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La guerra de Sidi Ifni

Leyendo el libro El Héroe de Manuel Rivas, conozco la existencia de la guerra librada en Sidi Ifni. Una guerra que se llevó tan en secreta, que pareciera no haber tenido lugar. En el reportaje que se transcribe se dan más detalles sobre esa guerra fantasma.

El general Mariano Gómez de Zamalloa, el laureado del Pingarrón, el héroe de la División Azul en las estepas rusas, recibió en su despacho de gobernador general de Sidi Ifni, África Occidental, un telegrama de Madrid con el siguiente texto: «Representante bandas armadas asegura a partir 12,00 horas día 30 harán alto el fuego ese sector. Observe cuidadosamente actitud enemigo, extremando precaución. Fuego propio totalmente prohibido. Aviación no debe volar». Ese día 30 era el del mes de junio de 1958. Va a hacer ahora cuarenta años. El texto del telegrama venía a decir que la guerra había terminado.

Pero ¿qué guerra? ¿Existió alguna vez -como decía Giraudoux de la de Troya- una guerra en Ifni? Después de todo, ¿acaso existió Ifni? ¿Existe aún? Es verdad que murieron al menos 300 españoles y que más de 500 fueron seriamente heridos en las batallas, que muchos miles de soldados de reemplazo lo pasaron muy mal en las trincheras y puestos de vigilancia montañosos de aquel enclave africano, y hasta época tan reciente como 1969, pero ¿fue aquello una guerra?
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Volver crítica de la película de Almodóvar

Es muy posible que volvamos de los Estados Unidos con una estatuilla bajo el sobaco, sino más, gracias a Volver. El Oscar a la mejor película de habla no inglesa es muy probable que se lo den y se barajan también otros: Mejor director para Almodóvar y mejor actriz para Penélope Cruz. La campaña publicitaria iniciada en los Estados Unidos está siendo generosa tanto en esfuerzos personales como económicos y ya se sabe que en el cine vale tanto la promoción como la calidad intrínseca del producto que se quiere vender.

En cuanto a la película que nos ocupa, Volver, Almodóvar transita caminos ya recorridos anteriormente en su filmografía. Ahora bien, la escena en la que vemos a Raimunda viviendo junto a su marido y a su hija, presume un cambio en la trayectoria de Almodóvar. Por fin tenemos la posibilidad de ver una familia estructurada y convencional, de las de toda la vida, formada por una padre, una madre y una hija. Es un mero espejismo, pues como no podía ser de otro modo, el padrastro pretende abusar de su hijastra, y de esta guisa el único hombre que aparece en la película es asesinado por su hija en la cocina. Raimunda «cum laude » en abusos sexuales generacionales», con rauda resolución toma las riendas de la situación y ubica a su difunto marido en un arcón congelador de un restaurante próximo del que Raimuinda tiene las llaves. ¿Rocambolesco, verdad?. Sigue leyendo

Halt Luis Rogelio Nogueras poeta cubano

En el concierto que Silvio Rodríguez dio en Logroño, el 10 de septiembre, el cantautor habló de este poema, el cual leyó entero. Viene a cuento, viendo lo que Israel hace con el Líbano, Palestina y cuántos le rodean.

Halt Luis Rogelio Nogueras poeta Cubano

Recorro el camino que recorrieron 4000000
de espectros.
Bajo mis botas, en la mustia, helada tarde de
otoño
cruje dolorosamente la grava.
Es Auschwitz, la fábrica de horror
que la locura humana erigió
a la gloria de la muerte.
Es Auschwitz, estigma en el rostro sufrido de
nuestra época.
Y ante los edificios desiertos,
ante las cercas electrificadas,
ante los galpones que guardan toneladas de
cabellera humana
ante la herrumbrosa puerta del horno donde
fueron incinerados
padres de otros hijos,
amigos de amigos desconocidos,
esposas, hermanos,
niños que, en el último instante,
envejecieron millones de años,
pienso en ustedes, judíos de Jerusalem y Jericó,
pienso en ustedes, hombres de la tierra de Sión,
que estupefactos, desnudos, ateridos
cantaron la hatikvah en las cámaras de gas;
pienso en ustedes y en vuestro largo y doloroso
camino
desde las colinas de Judea
hasta los campos de concentración del III Reich.
Pienso en ustedes
y no acierto a comprender
cómo
olvidaron tan pronto
el vaho del infierno

Auschwitz-Cracovia, 21-10-79

Viaje a Estocolmo (Stockholm), Suecia, Escandinavia

BahíaCuando viajas a un país extranjero la impresión que te llevas del mismo puede variar mucho respecto a la que se lleve otro. En mi caso, nada más bajar del avión empezaron las buenas noticias: no hacía el frío que me esperaba, más bien hacía una temperatura buena, para ser finales de Abril en Estocolmo o al menos mejor de lo que creía.

Pero dejemos el tiempo aparte, porque no hay nada que un buen abrigo no pueda arreglar. La siguiente sorpresa fue respecto a las suecas: no, no son como en las películas de Esteso y Pajares, pero sí, tienen su fama merecida, porque la proporción de rubias, altas, delgadas y con una belleza natural de esas que impresionan sobrepasa cualquier expectativa. No les hace falta maquillarse ni usar despampanantes modelitos, ni siquiera arreglarse el pelo. La gran mayoría tienen unos cuerpos esculturales, una piel tersa y van por ahí como si nada, sin darse cuenta de su potencial.

Mapa de EstocolmoOtro sentido que se altera es el del oído, cuando pasan un coche tras otro traqueteando sin aparente motivo, hasta que caes en la cuenta: ruedas de clavos para la nieve. No sé si dañaran el firme de las carreteras, pero por esa época, que las nieves quedaban lejos, al menos por la zona, era curioso el gran número de coches que llevaban ruedas de esas. No sé si era pronto para poner los neumáticos de verano o simplemente los dejan todo el año.

