Archivo de la categoría: 2016

Meditaciones

Meditaciones (Marco Aurelio)

Marco Aurelio
2016
Ariel
152 páginas

Este texto era uno de los libros de cabecera de Bill Clinton.

Marco Aurelio fue emperador romano, libró batallas, tuvo el destino de un imperio en sus manos y al final de sus días le dio por pensar acerca de lo que había sido su vida, fruto de lo cual plasmó en un papel sus pensamientos, reflexiones, máximas ajenas, que actúan como algo que debemos hacer, como una norma de conducta a seguir en nuestro proceder.

El texto, presentado que como la suma de varios libros, es un batiburrillo que a ratos resulta reiterativo. El mensaje es positivo; hay que tratar con corrección al otro, asumir que somos seres sociales, que nos necesitamos y que debemos respetarnos, que hay que escuchar al otro -también las críticas y reproches que nos hagan- que hay que vivir el ahora (ahí va en la línea de Séneca), que no hay que prestar atención a los que quieren hacernos daño, que hay que ser mesurados y juiciosos (Si no es conveniente, no lo hagas; si no es cierto, no lo digas. Sé dueño de la iniciativa) hay que aprender de los maestros y de los pescriptores con humildad, que hay que domeñar las pasiones de la carne, que nuestra conducta ha de ser intachable, que hemos de ser correctos en nuestro actuar, que la vida es un soplo y hay que vivir el presente, haciendo un buen uso de él, sin anhelar riquezas ni glorias venideras. Entendida la buena fortuna como las buenas inclinaciones del alma, los buenos impulsos, las buenas acciones.

Venera la capacidad crítica y luego recomienda no opinar, pues así nos evitamos problemas y afrentas.

Recomienda vivir de acuerdo con la naturaleza, no ser orgulloso (El orgullo bajo la máscara de modestia es el más lamentable de los orgullos). El hombre está en manos de los dioses, que son los que nos guían, dice Marco Aurelio, es dios interior que es la inteligencia y la razón.

Consérvate sencillo, puro, bueno, grave, natural, amigo de la justicia, piadoso, benévolo, afectuoso, firme en el cumplimiento de tus deberes. Lucha por permanecer tal como la filosofía ha querido hacerte.

Sin estar de acuerdo en todo lo que dice, el libro es interesante por lo que ofrece, por lo que propone, por su claridad y su enfoque humanista, buscando lo positivo, lo constructivo, animándonos a canalizar nuestros esfuerzos en lo importante y no en lo accesorio, lo banal, en aquello que nos debilita y emponzoña.

www.devaneos.com

Borges y los clásicos (Carlos Gamerro)

Carlos Gamerro
Eterna Cadencia
174 páginas
2016

Con buenas cartas es muy fácil ganar la partida. Escribir un ensayo sobre Borges y la relación de éste con Homero, Dante, Shakespeare, Cervantes y Joyce, es navegar con el viento a favor. Dado que Borges y el resto son genios indiscutibles, mal lo tiene que hacer Gamerro para que este libro no resulte interesante, que lo es y mucho.

A los que conozcan la obra de Borges al dedillo, lo que aquí se refiere: cinco conferencias transcritas de Gamerro, quizás encuentre pocas cosas que le sorprendan. En mi caso, la lectura de este libro no hace otra cosa que animarme a abundar más en la vasta obra de Borges; una lectura que creo que resulta tanto más provechosa en cuanto más lecturas de clásicos atesoremos en nuestra memoria (y hablo del cerebro, no de un disco duro).

Si leemos este ensayo conociendo La Odisea, La Divina Comedia, don Quijote, las obras de Shakespeare, o el Ulises de Joyce, disfrutaremos mucho más intensamente de lo leído. Borges, ávido lector, buen estudioso de estos clásicos, los tendrá luego muy presentes a la hora de escribir sus obras, como va desgranando Gamerro con El Aleph, El hacedor, El inmortal, La memoria de Shakespeare, Un soldado de Urbina, Ni siquiera soy polvo, Sueña de Alonso Quijano

Es muy interesante la opinión que le merecen a Borges las traducciones, siempre a favor de que haya cuantas más mejor, adaptadas a los nuevos tiempos, dado que los lectores cambian, y considerando por otra parte que la traducción permite que un libro sobreviva. Un Borges que cuando se acerca al Quijote por vez primera lo hace a una traducción en inglés.

Igualmente interesante resulta lo que Gamerro señala que Bloom dijo acerca de que cada escritor se medía en primera instancia con sus padres literarios o precursores; ya que cuando un escritor quiere escribir algo, otro antes ya lo ha hecho.

Se reflexiona también sobre el acto de crear, sobre si viene a ser como algo que el escritor necesitara derramar sobre el papel, lo que podría ser el caso de Cervantes, que tuvo una vida muy azarosa, o si por el contrario se crea para llenar un vacío, como puede ser el caso del inagotable Shakespeare, a quien escribir le permitía superar su vida anodina, creando el mundo más poblado de la literatura; un demiurgo solo superado por Dios.

Joyce llegó a decir que si Dublín desapareciera del mapa se podría volver a reconstruir sin mengua a partir de las páginas de su novela. Tal que si visitamos la ciudad no queremos ver Dublín, si no el Dublín del Ulises, como si lo que no figurase en la novela, existiese, pero no fuera de nuestro interés, y por tanto invisible a nuestro mirar. Ahí reside la magia de la literatura, su potencia, su capacidad, no sólo para describir la realidad, sino para crearla, a través de las palabras, del lenguaje.

