Archivo de la categoría: comic

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Senso (Alfred)

Senso, de Lionel Papagalli (Grenoble, 1976), que firma como Alfred, con traducción de Regina López Muñoz, es una humorosa novela gráfica a cuyo personaje, Germano, nada parece salirle bien. Llega a una estación italiana, con retraso, un día de muchísimo calor: es ferragosto. Nadie atienda la llamada de teléfono que hace desde una cabina. En el hotel no encuentra habitación; la habitación reservada no había sido confirmada. Todo pinta muy negro para Germano, pero de pronto, a los alrededores del hotel ha lugar una historia de amor, cuando nuestro personaje encuentra un alma gemela: Elena. Como testigo de su amor, un niño, también al margen, como apartado de la realidad. La novela, en su introito, muestra una pareja practicándose mutuamente sexo oral en la habitación de un hotel. Ese espíritu voluptuoso alimenta el resto del relato, en el que prima el humor y la ironía y la autocrítica, porque Germano resulta entrañable por su manera de ser, por lo difícil que le resulta ahormarse a un conducta normal, vapuleado por el poder antaño y apalizado hogaño por un tipo violento con el que tiene un rifirrafe en el hotel.

Senso

Alfred plantea situaciones tragicómicas donde cuesta deslindar el drama del humor, como en un café con leche, mezcla homogénea en la que resulta imposible diferenciar ambas sustancias.

Lo que mueve a Germano, la razón de su atribulado viaje, es el amor hacia su hija, a la que apenas ve. Una exposición, un retrato de ambos, capaz de remedar tanta desventura.

Muy bueno.

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Hierba (Keum Suk Gendry-Kim)

Keum Suk Gendry-Kim, en esta espléndida novela gráfica nos ofrece el crudo testimonio de la coreana Lee Ok-sun, nacida en Busan en 1934, a quien sus padres que viven en la miseria entregan adopción pensando que así su hija tendrá un futuro. Lee, siendo apenas una niña es obligada a trabajar como mujer de consuelo, eufemismo empleado para hablar de las esclavas sexuales; de todas aquellas mujeres que el imperio japonés en su lucha contra Corea y China, secuestró y condenó a ser violadas sistemáticamente por sus soldados. La autora presta asimismo atención a las barbaridades cometidas por los japoneses en Nankin, prendiendo fuego a civiles a quienes habían bañado con petróleo, entre ellos mujeres y niños. Más de 300.000 civiles fueron ejecutados. Lee es trasladada a una base aérea en China.

El testimonio de Lee no ofrece asideros ni atisbo alguno de esperanza. Tras muchos años ejerciendo como esclava sexual, al finalizar la segunda guerra mundial, llegan las tropas rusas al rescate y se suceden de nuevo las violaciones de mujeres coreanas.

Hierba

Lee se casa, pero su marido abandona pronto el hogar. Lee es estéril por las lesiones producidas y un desafortunado empleo de un tratamiento con mercurio. Lee queda a la espera de que su marido regrese, al cuidado de los padres y familiares de él. Más tarde vuelve a casarse con otro hombre que no la ama y la pega, padre de dos niños. Pero decide quedarse, por el niño pequeño, discapacitado. Cuando el marido muere regresa al hogar, a Corea, cinco décadas después, y el encuentro no es el esperado, porque al conocer su trágica historia, su familia, lejos de consolarla y apoyarla la repudia. Y Lee decide marcharse a Gwangju (en Corea del Sur), para instalarse en una de las llamadas Casa del compartir, un refugio para las víctimas de la esclavitud sexual.

Keum realiza sus ilustraciones en negro, color que hace aún más cruda y vívida la historia. La narración se desarrolla a través de las entrevistas que Keum mantiene con Lee, explorando el pasado de esta última. Es necesario no olvidar el pasado. Cuando Lee va buscando las casas de consuelo, se las ve y se las desea porque han sido barridas. Finalmente, en 2015, Japón firmó un acuerdo, para Lee inaceptable, sobre las víctimas de explotación sexual, con el gobierno surcoreano.

Nebija

Nebrija (Agustín Comotto)

Se cumple este año el quinto centenario de la muerte de Nebrija (1441-1522), que ha pasado a la posteridad por ser el autor de la primera gramática castellana. Gramática que para él era verbo y entendimiento.

