Lo que no está escrito (Rafael Reig 2012)

Lo que no está escrito
Tras Todo está perdonado (de la que hablaré en este blog en breve pues ya lo tengo leído y lo estoy todavía digiriendo), Rafael Reig vuelve a publicar y lo hace con Lo que no está escrito. La historia que se nos ofrece dista mucho de la ambición de su predecesora. Aquí son dos historias las que se van entrecuzando y unos pocos personajes los que sustentan las historias. Por un lado tenemos a un matrimonio separado y un hijo adolescente como bisagra. El padre coge a su hijo adolescente para llevárselo con él a pasar tres días a la Sierra de Guadarrama a las afueras de Madrid, una excursión con la que el padre y el hijo quizá puedan recuperar algo del terreno perdido, un terreno no obstante minado, pues Jorge ya va avisado, conoces a su padre, lo ha sufrido y conoce sus ataques de ira, su querencia por la bebida, su empeño en hacer de él, no alguien feliz, sino un HOMBRE. Al irse, Carlos, el padre, deja a su exmujer, Carmen un manuscrito para que lo lea en su ausencia. Una vez que el padre y el hijo se encuentran ya en la montaña y Carmen comienza su lectura de fin de semana, le comienzan a asaltar las dudas, porque lo que lee le resulta familiar, conocido, vivido e intuido y sumando a lo que el texto tiene de objetivo, lo que todo lector pone de su parte cuando lee, a Carmen le llevan los demonios creyendo que su ex puede estar tramando una venganza contra ella, usando a su hijo como herramienta.

En el manuscrito escrito por Carlos una panda de garrulos de un barrio cualquiera tratan de escapar de su miseria material, que no moral porque para ellos ya no hay redención, secuestrando a un joven y pidiendo rescate al padre de la chica que está forrado. Surgen las analogías entre el cuerpo de esa novela y las hazañas que sufrirá Jorge en la montaña. Subyace de todos modos la sensación de que todo está escrito y uno no pudiera escapar del barrio, ir más allá de los muros del cementerio aledaño en el que acabarán muriendo. Sigue leyendo

Tajmahall comida India en Logroño

Tajmahall restaurante indio en logroño

Ya que en Logroño disponemos de pocos restaurantes étnicos la apertura de un presunto restaurante indio, en un local, donde en su día hubo un restaurante chino, que fue uno de los primeros chinos en abrir en la capital Riojana, y también de cerrar, es toda una noticia. Finalmente accedimos al local esta semana.

El restaurante es bastante grande, si bien estaba practicamente vacío. Allí recaló una familia, un americano y nosotros. Agradezco, no solo en los indios, sino en un japonés, que quien me toma nota, me asesore, como te asesoran si vas a una tienda a comprar ropa, un televisor o cualquier otro producto. El vendedor descubre le que te puede gustar y te ofrece un producto acorde con tus deseos. Esto en restaurantes a los que he acudido no sucede. Si vas a un Japonés, parece que tienes la obligación de ir con la lección aprendida, y si les preguntas la diferencia entre sushi, sashimi, te miran mal, como si fueras un ignorante que ha ido allí a hocicar, sin mostrar ningún respeto por su comida milenaria y lejos de verte ayudado te sientes ninguneado (o quizá no pero tengo las defensas bajas y estoy supersensible, que puede ser). En el Indio este de marras, el TajMahall, sucede algo parecido. Tienen una carta muy amplia, pero puestos a pedir auxilio o socorro, alguna recomendación, la chica que atiende, pone voluntad pero eso no ayuda, sino se conoce a la perfección cada uno de los platos. Hay que tener en cuenta sobre todo el picante que en estos platos hace acto de presencia. Si a alguien no le va el picante, y no le advierten y compruebas que tu lengua echa humo salvo cuando bebes cerveza, es posible que no repitas nunca más. Si te advierten o te orientan hacia otros platos que pueden adaptarse a tus gustos el varapalo puede ser menor.

Al final siempre tienes la opción de pedir un menú variado y así probar el mayor número de cosas a las bravas, que es lo que hicimos. Por la mesa desfilaron entrantes a bases de verduras y legumbres, que pecaban de aceitosos, un arroz mediocre (quien come sushi sabe que un pescado mediocre tiene arreglo pero un pescado excepcional con una arroz malo no tiene remedio. No lo digo yo lo dice un cocinero japonés cuyo nombre no recuerdo que lo explicaba el otro día en un reportaje estupendo sobre el Sushi en la 2), un pan, que era una torta aceitosa, y luego dos cacerolos de bolsillo, uno con pollo, una salsa de curry, coco y nata líquida y otro de cordero, flotando en una salsa con cilantro y demás hierbas. De postre nos ventilamos un batido de mango y una tarta con azafrán, que resultó ser lo mejor de la comida. Para beber cerveza india.

