Archivo de la categoría: Literatura americana

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Butcher´s Crossing (John Williams 2013)

John Williams
Editorial Lumen
2013 (publicado en 1960)
358 páginas

Bear Grylls se nos mostraba en la televisión como El último superviviente. Casi 60 años antes, Miller, uno de los protagonistas de esta intensa y muy recomendable novela, sería algo como El penúltimo superviviente.

Si el anterior y magnífico libro que leí de John Williams, Stoner, se ambientaba en el mundillo universitario (para luego disertar sobre la condición humana en todas sus vertientes), Butcher´s Crossing se centra en la naturaleza más salvaje, más desnuda.

El protagonista es Will Andrews, que allá por los años 70 del siglo XIX deja la Universidad tras licenciarse en Harvard, para vivir experiencias más intensas que las que le deparan los libros. Decide entonces irse al Oeste y conectar con su yo interior.

Tranquilos, no es este un libro de autoayuda, de esos que tratan de cambiar el mundo, como los de Andrés Pascual (nuestro escritor riojano más universal).

Will recala en Butcher´s Crossing típico poblado de un western donde hay cuatro casas, un salón-abrevadero, algún curtidor, un sastre, unas cuantas rameras, y muchos tipos sucios y mal afeitados que pasan la tarde templando el gaznate a base de alcohol y cazando.

Will cual etnógrafo quiere conocer los usos de la zona y se topa con con Miller, un cazador curtido en mil batallas que le cuenta un cuento mágico. Miller sabe de un lugar donde hay miles de bisontes, un lugar al que sólo él conoce como arribar. Un paraje que nunca ha sido hollado por el hombre.

A Will hacerse rico le da lo mismo, pues está más ávido de experiencias que de billetes, pero lo que le cuenta Miller le pone, así que decide correr con los gastos de la expedición. Al lado de Miller (el penúltimo superviviente), se situarán Schneider un alemán de profesión curtidor, que quiere hacerse con un capital y que es inaccesible como la cara norte del K2, y Charley Hoge, encargado del rancho, de montar el campamento: la intendencia en definitiva, agarrado a su Biblia y a la botella, con su único brazo bueno, pues el otro se lo amputó el frío.

Antes de dejar el pueblo, Will se queda prendado de Francine una bacante con la que no llega a acostarse pues sufre un arrebato de decencia al verla en cueros.

Una vez se ponen los cuatro en marcha, la novela deviene trepidante, un viaje apasionante, donde nuestros viajeros pasan de morir casi de sed, en busca de algún arroyo que les de la vida, a verse sepultados bajo la nieve entre montañas.

Gracias a Miller, un superviviente de tomo y lomo, para quien todo es fácil de resolver, quien nunca se pone nervioso, como si estar al límite de la existencia fuera su estado natural, el resto de los viajeros podrán salvar el pellejo porque por sí solos, no durarían allí solos, en la intemperie ni un par de días.

Miller y los suyos tienen un único objetivo: matar miles de bisontes, coger sus pieles, venderlas y hacerse ricos. ¿Lo conseguirán?. Vale la pena (mucho) leer el libro hasta el final para descubrirlo.

Si Stoner era muy introspectivo, aquí la mirada del narrador se posa más en el paisaje que rodea a sus personajes, en la naturaleza amenazante, que convierte al hombre en una marioneta a merced de la climatología adversa. Así, ya sea por la sed, el hambre, el calor o el frío, esta novela es una lucha del hombre contra los elementos, y en ocasiones contra los sentimientos, pues al contrario que Miller que ni sufre ni padece, Will sí se deja vencer por los afectos, la melancolía, la añoranza, y es capaz de salir de sí mismo para tratar de entender algo de lo que les está acaciendo en esa lección de vida.

Esta novela me ha gustado porque además de ofrecer unas páginas muy bien escritas, resulta una aventura adictiva, que transcurre a finales del siglo XIX, pero que resulta de lo más actual, pues esto de sobrevivir lo llevan haciendo los humanos incluso antes de ponerse erectos y pensar luego en mejorar sus condiciones de vida.

Si no sabéis qué libro llevaros estas vacaciones a la playa, a la montaña, al pueblo, al ambulatorio o a la cola del INEM, Butcher´s Crossing es el libro perfecto. Una lectura refrescante y vívida, como pocas.

Libro, literatura americana, 1965

Stoner (John Williams 2010)

John Williams
Editorial Baile del Sol
240 páginas
2010

Algunos libros te reconcilian con la pasión lectora, otros te reconcilian con el hecho de existir, otros, los menos, como Stoner de John Williams, logran las dos cosas a la vez.

