Archivo de la categoría: Crítica

El pájaro de hueso (María Carman 2013)

El pájaro de hueso maría carman
María Carman
194 páginas
2013
Lengua de Trapo

La escritora argentina María Carman ha ganado el XVIII Premio Lengua de Trapo por su novela El pájaro de hueso, publicado en abril de 2013, en la que la escritora mezcla unas cuantas cosas de lo más variadas, pero todas ellas bien significativas, si bien el resultado es menos satisfactorio de lo esperado.

El protagonista es Manuel. Tiene 26 años. Le han diagnosticado un cáncer, y le quedan unos cuantos meses de vida. Manuel tuvo un hermano gemelo, Agustín, el cual fue dado en adopción cuando era chiquitín, y ahí está presente el régimen de Videla, los desaparecidos y los hijos de los mismos. Manuel decide ir al encuentro de su hermano y lo consigue, y compartirá con Agustín sus últimos días. Agustín no es alguien normal y corriente, sino algo parecido a un chamán, un brujo, capaz de atraer la lluvia y curar enfermedades. La confusión que genera la presencia de Manuel al ser confundido con su hermano es cuando menos divertido. El libro se convierte a algo parecido a una road movie pero en lo literario, en esa búsqueda que le llevará a Manuel a descubrir lugares de la Argentina que no concocía, así como zonas de su pasado e historia personal hasta entonces inexploradas. Hete ahí la anagnórisis.

Algunos momentos me recuerdan a la singular y muy recomendable película de Rebollo El muerto y ser féliz, donde el protagonista tiene tres tumores y emprende un viaje junto a una desconocida por Argentina, deambulando durante más de cinco mil kilómetros. Cuando el dolor resulta insoportable, serán los camellos locales los que solucionen el problema con dosis de heroína, morfina o similares. A Manuel le sucede lo mismo. Así el dealer local se convertirá cuando sean requeridos sus servicios y por unos momentos en algo parecido a un sanador.

El libro tiene los elementos para resultar interesante, pero su desarrollo hace que su lectura resulte más un ejercicio de estilo que tiende hacia lo poético y lo simbólico, impidiendo que la historia cale y su lectura remueva minimamente. Al menos en mi caso.

En la edición del libro que ha hecho Mondadori para Latinoamérica sus primeras páginas contiene unos mapas. En la edición de Lengua de Trapo, no, asi que quien quiera situar a los personajes y no sea argentino, o incluso siéndolo, debera hacer uso del atlas.

La broma infinita (David Foster Wallace 2002)

La broma infinita libro David Foster Wallace
David Foster Wallace
Mondadori
1208 páginas
2002

Hay libros que no quieres que se acaben y otros que no ves la hora de terminarlos. La broma infinita es uno de ellos.

El libro del escritor americano, ya fallecido, David Foster Wallace (DFW), es uno de esos libros a los cuales les precede su fama. DFW se suicidó después de media vida con depresiones. Cuando alguien muere está demostrado que la obra de cualquier artista coge vuelo, la de los escritores también.
La Broma Infinita (The infinite jest) la publicó DFW en 1996. En España llegó en 2002. DFW junto a otros escritores americanos como Philip Roth, Cormac McCarthy, Don DeLillo y Thomas Pynchon, nos dicen especialistas en literatura americana como Eduardo Lago que conforman un cuarteto de los mejores escritores americanos vivos. Me temo que la literatura americana contemporánea no es lo mío. Quizá tenga que ver con un hecho cultural, con lo poco que tiene que ver un americano y un europeo o español. Así he leído a DFW con curiosidad reverencial. Hay un alud de páginas en la red donde la gente se dedica a explicar de qué va el libro, a desmenuzarlo, capítulo a capítulo, como hacían los fan de Perdidos en Lostpedia.
A medida que lo vas leyendo, uno entiende el sentido de estas blog aclarativas.

DFW tenía un mundo propio. Un mundo que al lector no le resultará fácil entrar.

En ciertas páginas me he reído y asombrado con las cosas que DFW es capaz de plasmar en el papel. Tanto por su originalidad como por lo caústico de su prosa. Pero ha sido un espejismo. Más allá de la página 600, he sufrido leyendo. Algo parecido a hacer el Camino de Santiago andando sin entrenar previamente. El desafío consistía al final en acabarlo, para comprobar que casi todo queda en el aire.

Me gustan los escritores concisos. DFW peca de verborrea digital y da la impresión de que todo lo que le venía a la cabeza lo vomitaba en el papel. El libro hubiera resultado igual de bueno o malo con muchas páginas menos. A la larga, la historia se alimenta de otras muchas historias. El libro lo podemos visualizar bajo la apariencia de un árbol y donde DFW es una ardilla que corretea por el mismo a su antojo, ya sea por el tronco o por las ramas.

