Las siete maravillas de la economía en España

Uno. España es el país de Europa con más paro: el 20,2% de la población activa, el doble de la media de la UE. Es una anormalidad absoluta dentro del primer mundo. Es una tasa de desempleo similar a la de Mozambique (21%), Sudán (19%) o Iraq (19%).

Dos. Antes de que llegase la crisis, España era el país con mayor porcentaje de contratos temporales de toda la UE; al igual que el actual paro, la temporalidad también doblaba la media europea.

Tres. España es el país con más billetes de 500 euros de toda la UE: uno de cada cuatro está aquí. El 65% del dinero que circula en España está en billetes de 500. Las cifras apenas han bajado tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y aún suman 52.244 millones de euros. Un altísimo porcentaje de este dinero no se declara y deja al año un fraude fiscal de unos 16.000 millones. Somos medalla de bronce en economía sumergida de toda la UE con una tasa cercana al 20% del PIB; sólo nos ganan Italia y Grecia.

Cuatro. Los altos directivos españoles son los mejores pagados de Europa. En 2009, en el peor año de la crisis, sus sueldos crecieron un 15%: los altos cargos de las empresa del Ibex 35 ganaron un millón de euros de media. Un jefazo de Telefónica cobra igual que 103http://www.devaneos.com/wp-admin/post-new.php,5 de sus trabajadores juntos.

Cinco. El salario medio en España es de 21.500 euros brutos anuales: la mitad que en Alemania, Holanda o Reino Unido. Es una media engañosa: el 63% de los españoles es mileurista o algo peor. España es uno de los países de la UE-15 con mayor desigualdad económica, sólo por detrás de Portugal. La tasa de pobreza es del 20,8%, también de las más altas de la UE.

Seis. España es el único país de entre los 30 más prósperos del mundo cuyo salario medio real no creció en los años buenos. Entre 1995 y 2005, el salario medio real de los españoles perdió un 4% de poder adquisitivo; entre 1999 y 2006, los beneficios empresariales crecieron un 73%.

Siete. España es el único lugar conocido donde los autónomos y pequeños y medianos empresarios que pagan por módulos declaran, de media, menos ingresos anuales que los trabajadores y los pensionistas.

Esto es solo en el aspecto económico, en el aspecto educativo podríamos hablar de la tasa de fracaso escolar, del nivel del profesarado, de nuestro pésimo dominio en lenguas extranjeras. Tampoco se comenta en este artículo que rula por ahí, nada sobre las elevadas tasas de empleo juvenil, que son bochornosas. No España no va bien, va de puto culo.

Dublinesca (Enrique Vila-Matas 2010)

Dublinesca
Enrique Vila-Matas
288 páginas
2011
DeBolsillo

Dublinesca es un torrente de sensaciones, un artefacto cargado de sorna, de mucho humor, con alicientes varios como ese viaje que siempre promete aventuras, ese salto inglés, que cambiará la vida del protagonista de nuestro libro, Samuel Riba, editor sin editorial, autocrítico consigo mismo, que ve como su esperanza de vida son ya unos pocos años en el horizonte, con visitas semanales a sus ancianos padres que se alimentan de los viajes que éste les narra, en convivencia marital con una mujer que decide hacerse budista, que pasa de la literatura como pasa de él, un Samuel Riba, que ahora que no está bajo los focos, se siente desnortado, de ahí que busque a toda costa (aunque sea en la Irlandesa) un momento en el centro del mundo y convenza a unos amigos, escritores, para ir a Dublin a celebrar el funeral de la Galaxia Gutenberg (una de las editoriales de nuestro país), la muerte de la literatura, del autor, de su figura de editor. Una cátarsis paródica de un hombre postrado en una mecedora que a pesar de tenerlo todo en contra, a la deriva de mares etílicos, encontrará de nuevo la esperanza. Cierto. Somos nosotros, estamos aquí. La putada es que no hemos venido para quedarnos, o quizá mejor así y tengan razón los días laborables.
A Enrique Vila-Matas, es un placer haberlo leído. Si tenía ya unas cuantas razones para leer Ulisses de Joyce, ahora me lo ha puesto en bandeja (en 2016, cayó Ulises y yo en él).

Como colofón comentar que el autor se mueve bien en terrenos virtuales, no sé yo si será un hikikomori pero su página web es una delicia, a años luz de otras muchas de otros escritores, donde solo aparece una foto, la bibliografía y nada más. Si queréis haceros una idea de cómo ha impactado el libro en su web tenéis comentarios a porrillo. Lo de la bola de billar con el número 8 ya es para nota. Sí, Babelia lo considera la octava mejor novela del año. Esto de las listas es una sandez, pero a las editoriales les viene de maravilla para promocionar a sus autores. Si quieres leerlo, por tema de pasta no creo que sea problema pues sale en edición de bolsillo por menos de 10 euros el 4 de marzo.

