Archivo de la categoría: Poesía

Primeras voluntades (José María Micó)

Primeras voluntades (José María Micó)

Acantilado llega a su título 400 merced a Primeras voluntades, que recoge la poesía completa de José María Micó. Conocía la labor ensayística de Micó, tras haber leído y disfrutado Para entender a Góngora y sentía curiosidad por su faceta poética, por ver qué era capaz de segregar o reverberar la persona que ha dedicado muchos años de su vida a traducir a Dante, a Ariosto, o al estudio durante décadas de Góngora.

Lo que tenemos delante, esta materia viva que hormiguea sobre el papel, es aquello que no he podido, o no he querido dejar de escribir, nos dice Micó. Las cosas están mal pero seguiré escribiendo se afirma en un poema. No evitarás morir, pero has escrito, sirve para clausurar una sucinta biografía. La escritura se entiende por tanto una necesidad, un medio, un durante, un sentido, un latir mientras dure la vida en estos poemas que son un canto a la misma. Estoy vivo se dice en uno de ellos. Parece trivial, pero es ese aliento vital (y siempre presente por tanto la muerte (los asesinados en Atocha), el final), el deseo impetuoso, la ciencia fricción del amor, lo que menudea en los poemas, que irán alternando en los poemarios lo arcaico y lo presente, con un lenguaje cuidado, pulido, preciso, vibrante, que unas veces busca la rima -y aquí es menester ceder la palabra a Valle-Inclán: La rima junta en un verso la emoción de otro verso con el cual concierta: Hace una suma, y si no logra anular el tiempo, lo encierra y lo aquilata en el instante de una palabra, de una sílaba, de un sonido. El concepto sigue siendo obra de todas las palabras, está diluido en la estrofa, pero la emoción se concita y vive en aquellas palabras que contienen un tesoro de emociones en la simetría de sus letras– y otras no, pero dotados, en todo caso los poemas de la pretendida sonoridad melódica.
La riqueza lingüística se expande en castellano, italiano y catalán (en un poema titulado Ausías March) y resulta curioso cómo de la vuelta de un congreso, más que conocimientos sobre el autor objeto de estudio, lo que se obtiene es una mayor experiencia sobre la melancolía consecuencia de la partida y la separación.
Divieto di sosta son 21 poemas portátiles que suceden en Italia, convertido el lector en la sombra del viajero ora por Verona ora por Nápoles. Otro tanto sucede en Momentos en el que los poemas marran cada lapso horario de un caminante errabundo comprado su destino con las monedas de la soledad.
Donde mejor luce -y luce a menudo, como en el soneto a Sabina– el ingenio y el humor (incluso il ticchettare del suo buonumore) aquilatados por un lenguaje que banderillea al texto como a un astao el rejoneador, es en Retabillo de la Transición Española. Mención también para la guerra civil española proyectada de forma oblicua, para evocar así al familiar Francisco Gómez Cuellar ejecutado a los treinta de un tiro de fusil.

A lomos de los poemas de Micó uno asume, como ya dijera alguien antes, que La poesía es un alma cargada de futuro. Si los clásicos resisten varias lecturas estos poemas también.

Acantilado. 2020. 266 páginas

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kapital (Adolfo García Ortega)