Hay páginas que tienen el mismo atractivo que el de un prospecto. Hay páginas que son ristras de acrónimos. La galería de personajes que nos presenta DFW es lo mejorcito que uno puede conocer o soñar: drogadictos, prostitutas, sádicos, violentos, alcohólicos, pederastas, violadores, acosadores sexuales, etc. Si uno cree que ya todo está perdido y que el mundo está podrido La Broma Infinita quizá le ayude a precipitarse al vacío, porque el libro es triste y gris como el grafito.

Encontrarán en la red personas para quienes este libro es un objeto de culto, críticos literarios que nos digan que este libro es una las cien mejores novelas americanas de todos los tiempos (que ha influido e influirá a miles de escritores), otros a quienes su lectura les ha transformado (esto se entiende que es para bien). A mí La Broma me ha hecho perder casi un mes de mi tiempo. Tiempo que hubiera dedicado gustosamente a leer a otros libros que tengo esperando sobre la mesilla desde hace semanas. Un amigo me pasó La Broma infinita en epub para leerlo en el móvil. Resultaban más de 5000 páginas, así que decidí acarrearlo de un lado para otro, valiéndome de un carro.

Paseando La Broma infinita

La broma infinita no lo es. Por los pelos.

Leyendo un domingo soleado en un parque La Broma un niño que conocía me preguntó si eso que estaba leyendo era La Biblia. Le mostre el título y se encogió de hombros. Eso sí, la portada le resultó muy graciosa.

Constatación brutal del presente (Javier Avilés 2011)

Constatación brutal del presente
Javier Avilés
2011
Libros del silencio
174 páginas

Constato brutalmente que Jon Bilbao no es vasco, nació en Ribadesella y Javier Avilés no es asturiano, nació en Barcelona.
Constato brutalmente, y para bien, que Avilés no es feo, el pueblo.

El narrador ya no puede narrar, está imposibilitado, además el lector es inexistente, la escritura también. Vamos bien.

Estos juegos le gustan mucho a Enrique Vila-Matas, por eso en sus libros, sus personajes, él, sueñan con desaparecer y esconderse dentro de una o, o bien hacen una apología del fracaso, de la derrota, de la renuncia, como si el escritor debiera ser algo parecido a un estilita. Por eso, una novela que nos hable del fin de la escritura, de la imposibilidad de narrar, de la imposibilidad del lector, a Vila-Matas le molaría, tanto como para recomendar a Avilés y su blog El lamento de Portnoy donde Avilés expone entre otras cosas sus teorías literarias.

Respecto a la novela: polvo cenizas cables tuberías vómitos sangre semen mierda carnecruda rabia hambre sed ansia dolor miedo angustia sueños poesía silencio cerdo Koala La Cúpula Sección 9 Kubrick Cervantes Goethe Ulises hoyhoyhoy acabar FINAL

Les interesa la narración y las emociones que ésta les provoca. Es el nacimiento de la literatura.

No es esto imbécil, no es esto.. ¿y qué es?.

Me declaro incompetente.
Desaparece el libro.
Desaparece el lector.

Esta petit reseña nunca existió.

I Festival Palax Logroño Palacio de los Deportes 11 de Mayo

I Festival Palax Logroño

Ayer, 11 de Mayo en el Palacio de los Deportes, en mi ciudad de Logroño, asistí al I Festival Palax. Palax, es una cerveza riojana que acaban de lanzar recientemente al mercado. En el botellín de cerveza no se hace mención alguna a su origen riojano, pero la fabrican en Nalda. Esta cerveza es tan riojana como el vino o nuestro aceite. Una cerveza, la Palax, que dicho sea de paso, está muy lograda. Tiene cuerpo y un agradable sabor afrutado.
Las puertas las abrieron a las 20.30 h. A esas horas estábamos cuatro gatos en las gradas, y un par de personas delante del escenario sentados, cogiendo sitio.

Este Festival recogía un monólogo de humor a cargo de Ernesto Sevilla, la actuación de una concursante del programa La Voz, Maika Barbero, una actuación de un grupo integrado en su mayor parte por discapacitados, Motxila21 junto a Marea y como fin de fiesta, El Drogas, ex de Barricada que sigue en pie de guerra, a sus años.

Ernesto Sevilla se plantó en el escenario y logró hacernos reír, soltando por su boca, un buen montón de burradas de todo tipo. Su humor chanante o bien te descoyunta la mandíbula o se te queda un careto que parece que te han empalado. Ernesto no dejó títere con cabeza. Empezó haciendo chascarrillos sobre el muñeco-Rajoy, le dio un buen repaso a la capilaridad de la Pantoja a la falta de inteligencia de Paquirrín (monóculo en 3D), a las adiciones de Marichalar y los tiros que se da Froilán, al carterista Urdangarín, a Maria Teresa Campos, en un apartado acerca de esos humanos que parecen animales puestos de pie. Ernesto hizo la gracia sobre las relaciones necrófilas, sí, follar con muertas, o con mujeres tan pasivas que lo parecían, sobre acostarse con caballos, o con mujeres que tienen su misma cara-quijada, Sarah Jessica Parker, por ejemplo.
Sobre las tendencias que nos vienen de Estados Unidos, como el blanqueamiento anal, los estragos de la adolescencia, espacio en el que el cerebro humano solo alberga un pensamiento: folllar. Y potar en el coche camino de la costa con la familia, y oír las coñas marineras sobre su hermana, cuando se queda bizca, sobre aquel amigo que se depiló las cejas pelo a pelo y nunca ligaba porque se corregía ese erial cárnico con corrector y la gente pensaba que tenía unos cambios de humor muy bruscos. Chascarillos surrealistas y delirantes no aptos para todos los estómagos, ni sensibilidades.
Ernesto tiene su gracia, a pesar de todo. En línea con lo que fue su monólogo, acabó su actuación, con dos espectadores sobre el escenario que le ayudaron en los chorus a cantar ese temazo titulado «Hijo de puta«. Sí, hay que decirlo más. En fin…

