Compañía K (William March 2012)

Compañía K William March portada libroEs de agradecer que la editorial Libros del silencio haya publicado Compañía K, que William March escribió en 1933. Sí, ha llovido desde entonces, pero más vale tarde que nunca. El género bélico no me apasiona y los libros antibelicistas tampoco, pero Compañía K sorprende, se disfruta y alimenta.

El autor, William March, estuvo en el ejército americano durante la Primera Guerra Mundial batallando en Francia contra los alemanes y de su paso por el ejército casi 20 años después de haber finalizado la guerra escribió 113 relatos cortos. Cada uno de ello se corresponde a cada uno de los soldados que integraban la compañía. Es díficil no caer en lo redundante, en un bucle que solo lograría aburrir al lector. No, March a través de cada relato va dando poco a poco una vuelta de tuerca más, exprimiendo su razonamiento, que no es otro que exponer las distintas vivencias de los soldados. La guerra es patética porque mueren soldados, que son personas con padres, madres, hijos..Lo que nos ofrece March es un todo poliédrico, donde resuena múltiples voces que hablan sobre aquello que define al hombre, a saber; la justicia, el honor, la bondad, la compasión, la violencia, la ira, la envidia, etc.

El libro comienza con las anécdotas en el frente de batalla, y luego con el regreso al hogar. Si la vida en el frente ya era frustante, el regreso para muchos fue un infierno. Nadie viene ileso de un guerra, ya sea en el plano físico o emocional y ahí un puñado de relatos donde los antes soldados, ahora ya como civiles, luchan una guerra sin cuartel contra su pasado, con acciones detestables, que realizaron cumpliendo órdenes, pero que en nada restan ni minoran su crueldad. Surge entonces el arrepentimiento, la búsqueda de la compasión, de la ternura, del cariño de los otros, y muchas veces encuentran lo contrario. Algunas voces que oímos son las de los muertos, en el preciso instante en que los destroza un obús o los atraviesa una bayoneta.

A pesar de que el libro a mí me haya parecido contundente, el autor que está de vuelta de todo, sabe que a veces uno consigue exactamente el objetivo contrario de lo que pretende en un principio. Así, cuando un soldado decide montar una organización desde la cual difundir los males de la guerra, la cantidad de actos atroces que se cometen, la falta de humanidad que preside muchas acciones o casi todas las acciones militares en ese negocio de la guerra, lo que consigue es atraer a unos cuantos al mismo tiempo que otros muchos deciden meterse en la policía o en el ejército para defender esas injusticias. Vamos, que esto es como el huevo y la gallina.

Me ha gustado y mucho Compañía K.

Baile con serpientes (Horacio Castellanos Moya 2012)

Baile con serpientes Horacio Castellanos MoyaA pesar de que Tusquets lo ha publicado este año, este libro de Horario Castellanos Moya se publicó originariamente en 1995. Horario pergeña una historia que tiene su encanto. Todo se desata, expande y desenfrena cuando un sociólogo en paro entabla conversación con un pordiosero, Juan Bustillo, que vive en la vía pública, dentro de su chevrolet amarillo para malestar de los vecinos que no lo ven con buenos ojos. Poco después Juan Bustillo es asesinado y el sociólogo usurpará su identidad. Descubre entonces que dentro del auto hay unas serpientes que hablan y asesinan a todo bicho viviente y tienen espíritu lúbrico y el sociólogo siembra el caos mientras la policía con Lito al frente y los medios de comunicación con Rita como buque insignia le siguen la pista o más bien el rastro que las sierpes asesinas dejan a su paso. No falta el humor socarrón en esta farsa desmadrada, donde el autor según cuenta la escribió del tirón, sin tener un guión prestablecido, vomitando sobre el papel aquello que le fue viniendo en mente. A veces esto alumbra obras maestras, otras, productos que se manufacturan y en este caso se reeditan de nuevo, una vez que el autor ha cogido ya cierto prestigio. Un pasatiempo sin mayores pretensiones que el de mantenernos entretenidos un par de horas.

Desfile de carrozas 2012 Reinosa fotos

Ayer por la noche tuvo lugar el Desfile de Carrozas en Reinosa. Hubo miles de personas, a lo que contribuyó una temperatura muy agradable. Estas fotos que he hecho son de este mañana, donde las carrozas y las charangas han vuelto a desfilar.

Cabezudos en Reinosa Fiestas San Mateo 2012 durante el desfile de carrozas

Los cabezudos y los niños corriendo delante de ellos

Las damas de homor y la Reina de las fiestas de San Mateo en Reinosa 2012

Damas de Honor y la Reina de las fiestas de San Mateo

Desfile de carrozas Reinosa 2012

Desfile de carrozas fiestas San Mateo 2012

Fotos reinosa desfile de carrozas San mateo 2012

Desfile de carrozas Reinosa San Mateo 2012

Desfile de carrozas Reinosa San Mateo 2012

Desfile de carrozas reinosa 2012 fiestas San Mateo

Reinosa desfile de carrozas 2012 fiestas San Mateo

Reinosa fotos del desfile de carrozas 2012 fiesta de interés turística regional

Si quieres ver las fotos con mayor resolución para disfrutarlas como se merecen pincha aquí.


Fotos del desfile de carrozas del Diario Montañés

Las manos pequeñas (Andres Barba 2008)

Las manos pequeñas
Se publican un aluvión de libros en España cada año. 103.000 libros en 2011. El tiempo es limitado y esto al lector le obliga a seleccionar las lecturas.
A tal fin, me inicio en la lectura de la obra de Andrés Barba con su libro Las manos pequeñas, publicado por Anagrama en 2008. Es un libro de 112 páginas. Su extensión me lo hizo recomendable para esas horas muertas que cobran vida con un buen libro entre las manos. En este puñado de páginas el autor, dando muestras de su habilidad con las palabras, logra cimentar un universo claustrofóbico, donde vive Marina, una niña que tras perder a sus padres en un accidente de tráfico, ira a vivir junto a otras niñas en un orfanato, donde marcará las diferencias, siendo fruto de las envidias del resto de sus compañeras de viaje. La violencia soterrada está ahí, cociéndose a fuego lento hasta aflorar.

El libro perturba, desasosiega, toca la fibra. Como el anciano que en una residencia recibe atención pero no cariño, Marina en el orfanato recibe asistencia pero no besos, caricias, abrazos, y eso la va vaciando al tiempo que crece. De ahí esa busqueda por la piel ajena, ese aliento ajeno que le insufle vida, como las pilas a una muñeca.

Andrés Barba | La hermana de Katia (2001)