobre el presente para librar una nueva batalla contra la desmemoria.
En Drómeda una niña visualiza un accidente de tráfico, y lo visto y sufrido poblará las pesadillas de la niña sin que sus padres se percaten de lo que el grillo esconde.
En Recuerdos de ballenas, Madrid es un infierno para el protagonista, de noche, sin dinero, sin amigos, sin el amor de una mujer que lo ha desterrado hacia la nada. Relato vibrante que desnuda la naturaleza humana dejándola en su vis más patética.
Marco Antonio de día, Tarzán de día o la belleza de la mortalidad.
La Revancha, el relato que menos me ha emocionado por su convencionalidad.
En La Grieta nos vamos al cielo y allí está García, una vida en el más allá que nos incita a disfrutar aún más el más aquí.
Caminando sobre las aguas, relato histórico, ambientando en Florencia y allí están los Medici, y la tragedia de no ser más que un doble con dignidad.
El extravío, un homenaje a todos los caballeros históricos, con un Quijote extenuado que quiere descansar en paz, y no pérdido por Flandes.
Corazón: cariño, el cielo puede esperar.
Muertes legendarias: el día a día de un héroe.
En Gott Mit Uns, se juntan dos sobrevivientes de La División Azul, un héroe y un tullido. A menudo el héroe no lo es, y el tullido lo es como muestra de su valor. Un encuentro que permitirá al protagonista exorcizar su pasado.
En Relatividad, el relato se va acelarando hasta un final trepidante, porque todas las historias de amor se repiten, y sí, sería bonito y constructivo poder echar la vista atrás, cambiar el pasado, si bien, los errores se repiten y los amores, relativos, incluso superlativos, se disuelven también en el caldo espeso del orgullo.
En Eternidad nos vamos al espacio, un espacio no habitado por querubines, ni Dioses, sino por un astronauta que en su empeño por surcar los cielos acabará flotando a la deriva, rumbo hacia la extinción final.

Comentar por encima algo de los relatos leídos, es tanto como no decir nada, ya que el contenido de los mismos da tantas pistas sobre su valoración y resultado, como puede hacerlo una sinópsis.

Lo interesante de este libro de relatos es constatar como todos estos temas variados y a priori atractivos, en manos de Ignacio del Valle, van cobrando forma, para deparar su lectura unos momentos especialmente agradables, ya que la prosa de Ignacio engancha, sumerge, apasiona, dado que maneja las palabras con tal habilidad y maestría que logra crear atmósferas, situaciones, personajes, de lo más enjundioso, y todos los relatos están marcados por la intensidad, por la inteligencia, por esa mirada particular, por ese golpe de gracia que convierte el relato en algo especial, embalsando unas emociones que solo llevar a término la lectura supone su drenaje gota a gota

La herida de abril (Vincenzo Consolo 2013)

La herida de abril Vincenzo Consolo

La herida de abril de Vincenzo Consolo (publicado en Italia en 1963) no se había traducido al castellano hasta este año, gracias a la Editorial Traspiés. Comenta el traductor Miguel A. Cuevas las dificultades que tuvo en la traducción, dada la complejidad del texto, habida cuenta de que más que de un traducción se trata de un desciframiento. Lo que se gana en claridad se pierde en hondura, nos dice en la introducción.
Vincenzo Consolo opta por la elusión, y a mí, que este tipo de novelas en las que uno debe rellenar con su imaginación las lagunas existentes, no me apasionan, hace que la lectura de La herida de abril se haya quedado en un mero arañazo, una lectura más, que no me dejará secuelas.

La historia transcurre en Sicilia, en un pueblo costero, con el Etna como una presencia ineludible, que vomita lava y lo arrasa a todo para generar vida de nuevo. El narrador tiene esa edad en la que todo es un descubrimiento, pero que resulta a su vez muy contenido, espartano, anodino, y lastrado, porque el joven ni se emborracha, ni se va de farra, ni se corre juergas con mujeres, ya que la película de su vida se proyecta en el faldón negro de los curas que les dan clase, y la religión se convierte en el pan suyo de cada día, porque todo son crucifijos y oraciones y vírgenes, y castigos y sacrificios, todo muy severo y muy rancio y muy coñazo.

El joven ha perdido a su padre y ahora su tío vive con ellos, y su madre ha recuperado así su sonrisa, y atiza fuera del hogar un calor de mil demonios, y todo está reseco, y las comidas son densas y especiadas y el sirocco hace que la gente busque un refresco refregándose en los azulejos del suelo y el país, Italia, sale de La Segunda Guerra Mundial sumida en la pobreza y abocada a la Repúbllica, de las fauces del fascismo, tan desorientados los sicilianos que hasta vieron factible convertirse en una colonia gringa cuando aparecieron por allí los americanos y los raqueros van playa arriba playa abajo buscando algo y la miseria se palpa en las páginas y los jóvenes escapan, aunque sean debajo de un hábito, para ganarse la vida como buenamente puedan en otro sitio.

Entre lo que el autor nos elude, lo que se nos cuenta (y no he pillado, aunque se agradecen las 45 notas) y lo comedido que resulta, a duras penas lograré recordar algo de este libro dentro de una semanas, aunque eso nunca se sabe, porque a menudo es más díficil olvidar algo a posta que recordar lo deseado.

The Snowman (Jo Nesbo 2007, Harry Hole 7)

The snowman portada libro Jo Nesbo
Jo Nesbo
550 páginas
2007
Vintage Books

Después de El redentor y antes de The Leopard, Jo Nesbo publicó en 2007 The Snowman. He llegado a leer que esta novela es una obra maestra. Ja, ja, ja. The snowman dista a cientos de años luz de la excelencia, y de ser una obra maestra. Lo único que esta novela tiene en su haber es que entretiene a ratos.

El protagonista de la novela es el Inspector Harry Hole, que en esta ocasión deberá dilucidar quién está detrás de las muertes de varias mujeres, todas ellas madres, quienes desaparecen al tiempo que afuera de sus casas alguien, con las primeras nieves, deja plantado un muñeco de nieve. Durante las primeras 200 páginas el ritmo es tan lento y pasan tan pocas cosas y se cuentan de una manera tan sosa y desapasionada que cuesta mucho avanzar en el libro y no dejarlo de nuevo en la estantería. Luego, como en todas las novelas de Nesbo, van surgiendo presuntos candidatos al título de serial killer, los cuales la irán diñando, hasta que uno tiene claro quien es el Snowman que ha cometido los crímenes. Además, si has leído como yo, The Leopard, lo sabes un poco antes, porque en The Leopard, hay un encuentro entre Snowman y Hole, que aclara mucho las cosas. Sigue leyendo