La mordaza (Loretta Napoleoni)

Loretta Napoleoni La Mordaza

Ciertos autores, como sucede con Chomsky no suelen encontrar mucho sitio en los medios de comunicación. Loretta lo tiene más fácil, conoce el sistema desde dentro, ha sido consultora de la FAO, asesora de la BBC y la CNN, articulista en El País, Le monde, The Guardian, etc.

Si como ciudadano de a pie te preguntas qué ha sucedido para llegar a este punto, cada persona podrá darte una respuesta. Unas respuestas son más cualificadas que otras. Visto que la crisis actual puede abordarse desde múltiples puntos de vista, Loretta, lo centra en el terrorismo, los mercados financieros, la burbuja inmobiliaria, la deuda, y un modelo económico que es el que está verdaderamente en crisis.

La autora apuesta en su epílogo por otras políticas, pero para eso hace falta políticos que quieran llevarlas a cabo y muchos ni quieren ni pueden.

Loretta se remonta al año 2001, tras el atentado contra las Torres Gemelas en suelo americano, esa carnicería, hace saltar todas las alarmas. Se instaura la «war on terror«, la «patriot act» hace que muchos capitales se dirigan a Oriente. Las incursiones en Afganistan e Irak, hacen que el Gobierno americano entre en quiebra. Su deuda se incrementa vertiginosamente. Solo en 2009, un 9% de toda la riqueza del país, se destina a financiar el rescate de los bancos. Un saco sin fondo, un dinero que en poco o nada revierte al bienestar del país.

A lo largo del libro Loretta expone por qué razón Londres pasó a convertirse en un avispero de famosos, merced a su régimen fiscal. También se habla sobre los años dorados de dos ciudades desérticas, Las Vegas y Dubai, ambas ejemplos claros de la más salvaje especulación inmobiliaria, y que ahora sufren como nadie los efectos del estadillo de la burbuja, tanto en inmuebles sin vender, como en personas que se han quedado sin trabajo y sobreviven de cualquier manera. Sigue leyendo

Que nada nos quite nuestra manera de disfrutar de la vida

Ver anuncio de Campofrío Reunión de Humoristas

Sucede que a veces un spot te toca la fibra, algo se desmenuza en tu interior y tienes la sensación de que una brisa te sopla cerca del alma y te afloja el lagrimal. Todos hemos tenido maestros, esos referentes que ya no están a nuestro lado para guiarnos y decirnos qué hacer, o simplemente estar ahí y decir, no pasa nada, saldremos de esta juntos ya lo verás.
Campofrío ha hecho un anuncio brillante juntando a maestros del humor (Josema y Millán, Gomaespuma, Anabel Alonso, Forges, Esteso y Pajares, Chiquito de la Calzada, Santiago Segura, Fofito, Los Morancos, etc). El anuncio lo dirige Alex de la Iglesia, la voz en off es la de Santiago Segura. Si la guerra ha dado uno de los mejores monólogos humorísticos de la historia, porque no puede ocurrir lo mismo con la crisis. El sentido del humor hispánico está en nuestro ADN. (¿Se puede ver el lado bueno de todo con la que está cayendo?). Se puede y se debe.

J.L. Zapatero el peor Presidente del Gobierno en la historia de España

Adiós Zapatero, espero no verte más en la tele. Zapatero es ya el peor Presidente en la historia de España según la Wikipedia. Si fuera por mí le retiraba cualquier pensión vitalicia por el daño hecho a los españoles durante su periodo. Lo único en condiciones que hizo fue aprobar la ley antitabaco en los bares, y necesitó dos intentos, cuando la presión europea ya se le echaba encima.
Hoy comienza un nuevo camino, lleno de posibilidades

Ocio la felicidad de no hacer nada (Ulrich Schnabel 2011)

OcioEl verdadero lujo de nuestra época es el tiempo. Esto viene en la portada del libro. Un poco más arriba vemos a un dandy tumbado medio adormilado. ¿Es un vago? ¿Un sabio quizá?.
El libro lo escribe Ulrich Schnabel, que en 2008 obtuvo en Alemania el premio de mejor libro científico del año, por su obra Die Vermessung des Glaubens.
En este caso, el tema de ocio no se aborda desde una perspectiva científica. Es por todos sabido que el cuerpo y la mente necesitan descansar y que esta «sociedad de la aceleración» en la que muchos viven en las sociedades modernas, no permite el descanso adecuado. Esto sumado al afán de poseer riquezas y bienes, a la codicia, a la ambición desmedida, a confiar la felicidad en la satisfación de lo material hace que las personas no tengan tiempo para llevar a cabo una reflexión sobre la vida que llevan para luego analizar si esto es lo que desean o quieren otra vida.

Resulta curioso que en la última parte de libro, el autor dedique un capítulo titulado «Ocio para apresurados», donde resume con cuatro ideas el mensaje que se despliega en los seis capítulos del libro.
Con este libro me ha sucedido algo similiar a lo que me ocurrió al leer el libro de Carl Honoré «Elogio de la lentitud«. Me ha resultado simplón, banal y superficial. No hay nada nuevo bajo el sol y mucho oportunismo.

La sociedad moderna acelerada, el estress, la falta de tiempo, la necesidad de ser guiados en todos los aspectos de nuestra vida (de ahí el gran triunfo de los libros de autoayuda), permiten hacerse un hueco a este libro en las librerías, pero no encontramos un ensayo sesudo que aborda el porqué de esta sociedad actual, pues sería necesario entrar en aspectos psicológicos, filosóficos y sociológicos.
El autor no se complica mucho la vida, cuenta anécdotas, ilustra lo importante que es el ocio con la figura de gente famosa que presume de ser dormilona, introduce unos cuantos test para que el lector sepa si está estresado o no, y una vez leído te quedas como al principio. Algo habitual en este tipo de manuales que a priori parecen contener recetas mágicas y no son más que una ristra de obviedades. Nada tan sencillo como aplicar el sentido común en esas ocasiones en las que uno se siente desbordado, y dedicar un par de minutos a ver qué es lo que está fallando.

En un modelo económico como el actual, basado en el consumo y la productividad, en ganar lo máximo posible para gastar lo máximo posible, dedicar el tiempo a actividades no lucrativas, a reflexionar, pensar, caminar, ver puestas de sol, contemplar como crecen las flores, dejar parte de nuestro tiempo al ocio, al no hacer nada de nada, simplemente estar, en algunas partes de esta planeta es una utopía. No obstante creo que todavía en España ese espíritu Mediterráneo, epicureo, del buen vivir, de la fiesta, el comer y el beber permite que todavía hoy seamos capaces de disfrutar de las pequeñas cosas, esas que no generan valor económico, que no forman parte del PIB, que no hacen crecer nuestro país, en términos económicos, pero que son las únicas que valen de veras la pena.