Después de Ernesto, subieron al escenario y lo ocuparon en su totalidad los navarros Motxila 21, junto a Kutxi y otros miembros de Marea y El Drogas. El grupo Motxila 21, entre sus 21 componentes hay 12 chicos y chicas con síndrome de down (y otros 9 voluntarios con otro tipo de síndrome según nos refirió su vocalista), lo cual no les impide apasionarse con la música y tocar distintos instrumentos: tambores y saxofones. El lider del grupo hablaba inglés, vasco y castellano y le gustaba mucho la pelota, así que se nombró al de Tricio, Titín. Y tocaron unos cuantos temas. Uno con El Drogas y otro con el Kutxi. Me gustó ver a un grupo de personas superando sus límites, los que a menudo les imponemos los demás. Las canciones eran en euskera. Para alguien, como el menda, que apenas sabe cuatro palabras en esta lengua como esternokleidomastoideo, chacolí o chapela, me limité a disfrutar de la música, que no de las letras.
Me hubiera gustado haber escuchado algún tema más de Kutxi y su voz cazallera. Como reclamo, en la foto, ver en el cartel al Kutxi Romero, surtió efecto. El Kutxi en su canción hablo de Emilio López, de Navarrete, el Rey de La Rioja.

He puesto un vídeo de Motxila 21 y El drogas. No tiene mucha calidad pero es lo que da de sí mi móvil.

Y de regalito otro vídeo. La canción, No somos distintos, que Kutxi Romero, el mejor letrista de este país (basta para confirmar esto escuchar temas como Corazón de mimbre, Pan duro, Los mismos clavos, Viento de poniente, Ciudad de los gitanos..), junto a Joaquín Sabina, cantó con los Motxila 21. Además Kutxi Romero publicó el día 14 de mayo un disco titulado «Aquí huele a Romero«, donde Kutxi selecciona treinta canciones, colaboraciones que ha realizado con otros grupos, que han reclamado su presencia a lo largo de estos quince años. Si en estas canciones Kutxi ha aportado su voz, con Motxila 21 es el único grupo, con el que además de voz ha compuesto la música. Ahí es nada.

Después de Motxila 21, le llegaría al turno a Maika Barbero. Maika no es un triunfita. Ella vino de La Voz, programa televisivo que nunca he visto, y tiene un vozarrón. De momento se dedica a hacer versiones sobre música enlatada. Cantó temas de U2, Bon Jovi, Scorpions, The Queen, Bonnie Tyler, entre otros. Y nos presentó un single de su cosecha, En tus manos. El cual ha sido posible gracias a Melendi, nos contó. Maika tiene voz pero le faltan tablas. Uno flipó con semejante voz, escuchando como imita temas míticos, pero ahí queda la cosa. O sacas un disco con letras propias y le das tu impronta, deviniendo un artista singular o te conviertes a la voz de ya en otro triunfito o vocecilla venida a menos en cuatro días y si no al tiempo.

Finalmente El Drogas apareció sobre el escenario. De Barricada conozco unos cuantos temas de mi época juvenil. Del Drogas en solitario apenas conocía ningún tema y cuando éste llevaba ya unos cincuenta minutos sobre el escenario, de pie, a cuatro patas, o reptando, porque al Drogas meterse de todo, le ha dado la elasticidad de un mimbre que se cimbrea y el andar serpenteante de una boa constrictor, me levanté y me fui para mi casa, mientras las tres jóvenes de delante y los dos de al lado se fumaban su cigarrito tranquilamente. Porque aunque parece ser que está prohibido fumar en el Palacio de los deportes, sin ser una plaza de toros, todo el mundo se saltaba la prohibición (y ese Estado Policial, que mencionaba El Drogas en uno de sus ladrillazos) a las torera. No sé si Kutxi saldría a tocar algún tema con El Drogas, En tu agujero por ejemplo. Los que aguntastéis hasta al final que me lo cuenten, si os place, poniendo un comentario.

La entrada costaba 15 euros. Una amiga me la consiguió por 12 euros en un portal de internet. Y durante el concierto en una de las pausas, vimos que en otro portal de descuentos, la vendían por 9,95 €.