Archivo de la categoría: Jean Echenoz

www.devaneos.com
Jean Echenoz
Editorial Anagrama
2013

14 (Jean Echenoz 2013)

Jean Echenoz
Editorial Anagrama
2013
98 páginas

Este año, 2014, se conmemora el centenario del inicio de la I Guerra Mundial, que asoló el continente europeo. Jean Echenoz se adelantó un año, y el año pasado, publicó 14, donde el escenario son los frentes de batalla de dicha Guerra.

Quien esté interesado en el tema tiene material bélico para darse una jartada, pues hay cientos de libros publicados este año que versan sobre la I Guerra Mundial. Echenoz le da otro enfoque.

Leo que este libro sintetiza lo mejor de la escritura echenoziana. Ravel, me gustó bastante, 14, escasamente.

Echenoz se aleja de lo más técnico de la guerra para irse por otros derroteros y fijar su atención sobre otros temas: el peso desmedido de las mochilas que portan los soldados, la inserción del mundo animal dentro de una contienda bélica, las tretas de los soldados para dejar el frente (lisiados), los riesgos mortales de la deserción, la implacabilidad de los gendarmes, la inutilidad de la guerra, la desorientación de estar sobre el terruño disparando a ciegas, siendo asesinado, despedazado, gaseado, o trinchado, también a ciegas, etc.

No es este un libro de muchos personajes y los pocos que aparecen son ligeros, pasajeros como nubes. Tengo la sensación de que Echenoz trata de escribir un ensayo sobre la Guerra y da igual que sea la I o la II. Y en esa guerra el protagonista, Anthime, deja su pueblo junto a tres amigos, para ir al frente, en tren, para pegar allí tiros, sin tener muy claro donde se encuentran, sin saber apenas usar un arma, sin las menores nociones de cualquier táctica. Todo esto no importa porque instruido o no todos ellos son carne para la picadora, alimento para las moscas.

Anthime tiene un hermano, Charles y éste una novia, Blanche, y los dos irán al frente. El primero muere, el segundo está a un tris. Vuelve Anthime manco, entre vitores, acreedor de tamaña fortuna, al poder dejar el frente de batalla. Que sean otros los que se maten.

En este libro no hay héroes, ni valientes, ni escenarios bélicos apasionantes, ni batallitas que contar a los nietos, ni medallas a las que sacar lustre, ni hazañas que plasmar en una autobiografía. Cero épica. Cero heroicidad.

La guerra, cualquiera guerra, no deja de ser otra cosa que una ofrenda de cuerpos jóvenes, que vacía las calles de las ciudades de los países implicados en la contienda de jóvenes, dejando luego ausencias, viudas, soledad, vacío.

Echenoz deja de lado el ruido y la furia, la metralla y la pólvora.
Echenoz está a otra cosa. 14 es tan breve como poco intenso.
Resulta ameno, sí, pero insuficiente y aséptico.

14. 15 capítulos. 98 páginas.

Editorial Anagrama 2010

Ravel (Jean Echenoz 2010)

Jean Echenoz
128 páginas
Editorial Anagrama
2010

Uno de los propósitos lectores que me había hecho para este año era leer algo de Jean Echenoz (Orange, 1947). Dicho y hecho: leído.

Ravel es la décima novela escrita por Jean Echenoz y como el nombre del título indica versa sobre Ravel. A muchos les sonará el nombre, asociado al Bolero, de Ravel. En 128 páginas el autor francés acomete la tarea de presentarnos los últimos diez años (1927-1937) en la vida del afamado compositor.

Jean no opta por el elogio, por la exaltación, sino que todo es muy analítico, y está presidida la novela, por el distanciamiento entre el escritor y la figura pública sobre la que escribe y en algunas ocasiones el autor se cuestiona si ciertas cosas ocurrieron como se contaron entonces o si bien habría que ponerlas en tela de juicio.

Ravel se nos muestra como un hombre solitario, achacoso, fatigado de tanto trabajar en sus composiciones musicales, al cual no se le conocen amores, ni excesivas amistades, un hombre, decía, atildado, coqueto y pionero en el vestir, fino, delicado, áspero en el trato, dueño y señor de la fama que gestiona con agrado, acomplejado por su reducida altura y peso, que casi le impide participar en la I Guerra Mundial, para al final lograrlo, conduciendo un camión cerca de Verdún, en el ojo del huracán diariamente, de donde saldría ileso.

Lo veremos dejando su país, Francia, haciendo una travesía en un crucero de lujo hacia los Estados Unidos, recibiendo la bienvenida de la Estatua de la Libertad y realizando luego un viaje frenético por los distintos estados americanos, en un ferrocarril de lujo, recibiendo aplausos, ovaciones, halagos, reconocimientos y embolsándose en su periplo americano un buen puñado de dólares.

Jean Echenoz

Después regresa a su tierra, vacaciona en San Juan de Luz, descansa, sigue componiendo obras, como su famoso bolero, en 1928, aumentando su éxito, recibiendo el doctorado honoris causa en Oxford, hasta que llega el punto de inflexión: el derrumbe, la pérdida de facultades y el dominio de sí mismo, un accidente de tráfico, la senectud, las intervenciones quirúrgicas, la muerte, toda la nada infinita por delante.

Si al principio el libro no me encandiló demasiado, una vez que Ravel llega a suelo americano, el libro de Echenoz comienza a interesarme, la figura de Ravel también. Ravel, un músico de éxito, cuya soledad es similar a la del resto de los mortales, que nos llega al lector por obra y gracia (y fino humor) de Echenoz que logra una gran obra minúscula.

Reincidiré con Echenoz.