Venía de la biblioteca leyendo por la calle un libro, Kapital, de poesía, qué importante son aquí las comas, y el relato de los hechos, en un ramalazo autobiográfico, es que sin venir a cuento, o mejor, viniendo, y a la altura de la Letanía de los retrógrados me empecé a reír, repitiendo una y otra vez entre bisbiseos Volved al pasado, captando así las miradas de la gente que al ver a un fulano andando por la calle, leyendo un libro a media voz y riéndose, generaba en su mirar una estampa no sé si aterradora pero cuando menos curiosa, y a medida que iba leyendo, jugándomela en cada paso de cebra, me extrañaba el aire de levedad de lo leído, el poco empeño por lo literario, de quien por las siglas de las siglas llamaremos A.G.O, como alguien que va camino de estar de vuelta de todo y pisotea las flores clamando La **** está sobrevalorada y cargando las tintas po(l)émicas contra los políticos, directivos televisivos, escritores infantilizados, la sociedad consumista, Trump, los reyes, la muchedumbre parlamentaria y un largo etcétera, sabiéndose a estas harturas de la película zorro viejo que no sabe nada o no sirve de nada saber, que todas las biografías las alienta el vacío, un vientecillo del más allá, en estos poemas que repiten las palabras como letanías, menos rimas que rimeros, que destierran los arabescos para arañar el papel con sacrilegios consensuados, con marbetes marca de la casa, destilando una bilis algodonosa si tal es concebible y cómo arranca el libro es la pregunta que toca en este final, pues con algo que cae por su propio peso y que todo aquel que haya manejado la biblia de la literatura sabe: En el principio fue Beckett. Pues eso.

Ya lo dijo Casimiro Parker. 2020. 80 páginas.

Primeras voluntades (José María Micó)

En la ciudad del medio del camino
ya nada mueve el sol y las estrellas.
Tú que poblaste, solo, estas esquinas,
tú que viviste aquí como vivieron
la peste negra y el amor sin mancha,
el fiero jabalí y el león sedente,
vuelves a un suelo que jamás fue tuyo.
Entras en el lugar como otras veces
y preparas de nuevo el fugitivo
y propicio consuelo que te aguarda
en la posteridad del alimento.
Subes una vez más a San Miniato.
La luz se descompone en su fachada
y pides la limosna de un recuerdo,
algo sólido y breve que desmienta
tu triste condición de caminante.

Acantilado. Primeras voluntades. 2020

Las afueras (Pablo García Casado)

Las afueras (Pablo García Casado)

Con veinticinco tacos en 1997 antes del euro Pablo García Casado publicó Las afueras considerado hoy un clásico contemporáneo

Inspirador incluso para futuras editoriales alguna tomará ese nombre

Las afueras son relatos de Luis Goytisolo poema también de Biedma aquí apadrinando una calle -que la vida iba en serie en serie en serie en serie en serie uno lo empieza a comprender más tarde con Netflix armazón del ocio-

A mediados de los noventa los coches se matriculaban como leemos en la portada un enigma un código para los más jóvenes

La edad del automóvil del erre cinco del simca 1000 de empañar los cristales de sacarle partido a la tapicería al beneficiarse un cuerpo o varios abierta la noche en carnal en asientos reclinables

Las tardes del domingo un cilicio de tiendas cerradas antes de los chinos

Vecinos ilusión de comunidad buzones un yo nominal de 7×2 cm drogadictos paraderos desconocidos la errata del deshaucio

Las manchas del sexo que no había Dixán que borrase ni anales a blanquear

Hombres cautivos del pensamiento único follar derramarse sobre piernas abiertas a la nada el sonajero de los vidrios los surcos del vinilo la banda sonora del lactante

Mujeres auxiliadoras socorristas paño de lágrimas y semen vírgenes de las angustias en el punto de mira de anhelos varoniles desquiciados correosos puntos –y finales- de fuga tras figuras en relieve sin voz con botox

Nihilismo de hilos telefónicos antes de la banda ancha el tresgé atornillados en la barra fija del bar sumideros de tiempo y alcohol cerveza ginebra jotabé

Las deudas de la soledad del solitario repostar la cabeza con la gasolina renovable del vacío frente al frío desayuno

Realidad servida por Pablo con adictivos lo prosaico haciéndose un adosado con vistas al corazón y un sentir húmedo

Bowie, Cohen, Reed el lado más salvaje de la vida un paseo por una cinta transportadora en un aeropuerto de aviones plateados después de los burros

Quedarán siempre las afueras & estar en/leer las afueras también es estar dentro

DVD Ediciones (Sergio Gaspar) poesía 1997 80 páginas