La hermandad de la buena suerte

La hermandad de la buena suerte Premio Planeta 2008

A mí los Premios Planeta me dejan muy frío. De los que leído estos años del que mejor recuerdo guardo es el de Juan José Míllas. Lo que no me cuadra es que presentándose tantos cientos de autores al final los libros ganadores sean tan mediocres. Se preparó una buena cuando Juan Marsé despotricó contra la ganadora de hace tres años con el libro Pasiones Romanas. El ganador este año ha sido Fernando Savater, que además de su faceta como filósofo y su posicionamiento contra ETA, escribe también ensayos, libros infantiles y novelas bajo pseudónimo como esta. El libro no sé muy bien como catalogarlo, porque me ha dejado de un aire, como un pan a medio cocer.

No hay demasiada intriga que digamos y una vez que nos presentan a los personajes, estos dan muy poco de sí. Se ambienta en el mundo de las carreras de caballos, donde dos mandamases se disputan la victoria de un torneo, llevando a cabo prácticas poco legales para conseguir sus fines. La lectura se hace amena, eso es cierto, y Savater hace gala de buen humor, insertando continuos chascarrillos algunos más logrados que otros. La trama se insufla de cierto misterio porque hay un presunto caso que resolver por parte de un grupo de maleantes. A Savater le puede su profesión de filósofo y hace continuos insertos de pensamientos clásicos en boca de los protagonistas de la novela.
El final queda abierto y el resto del libro también, como si el afán del autor no fuera cerrar círculos, sino abrirlos, dejar una huella ligera en la arena que luego lamerá la marea.

Dudo mucho que este sea el mejor libro de todos los presentados al premio, pero me temo que lo que buscan los gerentes de Planeta no es a un Don Nadie, sino alguien conocido que les permita vender libros como rosquillas (la gente entra en las librerías y pide directamente un Planeta o un par de ellos, si se coge el pack con el otro finalista), y Savater cumple perfectamente, el criterio de «rostro conocido«.

Un pensamiento en “La hermandad de la buena suerte

  1. lidia

    alguien, por favor, me puede explicar el final de este libro, La Hermandad de la buena suerte, anoche me quedé fria no, helada. A mi entender una cosa es dejar un final abierto, y otra es escribir un final que para mi, y quizá sera solo yo….. no tiene ningún sentido. Gracias!
    pd. una pena pq el libro me estaba gustando muchisimo, en tres dias llegué al final….

  2. Doctor GB

    Bueno, que puedo decir que ya no se haya dicho. Ayer acabé el libro, el día que me lo regalaron hice bien en dejarlo apilado entre un montón de documentos. Así quedó hasta ese día en el que no encontraba nada interesante que hacer, nada nuevo, nada excitante, nada que me hiciese sentir lo que es vivir. Ese día empece el libro, sí, lo empece para matar el tiempo, solo eso, para empezar a coger sueño por las noches ¡gran decisión! Gran decisión puesto que este libro deja el tiempo transcurrido con el olor de la descomposición y flatulencias de los cuerpos marchitándose. El final, sí amigos el final, fué un buen final, no merece otro. Lo asumo, en todo momento sabía que era un caramelo sin azúcar.

    No tengo palabras sobre la respuesta de ir al hipódromo para entender el final. Mis palabras podrían ser más nocivas que el hedor de este tiempo putrefacto. ¡No! no vayais, este libro no se merece ni un segundo más, ¡no busqueis más en internet! preocupaos por «Ulises», buscad Iliadas ¿pero esto? esto no. Voy a tirarlo a la basura. A su autor, gracias por entretener mi tiempo y proporcionarme el diálogo con morfeo.

  3. Moises

    A mi me invade un sentimiento contradictorio, me gustaba el libro, me parecia interesante ver como unos personajes que en un principio nos lo presentan como estereotipos, de ahi sus «apodos», profesor, doctor, principe, sultan, jefe, me recordaban no se por que a la pelicula «el golpe», y como despues asistimos al desarrollo de sus pensamientos acercandonos a su alma, y dejan de ser esos planos estereotipos.

    Pero hay una cosa que me supo mal, y es el penultimo capitulo, el titulado «hic sunt leones», en el que van a la isla de la Leonera a rescatar al jockey,es al final cuando logran salvarlo y su conversación previa, me parecio totalmente vacia, hueca, sin valor.

    Sobre el final, he de decir que cuando empece a leerme el ultimo capitulo me dio en la nariz que iba a pasar lo que paso, al final el bueno de Wallace tubo su buena suerte, y nosotros nos quedamos como el sin saber nada más.

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