Archivo por años: 2007

88 minutos crítica película

88 minutes cartel películaAl Pacino a estas alturas ya no sé si actúa bien o no. En «El mercader de Venecia» lo vi actúar con tal exceso de muecas que me estresó. En 88 minutos es Jack, un forense del FBI, de proceder poco claro (es capaz de inducir un falso testimonio para salirse con la suya), el cual recibe una llamada que le avisa que en 88 minutos estará criando malvas. Además de forense, Jack, da clases de psicología en la universidad a unos alumnos muy espabilados, los cuales, cuando una de sus compañeras de pupitre aparece asesinada, todos ellos entran en la nómina de sospechosos.

Jack perdió a su hermana hace años, cuando era niña, y el asesino tardó 88 minutos en quitarle la vida, sin escatimar en vejaciones y actos macabros que Jack aún tiene frescos en el subsconsciente. Ahora que el presunto asesino de su hermana y de otras mujeres está en la cárcel, a escasas horas de ser ejecutado con una inyección letal, alguien trata de crear confusión, asesinando con el mondus operandi del detenido, dado que si el asesino está encarcelado, alguien fuera trata de hacerse pasar por él o ¿acaso quién está en la cárcel no es el asesino?.

Todos los que pululan por ahí parecen sospechosos de estar detrás de las llamadas que recibe Jack, el cual se las ingeniará para desenmascarar al acosador telefónico. Desde que recibe la llamada, los 88 minutos transcurren en tiempo real, así que todo transcurre a un ritmo frenético en esa cuenta atrás, en la que Jack no ganará para sobresaltos y contratiempos, giros inopinados, golpes de efecto, que permiten pasar un buen rato, con esta entretenida historia, donde la intriga y el suspense se dan la mano.Entre los rostros conocidos están Amy Brenneman (la chica que descubrimos en Policías de Nueva york y en Pánico en el tunel), Leelee Sobieski (Eyes Wide Shut), William Forsythe

La Primavera ha venido, nadie sabe como ha sido

PrimaveraHay que tener alma de poeta para expresar con un simple pareado tanto como el que titula este post.

Yo, con mi facha más mundana, me he levantado esta mañana y he visto un sol radiante por la ventana. Me he puesto el chandal y me he bajado a la calle a comprar el periódico y el pan. Entre los comentarios de las gentes de esta España dominguera, cosas de actualidad, que si vaya con el Barça, que si viste ayer el eclipse de luna

Pero entonces un hombre, al ir a despedirse, ha soltado como si nada un: «Hasta luego, y feliz primavera a todos«.

«Hay me han dao«.

Pues sí, la primavera ya ha llegado y al parecer para instalarse ya entre nosotros, aunque astronómicamente hablando, aun quedan unas semanas y algo menos en lo referente a lo económico, que ya se sabe, que ahí es El Corte Inglés el que marca tendencia.

El diablo viste de prada crítica película

El diablo viste de prada cartel película Tiene cierta gracia esta comedia centrada en el glamouroso mundo de la moda. Entre sus alicientes ver a Meryl Streepen una comedia, si bien, ella que interpreta a Miranda, la directora de una afamada publicación de moda, a la que todos temen, por su carácter árido y desabrido, nada tiene de cómico. A la revista llega una chica licencia en periodismo, que pasa olímpicamente del mundillo de la moda, pero que tiene la inmensa fortuna de trabajar como segunda adjunta de Miranda.

El camino a recorrer es arduo, duro, no exento de socavones y ofensas, en un entorno hostil e inhóspito en el que Andrea se tiene que armar de paciencia para no hundirse y sacar la cabeza a flote, aguantando la presión y los malas maneras de Miranda, de cuya boca nunca salen palabras de reconocimiento. El diablo viste de prada es una comedia que peca de ñoña, con un humor bienientencionado y amoroso, indoloro, en las que los desplantes de Miranda no consiguen hacérnosla ver como una mujer odiosa y aborrecible, pues al final de la cinta tenemos ocasión de comprobar que los poderosos también lloran, y que bajo esa capa de hormigón hay un corazón que sufre y late, como el de los demás.

La elección de Anne Hathaway como Andrea es todo un acierto, pues esta chica a la que algunas voces ven como la sucesora de Julia Roberts, le da a su papel la ternura y candidez necesaria, para algodonar más la trama. El «happy end» moralizante en el que finalmente Andrea abre los ojos, y retoma su vida anterior, junto a sus amigos y su novio, es la guinda de este pastel azucarado no apto para hiperglucémicos. No creo que Meryl Streep se lleve su tercer Oscar por este papel. Prefiero a Kate Winslet en Juegos Secretos.