Lo mejor que se puede hacer con un libro que te ha gustado mucho es recomendárselo a todo el mundo, en especial a la gente que nunca lee un libro. Así que si no sabéis que libro llevaros este verano a la playa. Si no tenéis claro si llevaros el último de Dan Brown, de Follet o de Dolores Redondo, tomar nota. Stoner de John Williams.

Sigo.

Stoner eleva a la categoría de obra maestra algo tan simple como el hecho de vivir. Pasan cosas en el libro, muchas, incluidas las dos guerras mundiales que tienen cierta presencia en la novela, pero la sustancia interior de la novela, es ese día a día en el que nos consumamos y nos consumimos todos los humanos.

Stoner nace en 1891, vive en el campo con sus padres en una granja y cuando va a la Universidad de Misuri a estudiar una ingeniería agrícola descubre su vocación por las letras, así que deja su futuro en el campo por una plaza como profesor en la Universidad, tras doctorarse.

Acontece la I Guerra Mundial y Stoner no va. ¿Es un cobarde?, pero dar su vida tan alegremente no le parece un buen plan.

John Williams
John Williams

Stoner se enamora de Edith y de seguido se casa con ella. Su luna de miel es de hiel y luego ella lo guía sin denuedo por el camino de la amargura. Unas páginas brillantes donde esa relación que nunca fue tal, se enquista y envevena, gangrenando toda emoción y sentimiento. Para más inri, tienen una hija, Grace, la cual es usada por Edith para hacerle daño, para menospreciarlo y menoscabarlo, al tiempo que ella renuncia durante años a su papel de madre, siempre ausente, siempre en la distancia, siempre enferma. Lo suyo es una náusea existencial.

Ahí va un pequeño texto de la novela.

John Williams Stoner

Y si hay amor y desamor a raudales, también habrá luego amor incandescente, furtivo esta vez, porque a fin de cuentas, lo que nos mueve a Stoner y al resto de los mortales es el deseo y la pasión. De nuevo unas páginas fascinantes donde Williams describe los episodios de ese amor furtivo que crece, explosiona y acaba con un epílogo no por menos esperado, indeseado.

La vida en la Universidad es un nido de víboras, donde a Stoner no le falta algún enemigo dispuesto a hacerle la vida imposible, si bien a Stoner más allá de la indecencia de algunos, la docencia le permitirá hacer en la vida aquello (y quizá lo único) que se le da bien, que es dar clase, concebido este hecho, casi como una disciplina artística.

Williams ya en el final del libro podría dejarse vencer por el sentimentalismo, provocando la lágrima fácil en el lector, pero de nuevo Williams, que a estas alturas del libro, a mí ya me tiene comiendo de su mano, acomete el final de la novela con un tacto exquisito y una limpieza y sobriedad que desgarran.

La imagen mental de ese libro deslizándose despacio y cayendo en el silencio de la habitación supera con creces los tan manidos lugares comunes que pueblan la literatura de la enfermedad.

No perdáis más tiempo leyendo reseñas sobre este libro y leerlo y luego me dais las gracias.

Stoner: sí, la vida fue/es/será esto.

Editorial La Uña Rota 2013

Ebrio de enfermedad (Anatole Broyard 2013)

Anatole Broyard
Editorial La Uña Rota
2013
184 páginas

A Anatole Broyard le llevó toda una vida morirse. Aconteció a los 70 años, por culpa de un cáncer de próstata.

Anatole Broyard afamado crítico literario, al saber que no hay nada que oponer a la muerte, más allá de la ira y la frustración por tener que dejar este mundo, opta por defenderse con las espadas del escritor, esto es, escribiendo. De esta manera, decide que los meses que le queden sean materia prima para escribir un libro autobiográfico, toda vez que tras haber examinado con lupa todos esos libros que forman parte de ese género literario conocido como «la literatura de la enfermedad«, no haya encontrado en ellos apenas textos de calidad. Parece que la no ficción ante una enfermedad terminal imposibilitase al escritor a mostrar su vena literaria, acogotado se ve, con lo poco que le queda.

Broyard opta por tomárselo a bien, así que como dice el título del libro, esa enfermedad que sufre, lo emborracha, lo deja ebrio de vida, exultante, capaz de hacer cualquier cosa, la mayor locura, dado que todo lo que le vendría en ganar hacer le estaría permitido.

