
Si hubiera tomado esta misma foto hace tan solo una semana. Además de un cuadro y un manillar, hubieramos visto un par de ruedas, un sillín, dos pedales, los frenos, etc. Pero la ciudad de Logroño tiene estas «grandezas«. Dejas una bici aparcada en un árbol, en el parque de la Cometa, por ejemplo y una semana después, la bici parece un pollo desplumado, dejando sólo la carcasa y poco más.
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