Archivo por meses: junio 2013

El cordero carnívoro (Agustín Gómez Arcos 2007)

El cordero carnívoro Agustín Gómez Arcos Editorial Cabaret Voltaire
Agustín Gómez Arcos
Editorial Voltaire
391 páginas
1975, 2007

A través de la blog de Daniel Espinar naufragué en la playa literaria del escritor Agustín Gómez Arcos, fallecido en 1998 en Francia y enterrado en Montmartre. Agustín era homosexual, de familia republicana, y detestaba el país que la posguerra había dejado. Ser rojo y homosexual en esa España incivil era tanto como tener una abismo bajo los pies cada mañana.

Así que Agustín cansado de ir contracorriente y ver como su logros en la dramaturgia eran ninguneados sistematicamente por la censura del regimen franquista, en los años sesenta cogió su maleta y cruzó la frontera, para asentarse en Francia, en 1968. Allí, escribiría sus obras en Francés, donde conseguiría dos veces optar al prestigioso Premio Goncourt, para ser luego condecorado con la Orden de las Artes y las Letras de Francia.

En 1975 publicaría, su primera novela, El cordero carnívoro, escrito en su estancia en Grecia (merced al anticipo que le brindaría su editor. Fue a raíz de esta obra cuando Agustín pudo vivir de y para escribir). La editorial Cabaret Voltaire ha tenido a bien traducirlo y publicarlo. Además de este libro, tenemos otras cuatro novelas más de Agustín Gómez Arcos publicas en la misma editorial (El niño pan, Ana no, La enmilagrada y Escena de caza), así como la obra completa de su poesía.

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No aceptes caramelos de extraños Andrea Jeftanovic

No aceptes caramelos de extraños

Me gustaría leer este libro, me gustaría comentarlo. Pero no me es posible, de momento. Tras leer el relato de Andrea Jeftanovic en el libro colectivo Mi madre es un pez, quería leer su libro de relatos No aceptes caramelos de extraños, publicado por Seix Barral.

Este escrito es un llamamiento de auxilio. He buscado en las librerías físicas y virtuales, en La central, en Amazon, en La casa del libro. Nada. No lo venden en ningún sitio. Si alguien sabe de algún rincón en la blogosfera donde puede comprar el libro de la chilena Andrea Jeftanovic que hable ahora o calle para siempre.

El precio de la lectura

La colmena Clara

Uno de los argumentos que emplean los que no leen para seguir haciéndolo es afirmar que los libros son caros.
Teniendo, como tenemos, bibliotecas públicas, a lo largo y ancho de todo el país (hablo de España), uno puede leer lo que le apetece (o casi todo) y cuanto le apetece sin gastarse un euro. Si no te dejas llevar por las novedades y eres paciente puedes adquirir en edición de bolsillo los libros a la mitad de precio de su precio original y en muchos caso incluso mucho más baratos, por 6 o 7 euros, ahí tenemos la Antología Poética de Pessoa por 2,95 € gracias a Austral Básicos.

Si tienes amigos lectores siempre te pueden pasar los libros, sin nececidad de comprarlos. Si a eso sumamos las descargas ilegales que parece ser cada vez proliferan más y las revistas que a menudo se venden acompañadas de libros, te puedes ir a tu casa, como he hecho hoy yo, con la Revista Clara y La Colmena de Camilo José Cela por 1,95 euros. La revista vale 1,50 €, el libro por tanto 45 céntimos.

Mirando por la red, veo que este libro de Camilo José Cela editado por RBA, en Amazon lo venden por 19,95 euros. No sé que gana RBA con estas técnicas de venta, pero yo estoy encantado de la vida con mi compra, y espero estarlo todavía más cuando lo lea, porque en el colegio e instituto recuerdo haber leído La hoja roja, El camino, La guerra de los botones, La Madre, Walden dos, entre otros tantos libros, pero no La Colmena. Ya toca.

Pagar 7 euros por un cubata me jode. Por un libro no. Cada dos cubatas que no me endiño gaznate abajo, otro(s) libro(s) más que puebla(n) mi biblioteca. No digo más.