Los 5 sentidos agradecieron también que en ningún local de la ciudad estuviera permitido fumar. Para que lo hiciera la gente las salidas de los garitos acordonaban una zona donde la gente salía a fumar pacientemente, en camiseta, a pesar de que la temperatura no fuera como para tanto. La cosa tenía truco, porque en casi todos había calefactores en la parte superior para calentar al personal. En España pasar por al lado de un bar ya te deja impregnada la ropa a humo, pero allí, podías salir toda la noche, que la ropa llegaba a casa limpia y sin olores. Eso es también nivel de vida.

César SarachuEntre los datos curiosos, haber visto un cartel de una película sueca de estreno donde aparecía Cesar Sarachu (Bernardo de Cámera Café) entre el reparto, o cruzarnos con la cantante griega que representará a su país en Eurovisión rodeada de fans pidiéndole autógrafos y cantando con ella. Parece ser que vive en Estocolmo y es sueca. Estuve por arrancarme con algo de las Ketchup, pero preferí no tentar a la lluvia…

Estocolmo es una ciudad levantada sobre 14 islas, por lo tanto por medio de la ciudad pasan enormes canales, que no sé bien si pueden considerarse mar, ríos o canales, pero que tenían una corriente considerable. No llega a ser una Venecia o Ámsterdam, porque la ciudad da más sensación de tierra que de mar, pero limita los accesos a ciertas partes al verse cortada por los anchos brazos de agua.

AyuntamientoLo más famoso de la ciudad es sin duda alguna el lugar donde se producen las recepciones en la entrega de los Premios Nobel, el galardón más notorio del mundo entero. Es en el Ayuntamiento (Stadshuset) y es visita obligada. En él se ve la enorme sala azul, donde se realiza la cena, que no es azul, pero en su momento parece que lo fue o estuvo proyectado que lo fuera, la sala dorada, donde se realiza el baile. Esta sala sí es dorada, impresionante y con murales de la historia de la ciudad. También está la Sala del Consejo Municipal, para eso es un ayuntamiento, con su destacado techo de madera. Obligado antes de irse subir a la Torre (Stadshustorne), desde donde las vistas de la ciudad son espectaculares.

Otro dato interesante de Estocolmo y posiblemente muy desconocido: es la ciudad del mundo con mayor densidad de museos y puedes ver desde el casi obligado museo Nobel al Vasa, donde un espectacular y enorme barco antiguo de guerra duerme el sueño eterno encallado dentro de un edificio, pasando por el Museo de Arte Moderno, del español Moneo. Hay varios más sobre arte, antigüedad,… hasta sobrepasar los 70.

El carácter predominante entre los edificios es el neoclasicismo. La ciudad tiene apenas 8 siglos de antigüedad y varios incendios fueron destruyendo las partes más viejas, con lo que no quedan edificaciones con demasiada antigüedad, que sí hay por otras partes del país o cerca de la capital, donde la cultura vikinga (también hay museo de eso en Estocolmo) con sus runas, pieles, embarcaciones y armas está muy presente.

Las cafeterías y restaurantes tienen un ambiente acogedor de recogimiento. El café no está mal de precio, sobre todo teniendo en cuenta que se permite repetir siempre y te ponen unos vasos bien grandes. Llama la atención que todos ellos estén muy poco iluminados y la principal fuente de luz sean las velas que nunca faltan en ninguno de ellos. La época de la primavera tardía es ya de mucha más iluminación que el invierno, pero aún así deberían tener más apetencia de luz. Además, poder encontrarte con un grupo de nínfulas rubias descalzas revoloteando a tu alrededor, a cual más turbadora puede provocar que entres en un estado de calma tal que te dé igual un arre que so.

Esto contrasta sin embargo con la excesiva iluminación artificial de las calles y los edificios por la noche. Todas las calles están profusamente iluminadas y puedes encontrar edificios de oficinas vacíos pero con todas sus luces encendidas, así como las escaleras de las viviendas, también con iluminación permanente toda la noche.

SturehofY la noche en Estocolmo también es destacable. Aunque las chicas estén mejor cuanto menos se restauren, dada su peculiar naturaleza privilegiada, a nadie le amarga un dulce y verse rodeado de melenas rubias brillando bajo luces multicolores mientras unos ojos pintados de negro para resaltar aún más sus tonalidades entre el gris y el azul te miran punzantes y lo último que pasa por tu cabeza es aquello que decía el poeta de que no son ojos porque tú los veas, son ojos porque te ven. Recomiendo el Sturehof, un gran local que tiene un típico bar en la entrada, un tremendo restaurante en el centro, donde se puede comer salmón y arenque típico por unos 10€, a pesar de la apariencia señorial, y una especie de discoteca con gradas al fondo, donde el nivel de bellezas dejaría un concurso de Miss España a la altura del barro. Bueno, ni juntando a todas las mises de España de las últimas 5 décadas le haría sombra. Espectacular. Y ahí entra otro de los mitos escandinavos, que la gente es muy fría. No es para tanto. Al verte cara de guiri, alguna tía te vacila seguro, cosa que al menos en España no es tan común. No llegan a tener la sangre caliente caribeña, pero no lo llevan mal. Entre los chicos son más vacilones los de color, que son bastantes, que los rubios escandinavos.

Creo que Estocolmo me gustó y me hubiera quedado allí de por vida, tal vez llevado por el síndrome al que da nombre esta capital de Escandinavia.

Me dejo muchas cosas y podía haber contado alguna anécdota, pero lo dejo para otro momento.