Al final de la sala había un televisor, encendido. Cuando la camarera nos tomó nota y una de nuestras hijas, como el oráculo que habla dijo «no se come viendo la tele«, la camarera entendió lo que quiso entender y lejos de apagar la tele, quitó el canal de Antena 3 y puso Clan (los que tienen hijos saben de sobra que Clan+Disney Chanel+Boing=Santísima Trinidad). Así las niñas mientras se ventilaban su arroz basmati con pechuga de pollo, echaban un vistazo a Bob Esponja y a Calamardo. El televisor se veía y se oía.

Uno sale de su casa para recibir nuevas sensaciones, entra en un restaurante, como el que entra un templo, gastronómico, en este caso, con idea de desconectar y dejar los sentidos a merced de los alimentos que ingiere y te das cuenta de no hay escapatoria, que los restaurantes, ya sea con televisores o con música a todo volumen, que también sucede, hacen que la experiencia gastronómica, no sea tal.

Si a la hora de pagar, te sueltan en todo el morro, a quemarropa, que no admiten tarjetas (lo cual no está escrito por ninguna parte, ni dentro ni fuera del local), y tienes que ir a buscar un cajero por la zona, el resultado de la cena es pésimo y tienes claro que no volverás, o quizá sí, porque como dice el refrán no podemos afirmar que «De este Indio no comeré».

A finales del 2013, el restaurante después de un año abierto ha cerrado. Fin de la historia. Ahora el que quiera comer comida india, o lo que sea que hagan en sus cocinas, tendrá que ir a la Calle Chile, que hay otro restaurante indio.

Taj Mahall cerrado en Logroño

TTA PERSONAL GMBH – Ni BORRACHO (Mi opinion)

Había leido pestes de esta agencia de trabajo en Alemania, TTAJOBSGERMANY, pero no terminaba de leer comentarios basados en su propia experiencia real, y como no es lo mismo verlo que vivirlo, como dice Samanta, inicie a mi vecino en la aventura de buscar trabajo en Alemania a través de esta empresa.
Es cierto que en los tiempos que corren, mucha gente se busca las alubias donde se puede y en estos momentos mucha gente ve a Alemania como un posible sitio donde poder encontrar trabajo. Gracias a esta tendencia, muchas «empresas» se aventuran en gestionar la búsqueda de trabajo para personas acuciadas en la necesidad que los políticos españoles nos han metido, pero estas empresas se parecen algo a infojobs?? OJITO, que hay que andarse con mucho cuidado. A continuación cuento los errores cometidos en esta aventura, para que otros usuarios que estén pensando en TTA Personal no los cometa.
Sigue leyendo

El sol brilla por la noche en Cachemira

El sol brilla por la noche en Cachemira Andres PascualAndrés Pascual es a día de hoy el escritor riojano que más libros vende en España y en el extranjero. Sí, sus libros se traducen a otras lenguas. No hablamos de calidad literaria, que para gustos colores, sino de ejemplares vendidos. No le ha ido nada mal a este abogado que publicó su primer libro en 2007, El guardián de la flor de loto, con la editorial Plaza&Janes y que cinco años después va a publicar su libro «El sol brilla por la noche en Cachemira«, nada menos que la editorial Planeta (Seix Barral, Paidós, Espasa..), una de las más fuertes del panorama editorial junto al Grupo Santillana (Taurus, Alfaguara..) y Mondadori. El libro se pone a la venta este martes 16 de octubre. La historia no parece a simple vista nada nuevo bajo el sol (aunque sea de Cachemira). A saber, un ejecutivo que quiere cambiar de vida, ayudando a otros, sufre un atentando y postrado en una cama, sufre un catársis de una enfermera que le sana por fuera y por dentro. Todo ello en 208 páginas. Seguro que es un pelotazo. Los libros de Planeta ya sabemos que los plantan en las librerías a lo grande, ocupando mucho espacio, dispuestos como si fueran los ladrillos de un muro, o algo similar, pero vamos, que es imposible no verlos.

Confieso no haber leído nada de Andrés por el momento, pero bueno, algún día me veré sin nada que leer a mano y le daré un bocado a El Haiku de las palabras perdidas, que me cayó unos Reyes y anda por alguna estantería cogiendo polvo, y quien sabe lo mismo me convierto en andrespascualófilo, o bien me da un corte de digestión, porque hasta la fecha mi organismo no metaboliza a Coelho, Ramiro Calle, Jorge Bucay, Alex Rovira y similares.