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La historia de mis dientes

La historia de mis dientes (Valeria Luiselli, 2014)

Leí Papeles falsos de Valeria Luiselli en abril de este año y me dejó un buen sabor de boca (me veo en la obligación de emplear esta «jerga dentífrica» para llegar a todos los públicos). Ahora, su libro La historia de mis dientes se convierte -más que por derecho propio, por puro azar- en mi última lectura anual.

Leyendo la novela uno tiene la sensación de que las seis partes que la integran están apelmazadas, sin que haya realmente una estructura, una premeditación. En este artículo se explica al detalle la génesis del libro y cómo esta novela se fue haciendo sobre la marcha. Pienso que a partir de las alegorías (pág. 100) el libro se resiente bastante y pierde mucho fuelle.

Luiselli como haría en Papeles falsos echa mano de todo lo leído así como de sus escritores de referencia y los planta en el libro, sin mucho orden ni concierto. A quien el mundillo literario no le vaya mucho, la mayoría de los chistes le harán puta gracia, creo.

Las páginas las pueblan, cuales estrellas fugaces (son meras presencias episódicas), escritores y escritoras mexicanos y mexicanas, vivos y vivas, muertas y muertos y también otros escritores no mexicanos así como filósofos, pintores, etcétera.

La nómina es larga: Daniel Saldaña París, Álvaro Enrigue, Margo Glantz, Vivian Abenshushan, Yuri Herrera, Alejandro Zambra, Pablo Duarte, Paula Abramo, Heriberto Yépez, Mario Bellatin,, Julio Trujillo, Juan Villoro, Luigi Amara, Guillermo Fadanelli, Guadalupe Nettel, José Vasconcelos, Mario Levrero, Jorge Ibargüengoitia, Guillermo Prieto, Enrique Vila-Matas, Alan Pauls, Verónica Gerber, Juan José Arreola, Unamuno, Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Borges, Montaigne, Chesterton, Kafka, Primo Levi, Flaubert, Gogol, Dostoievski, Pushkin, Platón, Quintiliano y un largo etcétera.

Luiselli se muestra bien humorada, dando la voz a la calle y como ella dice, es el suyo un libro oral, en el que su protagonista, un tal Carretera, más que pensar, habla todo el tiempo, convertido en un subastador, picarón y pico de oro. A los que no somos mexicanos habrá un porrón de palabras cuyo significado se nos escape, por lo que siempre nos vendrá bien echar mano del mejor libro de no ficción en español de 2014.

La autora en lugar de escribir una autobiografía o biografía al uso, recurre a la variante dental, de ahí el título del libro. Carretera hace girar todo su relato biográfico sobre sus devaneos dentales, lo que da pie para anécdotas divertidas, situaciones surrealistas, momentos descacharrantes, sirviéndose de esos escritores y demás personalidades a los que otorga nuevos roles, otros oficios, jugando con ello y arrancando(me) en algunos momentos (como si de una muela se tratara) auténticas carcajadas, porque el libro es un cachondeo (casi) continuo, un chiste mayúsculo de 157 páginas, fotografías incluidas.

Valeria Luiselli

Valeria Luiselli

Cuando Carretera se vea en las últimas, echará mano de Roberto Bálser (sí, el de los microgramas), que se encargará de escribir su biografía.

Decía algún filósofo/publicista que «la potencia sin control no sirve para nada«. Y ahora digo yo «la exuberancia verbal e imaginativa sin un proyecto sólido es como ver a un gallo (disfrazado de tortuga) correr sin cabeza«.

Superando lo anterior, me quedan ganas de seguir metiendo mano a Luiselli (a su obra literaria, entiéndase), y acometeré la lectura de Los ingrávidos cuando me desurda de Jota Erre, que a no ser que la prima de riesgo se vaya a los 666 puntos y tenga que venir el Capitán Truman a rescatarnos, será mi primera lectura del 2015.

¿Y la tuya?. (esta pregunta, obviamente, va dedicada a los que leen y también a los que no leen, pero les gustaría).

Y a modo de colofón decir que además de Valeria Luiselli (1983), otros dos escritores mexicanos que recomiendo leer son Federico Guzman Rubio (1977) y Yuri Herrera (1970).

Papeles falsos Valeria Luiselli

Papeles falsos (Valeria Luiselli 2010)

Valeria Luiselli
Editorial Sexto Piso
2010
108 páginas

Me sorprende leer cómo la protagonista/autora de Papeles Falsos, la última historia que cierra el libro, consigue solventar una serie de trámites burocráticos en Venecia, casi a la velocidad de la luz, cuando es sabido cómo funciona, para mal, la burocracia en Italia, así que no sé si se trata de una licencia poética o narrativa, o bien tiene que ver con los orígenes de Valeria y sus abuelos lombardos.

Este libro que reúne diez historias, que no son relatos, salvando las distancias, o cubriéndolas, me recuerda a los libros de Enrique Vila-Matas, porque otra cosa no, pero novelistas y filósofos hay a puñados en estas cien páginas. Valeria construye este libro sobre las palabras y citas de otros escritores, aportando luego ella su granito de arena. Lo interesante sería que Valeria encontrase su voz y se despojase de lo que han dicho otros, si bien, dado que este es su primer libro y que lo escribió con veintipocos años no está nada mal.

El libro de Valeria me ha gustado, entendido éste como una colección de anécdotas, observaciones, reflexiones y datos curiosos y a todos aquellos a quienes además de leer, nos gusta también conocer más cosas de quienes escriben esos libros que nos han marcado, este libro les vendrá bien.

Valeria Luiselli
Valeria Luiselli

Valeria es buena observadora y escribe sobre detalles que a priori no dan mucho juego, a saber: la forma que adoptan los países vistos desde del aire, la escala de los mapas o la fecha en que estos se comenzaron a elaborar, la imposibilidad de caminar deambulando y las ventajas de desplazarse en bicicleta, la saudade y todas sus aproximaciones, siempre fallidas, banquetas cuales pizarrones, que suman cuerpos yacentes en lugar de números, el desplome del lenguaje hacia el silencio, escribir para hacerle hueco a la lectura, para distribuir silencios y vacíos, divagaciones acerca de recordar y releer: transformar el recuerdo: alquimia que concede el don de reinventar nuestros pasados, la poligamia habitacional tan necesaria y tan poco practicada incluso por los jóvenes, los cementerios de las ciudades como el de Venecia y la desigualdad de clases incluso en el más allá, y más y más apuntes, ideas, conceptos, suspicacias…

Y escribiendo esto, me doy cuenta de que este libro de Valeria Luiselli es mucho más de lo que me ha parecido en un principio, como si a medida que voy escribiendo esto, al tiempo que reverdezco, las palabras fueran levadura que esponjasen esta sustancia con forma de libro, cual bizcocho, ganando en apariencia y consistencia.

Resumiendo, que lo volveré a releer, dentro de un tiempo.