Vamonos ya a Alemania

Yo ya lo veía venir, por eso hace ya meses que empezé a estudiar alemán, ya estoy listo para largarme a Alemania. Otros hace pocos dias que han empezado un curso básico del alemán, a ver si lo acaban antes de que Alemania entre en crisis. Sehr gut! aunque no es todo oro lo que reluce, según Günter Wallraff las estadísticas de paro en Alemania están manipuladas y existen estudios que constatan un aumento del 350% en los últimos ocho años de las personas que ingresan en clínicas psiquiátricas por sobrecarga laboral. Más info

Según expertos periodistas el plan secreto de Merkel es unificar sueldos, pensiones e impuestos en Europa.

Los hundidos y los salvados (Primo Levi 1986)

Con el comentario de este libro cierro la trilogía que el escritor Turinés Primo Levi dedicó al tema del genocidio nazi. En Si esto es un hombre, cuenta el viaje que le llevó en tren en 1944, hacinado junto a otros miles de italianos (mujeres embarazadas, niños y ancianos incluidos) desde su lugar de origen en el norte de Italia hasta tierras polacas, en Buna Monovitz y una vez en el campo de concentración, hace un análisis de como fueron los meses que estuvo allí internado hasta que finalmente son liberados.
En La tregua, nos contaba su odisea, para ir desde Buna hasta su casa, en un viaje de varios meses con anécdotas y aventuras desternillantes.
Finalmente en Los hundidos y los salvados, escrito en 1986, un año antes de su muerte, o suicidio según dicen algunos, hace un ensayo, comentando y respondiendo a las preguntas que durante los años posteriores a la publicación de Si esto es un hombre le fueron formulando en las charlas, conferencias que iba impartiendo por todo el mundo. Viene a ser como cerrar el círculo. Levi reconoce que lo suyo fue algo excepcional, dado que la inmensa mayoría de los que fueron en los vagones desde Italia murieron. Sobrevieron 20 de 650. Se salvaron unos pocos, unos porque eran protegidos de alguien, o bien por pura casualidad. En su caso, según cuenta Levi el tratar de aprender algo de aleman de cualquier manera, sacrificando su pan o su potaje, para ser capaz de interpretar los gruñidos de sus superiores, le evitaría unas cuantas palizas de más, a su vez, sus conocimientos de química, mejoró en algo sus condiciones, y finalmente le respetaron las enfermedades y no le venció ni el hambre, ni el cansancio ni el frío.
En la parte final del libro, Levi expone algunas de las cartas que le han ido llegando tras publicar sus libros. Muchas son de alemanes, pero practicamente ninguna le convence. Son disculpas que le resultan demasiado tibias, sin apenas convencimiento. Ese parece ser la conclusión que Levi saca. Que tras el holocausto, en su momento muchos miraron para otra parte. Después cuando todo se desveló, resultó ser una verdad incómoda, donde muchos tenían mucho que callar.
Levi habla del suicidio de otros compañeros que conoció en los campos, gente que salió de allí como muertos vivientes que al final se quitaron la vida. Levi, optó por contar su historia a todo aquel que quisiera contarla, con el propósito de que al menos la gente tomara buena nota de las barbaridades que podían llegar a cometerse, incluso en un país como Alemania, un país de gente culta y refinada, que auparía a Hitler al poder, a sabiendas de que este odiaba a los judíos, pues era algo que no ocultaba, para después ser ya incapaz de poner freno a la barbarie.
Si al final se suicidó quizá fuera porque como había comentado en su obra, a menudo el superviviente tiene un estigma, un peso encima, algo parecido a la vergüenza, con la eterna pregunta ¿por qué yo he sobrevivido y no otros?, rondándole en la cabeza, pregunta que se desvanece cuando todo acaba.
Levi como humano que es habla de otros supervivientes como él, y ahí aparecen las comparaciones, los distintos puntos de vista, y es lo que menos me gusta del libro. No obstante es inevitable. Cuando Levi escribe este ensayo es ya una figura pública, un superviviente del holocausto, al que muchos conocen y han leído, y ahí es cuando otros supervivientes también cuentan su historia, o la maquillan o la tergiversan, donde la memoria traiciona y acuchilla.

Novelas de Primo Levi

Si esto es un hombre
La tregua
Los hundidos y los salvados
El sistema periódico