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Enfermos antiguos (Vicente Valero)

Acudo puntualmente a mi cita con Vicente Valero después de haberlo descubierto con la lectura en 2015 de El arte de la fuga. Luego vendrían la estupenda novela Los extraños, Experiencia y pobreza, Walter Benjamin en Ibiza, Las transiciones y Duelo de alfiles.

De una manera inopinada pero muy en comunión con los tiempos que corren he ido leyendo novelas que tienen la enfermedad como almendra literaria. No entres dócilmente en esa noche quieta, Tierra de luz blanda y ahora Enfermos antiguos.

Como sucedía en Las transiciones, Valero echa la vista atrás y regresa a sus años de la infancia, cuando éste tenía unos diez años. Corre el año 1973. Hay dos enfermos que se llevan la palma, por su notoriedad: Franco y Pablo VI. Uno moriría el 20 de noviembre de 1975, el otro el 6 de agosto de 1978.

Valero recuerda acompañar a su madre en la visita de los enfermos. Muchos de ellos conocidos de su abuela que al morir joven, con poco más de sesenta años, deja a su hija esa herencia de auxilio y acompañamiento al prójimo y así Valero se verá acompañado de su madre (muy dada a los festejos y a las alegrías populares que deparaban los toros, el fútbol…) visitando a familiares y conocidos, enfermos todos. Aquello no deja de ser para el joven una escuela de vida.

Presente en la narración está la escuela, la relevante presencia de un joven profesor con aires de hippy que resultará ser de alto rango nobiliario. Algo que le permitirá a Valero entender la pleitesía que todos le tributan a pesar de su juventud y apariencia. Reina también la amistad, con Guillermo, hijo de unos exiliados que regresan a Ibiza después de unas cuantas décadas fuera, con los nuevos vientos que soplan, porque el abuelo de Guillermo quiere morir –y lo consigue- en casa.

Guillermo viene como se va, después de haber dejado una profunda impresión en Vicente, tanto como la presencia de sus hermanas, a una de las cuales verá desnuda, disfrutando por vez primera el infante de la flamígera y subyugante belleza femenina.

Los nuevos tiempos que trae la caída de la dictadura y los albores de la democracia se rumian por los insulares con cautela. Lo que parece evidente era que el progreso asomaba ya por todas las partes y en la isla en la que vivía Valero, Ibiza, el turismo será el presunto nuevo maná, fuente de riqueza y empleo (los jóvenes querían ocupaciones menos esclavas que el campo, o que un bufete de abogados) que podría generar resquemor, pero también mucha esperanza, haciendo la sociedad más abierta, menos endogámica.

El tránsito, no hacia la vida eterna, pero sí hacia una –presunta- vida mejor, es la que cifra muy bien Valero en este sucinto texto de fluida prosa, que uno desearía fuera más extenso, pues da la impresión de ser este texto esa clase de novelas que se publicaban siglos atrás por entregas. Así la novela parece un episodio vital necesitado de una continuación que deseo llegue en el corto plazo.

Periférica. 2020. 142 páginas

Vicente Valero en Devaneos

El arte de la fuga
Los extraños
Experiencia y pobreza. Walter Benjamin en Ibiza
Las transiciones
Duelo de alfiles

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