La lección de anatomía (Marta Sanz 2008)

Lección de anatomía portada libro
Marta Sanz
Editorial RBA
Año: 2008
301 páginas

Marta Sanz no se esconde detrás de unos personajes de ficción en esta novela titulada La lección de anatomía, publicada en 2008, a sus 40 años. Quizá porque los cuarenta sean esa tierra de nadie o de todo, donde uno toma conciencia de que de todo comienza ya a hacer mucho tiempo; de que los recuerdos se empolvan y acumulan y sin darnos cuenta las historias vividas son ya casi batallitas en nuestras bocas, es un buen momento, entonces, a los cuarenta, el ecuador existencial (si hacemos caso de las estadísticas sobre la esperanza de vida) para hacer balance de esas distintas etapas que jalonan nuestra existencia.

En una vida sin altercados emocionales, sin desgarros vitales, sin tropezones irremediables, al abrigo de una familia que te acoge mima y quiere, en unas instituciones educativas en las que Marta no fracasará y en las cuales irá sumando titulaciones (estudios de primaria, secundaria, bachillerato, COU, Selectividad, Licenciatura, Doctorado…) y unas relaciones de pareja donde encontrará amor, más que otra cosa, la autobiografía de Marta Sanz, a la que todo le ha ido, si nos atenemos a lo leído, siempre de cara, podría resultar burguesa, ñoña, autocomplaciente y aburrida hasta decir basta. Sin embargo, a pesar de las reticencias que tuve en las páginas iniciales por su tono contenido y solemne, como si la autora no tuviera muy claro que cariz darle a su historia personal (tenía en mente mientras la leía novelas similares que había leído recientemente como la Javier Pérez Andujar, Los Príncipes Valientes y el repaso de sus andanzas escolares o la Naturaleza Infiel de Cristina Grande con una entrada en la edad adulta plagada de relaciones amorosas), a medida que vamos avanzando la historia va cogiendo consistencia y entidad.

Me maravillo con la capacidad y buena memoria que tiene Marta Sanz para poner por escrito lo que uno siente y experimenta cuando tiene 8, 10, 12 o 16 años y subsiguientes, dado que a menudo, al menos en mi caso, recuerdo a ciertos compañeros de pupitre que tuve en el colegio durante la EGB o cuando hice COU, también anécdotas varias sobre el profesorado que nos contamos los de la cuadrilla cuando el alcohol sube a nuestras pupilas una y otra vez, para una y otra vez descojonarnos (es cierto, repetimos una y otra vez lo que tiene o nos hace gracia), pero de ahí a ser capaz de rememorar esos años de una manera tan diáfana, clara, precisa, lúcida e inteligente hay un buen trecho.

Ese espacio en blanco, embutido de memoria y desmemoria, de recuerdos y olvido es sobre el que Marta arrojará luz con su buena memoria y el buen hacer de su oficio como escritora, para armar su memoria con recuerdos: unos tristes, otros alegres, en sus años escolares, en el instituto, en la Universidad; su debut laboral, la manifestación del deseo sexual, las pérdidas familiares, todo ello impregnado de melancolía, de añoranza. O al menos con esos ojos he leído estas páginas, al darme cuenta de todo lo que voy dejando atrás. Además, como el libro es autobiográfico incluso la ciudad de Benidorm es una protagonista más de la historia.

La novela de Marta Sanz me ha emocionado, pues toca la fibra sensible y le pone a uno sin darse cuenta en la obligación de echar la vista atrás, de ver el camino recorrido y los otros caminos desdeñados: afectivos, laborales, etc… y eso nos lleva a pensar en las otras opciones no consumadas, en otras vidas no vividas, en otras experiencias que no fueron tales, o incluso como hace la autora en apostar por afianzar y asumir lo que somos: ese pasado remoto capitalizado en presente continuo y ponerlo por escrito, para disfrutar (nosotros) con su alma desnuda; la de Marta Sanz.