La nueva lucha de clases. Los refugiados y el terror

La nueva lucha de clases. Los refugiados y el terror (Slavoj Žižek)

Slavoj Žižek
Anagrama
2016

No carece de interés este jugoso ensayo, el primero que leo, de Slavoj Žižek (Ljubljana, 1949) en el que éste formula muchas preguntas y expone una problemática que en mayor o menor medida nos concierne a todos.

Žižek reflexiona sobre la llegada de los inmigrantes a Europa, cuyo número va en aumento, sobre las causas que lo han propiciado: el colonialismo, las invasiones de Irak y Libia y sobre todo la globalización, que ahogando a unos países, obliga a sus habitantes a buscarse la vida en otra parte y se habla de cómo la Unión Europea afronta el problema recurriendo a Turquía que ha permitido la expansión de ISIS en Siria; o de una realidad que para decirlo con Sloterdijk separa a los del Interior de los del Exterior, lo que nos lleva a preguntarnos qué entendemos por prójimo.

No hay una solución clara ya que es un contexto con demasiados factores en juego: políticos, económicos, culturales, religiosos. El autor expone el problema -que podemos entender cómo una enfermedad- y presenta sus síntomas, recurriendo a casos terribles de pedofilia, feminicidio, violaciones, atentados terroristas, guerras silenciadas como la del Congo, con más de 4 millones de muertos, declaraciones como la de Netanyahu en 2015, tergiversando la historia y acusando a Haj Amin al-Husayni de darle a Hitler la idea del exterminio judío, y toda clase de actos aberrantes que se cometen por todo el planeta.

Valoro que Slavoj no se case con nadie y su argumentación busque la imparcialidad, arremetiendo del mismo modo contra la derecha cerril y antiinmigratoria como contra la izquierda -que ante la barbarie sólo puede opugnar sus buenos sentimientos- en su pretensión de romper ciertos tabúes. Lo triste es comprobar cómo aquellos que sacan los pies del tiesto (en pos de un pensamiento que desafía la ideología de su comunidad) no reciben más que incomprensión en el mejor de los casos o unos cuantos palos, en el peor; donde hay un mensaje global de odio, más o menos explícito que parece fortalecer el empeño de muchos en un deseado choque de civilizaciones, con una guerra global ahí en suspenso.

Es evidente que la solución pasa por mejorar las condiciones de vida de todos los países en juego, de tal manera que las migraciones fuesen voluntarias y no forzadas como suceden cada día con más intensidad, dejando miles de cuerpos sin vida en el Mediterráneo, convertido en un cementerio marino.

En esto creo que juegan un papel importante nuestros políticos y el arte de la diplomacia, y me pregunto en qué medida presidenciables como Donald Trump, si llega a ser Presidente, harán un mundo mejor o si por el contrario, a tenor de su ideología, un Presidente así no sería como si en caso de incendio en lugar de contar con un bombero, tuviéramos a un pirómano.

Devaneos.com

La última hermana (Jorge Edwards)

Jorge Edwards
Acantilado
378 páginas
2016

De esa masa informe que es el pasado, la literatura en ocasiones rescata momentos estelares, gestas, personajes únicos, o no tan únicos, pero que tuvieron su momento de gloria, tal que les permite salir de su anonimato, así María.

María es una chilena burguesa y acomodada que en París, durante la Segunda Guerra Mundial, se descubre a sí misma (algo que es fruto de un ramalazo más que de una convicción) ayudando a salvar (y posteriormente a mantener) niños judíos de los nazis, cuyos padres son enviados a los campos de concentración; se verá entonces colaborando con la Resistencia, y guardando las apariencias, pues mientras Alemania llevaba adelante su plan criminal de exterminio, en París, esos que formaban el grupo de amistades de María ocupaban su tiempo en cocktails, eventos sociales y seguían con sus fastos, sus banquetes, sus frivolidades, ajenos a las bombas, a la guerra que desangraba Europa.

La emotiva y muy interesante novela de Jorge Edwards (Santiago de Chile, 1938) recoge los años de la Ocupación, la Resistencia, la Liberación; momentos históricos que obran de marco temporal donde se ubica María, la cual va cambiando a medida que toma cierta conciencia social, toda vez que es consciente de que se la está jugando, de que la vida que ahora vive sí va en serio y que la paliza que a poco la ultima, también.

María se verá arropada por Claire (compañera y amiga en la Resistencia), por su fiel sirvienta Brunilda, por el sin par René, protegida por el misterioso agente Canaris. Todos ellos son sombras, figuras veladas, de quienes apenas sabremos nada y esa creo que es la esencia de la novela, que después de casi 400 páginas, apenas llegamos a conocer nada de María (persona real que atendió al nombre de María Edwards MacClure), más allá de sus logros, materializados en haber salvado un puñado de vidas, más allá de ver cómo los años la esculpen, la colman (gracias al contacto con el mundo de la cultura, con personalidades literarias como Colette, Huidobro o del cine como Buñuel, entre otros), la transforman, la llenan de recuerdos, y quien tras dejar París atrás, deja también su alma y cómo el regreso a Chile es más un fracaso, una imposición que un deseo (ella que vuelve con otro paso), doblegando así su libertad ante los sentimientos y afectos familiares, a quienes había dado la espalda toda su vida, abriendo un paréntesis que cerrará con su regreso.