La novela gráfica de Agustín Comotto espléndidamente ilustrada por él mismo, centra su atención en el proceso inquisitorial que tuvo que arrostrar Nebrija con Diego de Deza como acusador.

Antes, de niño, ya le movía a Nebrija la curiosidad, quería saber cómo hablamos y nos entendemos los humanos. Su padre lo ve más como clérigo que como criador de cerdos y contando quince años acude a estudiar a Salamanca, sacándose un dinerillo copiando textos en latín.

Más tarde tendrá oportunidad de cursar estudios en Bolonia, durante cinco años, estudiando teología pero acogiéndose asimismo a otras disciplinas del saber y abriendo la puerta, a su regreso, al humanismo y el renacimiento en España.
Ejerció como secretario del Arzobispo de Sevilla, Alonso de Fonseca, muerto en 1473.

Más tarde en Salamanca consigue la Cátedra de Prima de Gramática.

Al no poder poner coto a su incontinencia sexual se impone colgar los hábitos.
En la novela apenas se habla de su familia, ni de su mujer ni de sus siete hijos.

En el proyecto la Biblia políglota (cuya labor de impresión recayó en Arnao Guillén de Brocar, quien permaneció en Logroño entre 1501 y 1510, imprimiendo obras de Diego de San Pedro, Petrarca, Jerónimo Urrea y Antonio Nebrija), en el que participa Nebrija, este quiere limpiar el latín de las incorrecciones presentes en la Vulgata (la traducción de la Biblia al latín). Lo cual para la Iglesia supone una ofensa. También que la curiosidad de Nebrija le lleve a ampliar sus conocimientos, como la geometría celeste, la cábala, o el conocimiento y estudio de otras religiones; Nebrija fue lingüista, lexicógrafo, traductor, impresor, docente, catedrático, cronista real… en contacto con faros del saber como Pedro de Osma o Abraham Zacut.

La Iglesia establecía cuales habían de ser los límites de la curiosidad, hasta dónde se debía saber; No se debe saber más de lo que conviene, era la máxima entonces, y ahí colisiona con Nebrija cuya curiosidad le lleva a dudar de todo, cuestionando por ejemplo la confesión (para él esta había de ser algo privado entre Dios y el sujeto, sin que la Iglesia operara como mediadora) y las indulgencias, que permitían limpiar al sujeto de pecados a cambio de dinero, y eran una fuente de financiación inagotable para las arcas de la Iglesia.

El proceso inquisitorial no supuso la cabeza de Nebrija, porque este contaba con apoyos importantes como los del Cardenal Cisneros. La vida de Nebrija tuvo como contexto acontecimientos históricos tales como la finalización de la Reconquista, el descubrimiento de América por Colón, o la unión dinástica de las Coronas de Aragón y Castilla y más tarde la incorporación de los reinos de Granada y Navarra.

Lo que el libro evidencia es que la curiosidad no estaba bien vista por la Iglesia (vemos la pugna de las distintas órdenes religiosas por situarse cerca del centro de poder: La Monarquía), la cual no dejaba margen para ninguna interpretación de las escrituras, y que todo aquel que sacaba los pies del tiesto acababa chamuscado en la hoguera, a no ser que tuviera apoyos y amigos que lo protegieran.

Imposible no pensar en otro espíritu libre, Castellio, azuzado por la muerte en la hoguera de Servet, que se vio obligado a emplear la palabra para luchar contra el déspota Calvino. Aquí Nebrija trata de hacer lo propio: defenderse con palabras y argumentos, aunque el resultado sea el mismo que darse cabezazos contra un muro, porque la estrechez de miras en general, y la Inquisición en particular, no atendía a razones.

Muy bueno y necesario.