Como paciente que tendrá que dejarse ayudar por los médicos que se encargan de su caso, Broyard reflexiona acerca de cómo debería de ser el médico ideal, en un trance como el suyo, y este análisis lo hace extensible no sólo a los médicos, sino también, a los familiares y amigos de los enfermos, que ante una situación cómo esta, naufragando todos juntos y a la vez en la pena y la tristeza, a duras penas logran salir de los espacios comunes y las frases hechas, del compadecimiento y los ojos empañados, cuando quizá lo que el paciente necesita en ese trance es otra cosa bien distinta, otros aires que ventilen las estancias de una corazón abocado al precipicio, a la sima negra.

Mientras lo leía me reía una y otra vez. Al tener que explicar de qué iba el libro, pues parecía ser que me lo estaba pasando en grande, a tenor de mis risotadas, no coseché más que caras de extrañeza al referir que va de un hombre con una enfermedad terminal que tratará de aclarar sus ideas antes de irse, de hacer las cosas con clase, con estilo, de dejar por escrito, para la posteridad, quien sabe si incluso para la eternidad, que antes de morir estaba vivo. Su mujer dice que lo consiguió. Yo creo que también.

Este libro habla de la muerte desde la vida con una lucidez que horripila, desarbola y apasiona (a menudo los textos que hablan de la muerte rezuman vida).

El relato Lo que dijo la cistoscopia, que forma parte del libro, en su recta final, engarza muy bien su presente finalista con su pasado, dado que relata los últimos meses en la vida de su padre, que murió también de cancer cuando no existían los medios que hay ahora y donde a estos enfermos se les confinaba en antros miserables, junto a otros desahuciados hasta que les llegaba su hora.

La muerte es un malentendido. Si, y las palabras no arreglan nada.

Mención aparte para la magnífica traducción del fallecido Miguel Martínez-Lage.

Editorial Impedimenta 2013

Especulación (Thomas Wolfe 2013)

Thomas Wolfe
Editorial Periférica
2013
91 páginas

Especulación (Boom Town) del americano Thomas Wolfe (1900-1938) apareció publicado en 1934, en la revista The American Mercury, como un relato de 20 páginas. Leyéndola uno ahora, no parece que date de los años 20 del siglo pasado, ya que rezuma actualidad y podemos suscribir a pies juntillas todo lo que en estas páginas leemos.

Cuando uno lee en un periódico que un fulano ha ganado 7,3 millones de euros en un año, tal como están las cosas o ve en las noticias a bigotes, barbas, melenillas engominadas que salen de la cárcel para declarar en los juzgados con una chulería, prepotencia, soberbia y altivez, que dan ganas de rasurarles hasta las pelos de los cejas, aprecia uno, todavía más las cualidades de este libro visionario y explícito.

Una oleada de energía ruinosa y destructiva se había estancado en su interior. Habían despilfarrado fabulosas sumas en calles inútiles y puentes, habían derribado los antiguos edificios públicos, el juzgado y el ayuntamiento, para levantar otros nuevos de quince plantas de alto y lo bastante grandes para satisfacer las necesidades de una ciudad de un millón de habitantes; habían aplanado las colinas y perforado las montañas construyendo magníficos túneles pavimentados, con dos carriles para los coches y relucientes ladrillos, túneles que desembocaban en la mísmisima Arcadia de la vida salvaje. Era algo loco, exasperante, ruinoso. Habían derrochado las ganancias de toda una vida para hipotecar las de toda una generación venidera; se habían arruinado a sí mismos, a sus hijos, a su ciudad y nada podría detenerlos. El pueblo entero ya no les pertenecía, ellos ya no eran sus dueños: todo estaba hipotecado por quince millones de dólares, bajo propiedad de un grupo empresarial (página 81)

Thomas Wolfe
Thomas Wolfe (1900-1938)

El protagonista es John, profesor universitario que regresa a su hogar, para comprobrar que los lugareños, su madre y su hermano incluidos, están agitados, locos, enfebrecidos, empeñados en comprar y vender cuantos bienes raíces tienen a mano. John no da crédito, recela de lo que ve, y no tardará en coger las de Villadiego, constatando que aquello que se está cociendo es una locura, una especulación desmedida que arrasa cuanto pilla, removiendo tierras, en un palimpsesto donde solo prevalece el cemento, dejando a miles de personas en la bancarrota, en los márgenes del progreso, como se constatará con toda su crudeza durante el crack del 29.

Especulación: novelita breve, intensa y asfixiante. Wolfe no especula, sentencia con tino.

Boom Town by Thomas Wolfe