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Guerra y paz (Tolstói)

Agosto de Guerra y Paz

En 2019 comencé la lectura de Guerra y Paz. Al acabar el primer libro abandoné la lectura. Este mes de agosto he decidido darle y darme otra oportunidad. Ya saben, una lectura de estas estivales de evasión y/o victoria. Diez días después de reiniciar la lectura concluyo ahora el primer libro y me aventuro pues hacia una tierra incógnita.
El caso es que, al menos de momento, y ya van 425 páginas, la lectura no me apasiona ni me engancha, lo cual no deja de sorprenderme (para mal), pues hablamos de un clásico de la literatura universal.
Me gustaría conocer vuestras opiniones sobre la novela, si hay algún libro de los cuatro que sobresalga del resto, alguna de sus quince partes que os haya resultado inolvidable, algún personaje o pasaje memorable, este tipo de cosas. Algo en definitiva que me aliente a seguir avanzando, a fajarme en su lectura, sin ver menoscabado mi ánimo lector.

Guerra y Paz

Benditos lanzamientos

Entre los lanzamientos que inundarán las librerías en las semanas venideras quiero destacar uno muy especialmente. Un libro de sobra conocido, Guerra y Paz de Tolstói. Lo especial de esta reedición es que Austral recupera la traducción que Lydia Kúper hizo para El Aleph Editores. Un libro que hoy está descatalogado y resulta inencontrable. Yo lo adquirí, o esa era mi idea y me timaron. Este lanzamiento es para mí, de tan deseado, casi un advenimiento. Ya queda menos hasta el 4 de octubre.

Charles Baudelaire

Las flores del mal (Charles Baudelaire)

Me parece un arte complicadísimo la traducción. Me parece aún más difícil traducir poesía. En este caso, las poesías de Baudelaire, del francés al castellano. En una poesía, cada palabra es un mundo, y una palabra puede malograr un poema.

Estoy leyendo la traducción de Carlos Pujol para Austral. Que es como sigue:

XII
La vida anterior

Mucho tiempo viví bajo amplísimos pórticos
que los soles marinos con mil fuegos teñían,
y sus grandes pilares, majestuosos y rectos,
simulaban de noche ser basálticas grutas.

Con las olas giraba la visión de los cielos,
concertando del modo más solemne y más místico
los enérgicos sones de su música inmensa
y el color del crepúsculo reflejado en mis ojos.

Allí tuve una vida de tranquilos deleites
rodeado de azul, de esplendor, de oleaje
y de esclavos desnudos impregnados de aromas

que con hojas de palma refrescaban mi frente,
y que sólo tenían por misión ahondar
el punzante secreto que por dentro amargaba.

En internet este libro está colgado en uno de esos repositorios donde se puede encontrar casi de todo.

La traducción encontrada ahí es como sigue. Atención también a los signos de puntuación.

XII
La vida anterior

Yo he vivido largo tiempo bajo amplios pórticos
Que los soles marinos teñían con mil fuegos,
Y que sus grandes pilares, erectos y majestuosos,
Hacían que en la noche, parecieran grutas basálticas

Las olas, arrollando las imágenes de los cielos,
Mezclaban de manera solemne y mística
Los omnipotentes acordes de su rica música
A los colores de poniente reflejados por mis ojos.

Fue allí donde viví durante las voluptuosas calmas,
En medio del azur, de las ondas, de los esplendores
Y de los esclavos desnudos, impregnados de olores,

Que me refrescaban la frente con palmas,
Y cuyo único fin era profundizar
El secreto doloroso que me hacía languidecer.

Creo que una sola lectura no es suficiente para sacarle el jugo a esta extensa colección de poemas. Me han gustado los dedicados al vino, y aquellos con referencias mitológicas. Baudelaire recurre a los mitos griegos (Circe, Caronte, Electra, Sísifo…) y a obras como la Odisea, para enhebrar sus poesías, que abundan en lo trágico, en lo desgarrador, en una continua imposibilidad de amar a tanta beldad, en la bajada continua a los infiernos, con poemas poblados de muerte, demonios, gusanos, sepulcros, borrascas, oscuridad; todo aquello que cifra un mundo en descomposición.
Deja la puerta a veces abierta a la esperanza, mediante la huida hacia latitudes más amables, la cual enseguida se ve ahogada por los dedos negros de la muerte, de la imposibilidad, por esa angustia, ese spleen al que dedica también unos cuantos de sus poemas.

Lo dicho, toca, leer y releer en bucle, unas cuantas veces más, para seguir decantando estos versos y disfrutar del aroma de estas flores, del mal.