El verdadero lujo de nuestra época es el tiempo. Esto viene en la portada del libro. Un poco más arriba vemos a un dandy tumbado medio adormilado. ¿Es un vago? ¿Un sabio quizá?.
El libro lo escribe Ulrich Schnabel, que en 2008 obtuvo en Alemania el premio de mejor libro científico del año, por su obra Die Vermessung des Glaubens.
En este caso, el tema de ocio no se aborda desde una perspectiva científica. Es por todos sabido que el cuerpo y la mente necesitan descansar y que esta «sociedad de la aceleración» en la que muchos viven en las sociedades modernas, no permite el descanso adecuado. Esto sumado al afán de poseer riquezas y bienes, a la codicia, a la ambición desmedida, a confiar la felicidad en la satisfación de lo material hace que las personas no tengan tiempo para llevar a cabo una reflexión sobre la vida que llevan para luego analizar si esto es lo que desean o quieren otra vida.
Resulta curioso que en la última parte de libro, el autor dedique un capítulo titulado «Ocio para apresurados», donde resume con cuatro ideas el mensaje que se despliega en los seis capítulos del libro.
Con este libro me ha sucedido algo similiar a lo que me ocurrió al leer el libro de Carl Honoré «Elogio de la lentitud«. Me ha resultado simplón, banal y superficial. No hay nada nuevo bajo el sol y mucho oportunismo.
La sociedad moderna acelerada, el estress, la falta de tiempo, la necesidad de ser guiados en todos los aspectos de nuestra vida (de ahí el gran triunfo de los libros de autoayuda), permiten hacerse un hueco a este libro en las librerías, pero no encontramos un ensayo sesudo que aborda el porqué de esta sociedad actual, pues sería necesario entrar en aspectos psicológicos, filosóficos y sociológicos.
El autor no se complica mucho la vida, cuenta anécdotas, ilustra lo importante que es el ocio con la figura de gente famosa que presume de ser dormilona, introduce unos cuantos test para que el lector sepa si está estresado o no, y una vez leído te quedas como al principio. Algo habitual en este tipo de manuales que a priori parecen contener recetas mágicas y no son más que una ristra de obviedades. Nada tan sencillo como aplicar el sentido común en esas ocasiones en las que uno se siente desbordado, y dedicar un par de minutos a ver qué es lo que está fallando.
En un modelo económico como el actual, basado en el consumo y la productividad, en ganar lo máximo posible para gastar lo máximo posible, dedicar el tiempo a actividades no lucrativas, a reflexionar, pensar, caminar, ver puestas de sol, contemplar como crecen las flores, dejar parte de nuestro tiempo al ocio, al no hacer nada de nada, simplemente estar, en algunas partes de esta planeta es una utopía. No obstante creo que todavía en España ese espíritu Mediterráneo, epicureo, del buen vivir, de la fiesta, el comer y el beber permite que todavía hoy seamos capaces de disfrutar de las pequeñas cosas, esas que no generan valor económico, que no forman parte del PIB, que no hacen crecer nuestro país, en términos económicos, pero que son las únicas que valen de veras la pena.
Tengo que leerme este libro
Otro libro de esta temática es «Reiniciate» de Antonio Fornés, filósofo. Te lo aconsejo
Ya lo dice Antonio Fornés, «Trabajamos más horas que un esclavo romano».