Anonimato

Compré el otro día el último libro de Thomas Pynchon, Contraluz. Un mamotreto de mil trescientas cuarenta páginas. En la solapa viene su nombre, pero ninguna foto, en su lugar un recuadro en blanco con una aspa. Me resultó curioso. En los tiempos que corren la mayor parte de la gente no sabe que hacer para salir en televisión, para tener un minuto de fama, sea contando algo interesante o una absoluta nadería. El caso es aparecer.
Hay además ciertas profesiones que son queridas por los medios audiovisuales. De ahí que conozcamos las obras y también reconozcamos los rostros de muchos escritores, algo que no ocurre con fontaneros, dentistas, científicos, biólogos, catedráticos de derecho constitucional, ingenieros navales, arquitectos, diseñadores web, etc.
Buscando algo sobre Pynchon descubrí que no es que en sus libros no encontremos ninguna foto suya, sino que la última que hay en internet, y aquí hay de todo, son fotos de cuando hizo el servicio militar y tenía unos 19 tacos. Después de eso nada de nada. Hasta contrató a un cómico para recoger un premio literario en su nombre. Este hombre me gusta.
Lo poco que sabemos es que Pynchon nació en 1937, así que resulta gracioso ir a esta editorial, la que publica los libros de Pynchon, descubrir que tiene 73 años y que la foto que ponen en internet es esa que aparece. Supongo que Pynchon será de los que piensan que «por mis obras me conoceréis«. Esto es por su libros, no por sus apariciones públicas. Un bálsamo en estos tiempos que corren, donde todo Cristo, no ve momento de colgar su fotos, y las que no son suyas en cualquier red social, sin importarles un bledo si esto supone violar la intimidad de sus «seres queridos» o es que las ganas de fastidiar son infinitas.

Chocolate a la antigua usanza

Chocolate grupo Minardo
Chocolate elaborado sin manteca de cacao

El otro día tuve ocasión de degustar un chocolate italiano que según reza en el envoltorio se hace a la antigua usanza, esto es sin usar manteca de cacao. Además se hace en frío, esto es no sigue el proceso que creó Rudolph Lindt, il concaggio (que viene a ser ese chocolante fundente). El chocolate que comemos habitualmente independientemente del cacao que lleva, se hace con manteca de cacao, que es lo que le aporta esa cremosidad y textura característica, el polvo de cacao, azúcar, etcétera. Si la manteca de cacao falta, entonces el chocolate presenta un aspecto y un sabor arenoso, pero a su vez extraordinario. Este chocolate lo elablora el Grupo Minardo y vale la pena probarlo. Es diferente a lo común.

Rebajas

Rebajas

Todos sabemos que en estas fechas en España estamos de rebajas. A veces es buen momento para comprar algo que precisas a un buen precio. Yo conocía las segundas e incluso terceras rebajas. Hoy he conocido las quintas rebajas. Para muestra un botón. El pantalón que he comprado comenzó costando 36 euros para al final costarme 10 euros, alrededor de un 70% menos.
Si a pesar del precio, no pierden dinero, en condiciones normales, cuando no son ofertas, el precio de venta es un 400% su precio real. Ahí es nada.

La tregua (Primo Levi 1963)

Tras la lectura de Si esto es un hombre proseguir con La tregua se me antojaba una acción ineludible. La tregua comienza donde acaba el anterior. Los alemanes se ven obligados a dejar los campos de concentración a toda prisa ante el avance ruso. Así, Levi y muchos otros se encuentran en los campos abandonados a su suerte, expuestos al frío, muchos de ellos enfermos de disentería, sin apenas alimentos, pero al fin libres, sin el yugo exterminador de los nazis. Es entonces cuando tras dejar el campo, uno de los muchos campos existentes conformado por más de mil personas, entre las que se encuentra Levi, inician el regreso a su patria, a Italia. No les será fácil. La Guerra aún no ha terminado, las infraestructuras son precarias y tardarán unos cuantos meses en cubrir los kilómetros que separan Buna de Turín.

En este peregrinaje Levi nos cuenta un montón de anécdotas hilarantes. Levi no hace más que testimoniar lo que ve: la forma de ser de los rusos, tan distintos a los nazis en cuanto a disciplina y orden, su quehacer en horas muertas en ciudades en donde todo es objeto de compra y venta. Reina un caos controlado. Europa renace de sus cenizas tras la muerte de Hitler y la caída del ejército alemán. No hay aquí personajes, sino personas de carne y hueso, figuras que perdurarán en mi memoria, por su carga de profundidad (seres como Hurbinek, Mordo Nahum, El Moro de Verona, Cesare, Cantarella, y muchos otros).

Levi, logra en este libro de algo más de 300 páginas, lo que otros libros de historia no logran, ofrecer un retrato luminoso y subyugante de esos momentos históricos, en esa travesía que llevará a Levi en tren por media Europa: Polonia, la URSS, Hungría, Rumanía, Austria, Alemania y finalmente el regreso al hogar.

Hay en la narración momentos desternillantes, otros, en los que uno siente la angustia del protagonista o bien su aburrimiento, abonado este de una tensa espera.

Es La tregua, un libro espléndido, por los hechos que cuenta y por el modo de narrar de Levi, que convierte su historia real en un relato fascinante que debe ser leído sin falta.