Gloria imperecedera

Esta Semana Santa caminaba por Santiago de Compostela y vi una estatua de Rosalía de Castro, un busto de Valle Inclán, otro de Cervantes. En Pontevedra vi una estatua, esta de cuerpo entero, de Valle Inclán, en Mondoñedo la de Cunqueiro frente a la catedral. No faltan las estatuas y las calles dedicadas a escritores por toda la geografía nacional, algo extensible también a otros países. Leyendo las memorias de Anastasía Tsvietáieva, hay un capítulo titulado Funerales de Lev Tolstói, muerto en 1910, cuando Anastasía tenía 14 años y no quería perderse por nada del mundo ese acontecimiento, para ella y para su hermana Marina, único.
Funeral Lev Tolstói
¿Qué escritor levantaría por estos dominios tantas pasiones?

3 pensamientos en “Gloria imperecedera

  1. Francisco H. González

    Muy bueno el relato Ángel, para mí Faemino y Cansado también son los reyes del humor absurdo. Mirando por tu blog, no sé si extinto, clausurado o en suspenso me llevo un par de recomendaciones: César debe morir y El Río. Un saludo y gracias por el comentario.

  2. Ángel Herrero López

    Gracias a ti por el cumplido. De entre las opciones que me ofreces, sin duda me quedo con «clausurado» (temo haber escrito ya más de lo que me corresponde). Me alegro mucho de que recojas el guante en lo referente a las recomendaciones: echando la vista atrás sigo creyendo que ambas lo merecen.

    Saludos,

    Ángel.

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