Archivo de la etiqueta: ejemplaridad

Javier Goma Lanzón Editorial Gutenberg 2011

Ingenuidad aprendida (Javier Gomá Lanzón 2011)

Javier Gomá Lanzón
Galaxia Gutenberg
2011
176 páginas

El bilbaíno Javier Gomá Lanzón ha obrado el milagro. No recuerdo la última vez que leí un ensayo filosófico. No sólo he leído Ingenuidad aprendida, sino que además su lectura me ha resultado de lo más provechosa, siendo consciente de lo subjetivo del calificativo. Gomá lleva publicando artículos en El País, desde 1998. Vale la pena leerlos, todos ellos. Muchas de las ideas, conceptos, reflexiones, que aparecen en los artículos forman parte de este libro, publicado en 2011.

¿Cuál/es es/son el/los pensamiento/s de Gomá?.

Otros entendimientos más fértiles han logrado alumbrar un gran caudal de ideas, mientras que el mío, estéril y seco, sólo ha dado una, a la que he dedicado mi vida con devoción filosófica: la ejemplaridad, hilo conductor de mis tres primeros libros (Artículo Las razones de la ejemplaridad)
Los tres libros son: Aquiles en el gineceo, Imitación y experiencia y Ejemplaridad pública.

Lo que Gomá pretende y desea es una transformación, un cambio, no tanto a nivel global, algo siempre impersonal y dificilmente medible, sino algo que tiene que ver más con la esfera privada de cada uno de nosotros. Si en las afueras del individuo casi todo está reglamentado por un aluvión de normas jurídicas que nos asfixian, en nuestro coto privado, reina la mayor libertad imaginable, limitada únicamente por el respeto que debemos a lo demás. Es en ese puertas para adentro donde Gomá quisiera que naciera esa transformación individual. ¿Cómo lograr ese cambio?. Él lo asocia a ese idea de ejemplaridad sobre la que lleva tantos años trabajando y dando forma. Nos habla Gomá de las buenas costumbres, de aquello que vale la pena respetar y mantener, de la fuerza arrolladora que tiene el ejemplo, el buen ejemplo, que de manera directa o indirecta, activa o pasiva, nos influye, porque siempre nos empapamos de los demás, queramos o no, dado que vivimos en una comunidad, donde nuestras acciones no pasan desapercibidas para el resto de miembros. Por tanto, la ejemplaridad no sería algo exigible sólo a los políticos (vemos a diario que los políticos distan mucho de cualquier ejemplaridad y dudo que sean modelo de conducta para nadie a medida que las cárceles se van llenando de concejales, alcaldes, presidentes autonómicos, diputados, senadores, etc), para quien se llega a decir que lo más importante de ellos sería su vida privada, pues se vota más a una persona que a un programa o ideario político. Obama ganó las elecciones sin haber publicado ningún libro de teoría política. Sin embargo los votantes tuvieron a su disposición varias autobiografías del afroamericano. Puede ser que la gente no las leyera, que aquello no tuviera nada que ver en el resultado final, pero el tirón personal de Obama es insoslayable. La tarea pendiente es pasar de la liberación a la emancipación. Esto es, que esa liberación tenga una significación, un sentido, algo que nos aleje de la barbarie y nos arrime a la virtud. ¿Ingenuo?. Ingenio, más bien.

Javier Gomá Jotdown
Javier Gomá – Jotdown

El gran acierto del libro de Gomá es el lenguaje que emplea. Ingenuidad aprendida es un ensayo filosófico cuyo destinatario va más allá de la comunidad filosófica, porque Gomá quiere seguir los pasos de Ortega y Gasset, y dar validez a su célebre cita: “La claridad es la cortesía del filósofo”, y sí, este ensayo resulta muy claro, lo cual es necesario para los lectores como yo que no siendo especialistas en la materia, estamos interesados por la filosofía, por el pensamiento, y apreciamos la labor antiaristocrática que ejerce Gomá de acercarnos casi tres mil años de filosofía, de invitarnos a participar, y dejar de ser convidados de piedra, de salir de ese bucle pernicioso de las universidades donde se estudia filosofía pero no se enseña a filosofar ni a pensar por sí mismo de un modo autónomo, como nos decía Kant en el siglo XVIII, para permitirnos gozar de esta filosofía mundana.

Este libro, ejemplar, me ha ganado para la causa, para la de Gomá.

PD. No les vendría mal a los jóvenes que cursan la asignatura de filosofía en el bachillerato, tener a mano un libro como este o similar. Recuerdo que cuando estudié filosofía en el instituto estuvimos casi un mes con los presocráticos. Y a sabiendas de que no entraba para la Selectividad. Al final del curso todos teníamos un revoltijo en la cabeza que nos impedía distinguir la contribución de cada filósofo a la Historia de la Filosofía. Han pasado ya bastante años, pero la semana pasada, en la biblioteca, dos adolescentes al lado mío entre arrumacos y carantoñas estaban estudiando para un examen de filosofía. Ella le decía a él, que a San Agustín le iba a dedicar dos horas y tres pasadas. A eso queda reducida la filosofía hoy, a empollar malamente la Historia de la filosofía, en plan píldoras, que se engullen, hacen efecto (aprobar el examen, o no) y olvidarlo todo, para dejar sitio para nuevos desconocimientos. Hete ahí la diferencia entre estudiar filosofía y enseñarnos a filosofar.

Entrevista a Javier Gomá en Jotdown