Todo sobre Tintín

El 22 de mayo de 1907 nació en Etterbeek, un pequeño pueblo de Bélgica, Georges Remi, más conocido como Hergé, el dibujante creador de uno de los personajes de cómic más populares delmundo: Tintín.
Las historietas de Tintín fueron publicadas por primera vez en el año 1929, cuando Hergé era un jovenzuelo encargado de elaborar el suplemento infantil del periódico “Le Vingtième Siècle”. Un día,cansado de ilustrar chistes sin gracia de otros autores, garabateó
en un papel dos personajes: un muchacho rubio con un mechón indómito y un perro foxterrier blanco y altivo. Nacen así los personajes de Tintín y Milú, de los cuales se escribirán innumerables aventuras hasta la muerte del dibujante en el año 1983.

Las aventuras de Tintín reflejan la historia universal del siglo XX: desde la Rusia bolchevique al Africa colonial, las intrigas de un Rey católico de la vieja Europa o la llegada del hombre a la Luna. En total fueron 24 los libros que se publicaron narrando las
aventuras de Tintín, el reportero más famoso del mundo, de las cuales se han vendido más de 200 millones de ejemplares, que se han traducido a más de cuarenta idiomas,
entre ellos el vietnamita, el tailandés o hasta el latín. Tintín también ha sido llevado al cine en dibujos animados y también en películas con actores de carne y hueso. Tintín volverá al cine muy pronto, de la mano de Steven Spielberg y Peter Jackson (el director de El Señor de los Anillos) quienes han anunciado el rodaje de una trilogía sobre el intachable reportero belga.

LOS PERSONAJES
Tintín. A pesar de tener cara de niño bueno, Tintín es un osado reportero y un valiente defensor de las causas perdidas. En su afán por ayudar a los demás viajará por todo el mundo (visitando países como Rusia, el Congo, China, la India… ¡hasta fue a la Luna!) y cuenta con la ayuda de sus amigos, a los que conoceremos a continuación.
Milú. Es un perro fox-terrier de color blanco y, pese a su pequeño tamaño, es muy valiente e inteligente. Salvará a Tintín de múltiples situaciones comprometidas, ya que nunca se separa de nuestro valiente reportero, ni siquiera en su viaje espacial (Milú tenía su propio traje de astronauta). Lógicamente, no habla (los perros no hablan, eso ya lo
sabemos todos), pero en las historietas podemos leer sus pensamientos.
Te contaré…
El Capitán Haddock. Su nombre completo fue un misterio hasta que se publicó la historieta “Tintín y los pícaros”. En esta historia se nos descubre que su nombre completo es Archibaldo Haddock. Se trata de un buen
marinero, antiguo bebedor de wisky y ahora presidente de la Liga de Marineros Antialcohólicos. Sin embargo, es su lenguaje lo que ha hecho famoso a este personaje, sobre todo las exclamaciones que lanza en sus
momentos de ira: «troglodita», «ectoplasma», «parásito», «Pirata de carnaval»
son solo algunos ejemplos.
El Profesor Tornasol. Su nombre completo es Silvestre Tornasol y se trata de uno
de los personajes principales de este cómic junto con Tintin, Milú y el Capitán Haddock. Es un sabio científico, un poco excéntrico y distraído, además de un poco sordo. Apareció por primera vez en el libro “El tesoro de Rackham el Rojo” como un científico sordo que ofrece a los expedicionarios un submarino con forma de tiburón. El Profesor Tornasol resulta de gran ayuda para Tintín ya que su ingenio y sus inventos ayudan a resolver los problemas y situaciones comprometidas para nuestro audaz reportero.
Tchang Tchong Yen, o simplemente Tchang, es el primer amigo verdadero de Tintín. Éste le salvó de morir ahogado en una inundación durante el viaje a China en la historieta “El Loto Azul”. Tchang enseña a Tintín la cultura china, y al
emprender su regreso a Europa, Tintín derrama algunas de las escasas lágrimas de su vida a causa de la separación.
Rastapopoulos. Roberto Rastapopoulos o, con más frecuencia, simplemente Rastapopoulos, es un millonario mafioso y gran enemigo de Tintín.
Desprovisto de escrúpulos, organiza los más enrevesados complots para conseguir sus fines. Suele rodearse de gente del mismo estilo y varias veces está asociado en el crimen con Allan Thompson, un antiguo camarada del Capitán Haddock. Bianca Castafiore. Es una cantante de ópera italiana conocida internacionalmente como el Ruiseñor de Milán. La Castafiore viaja acompañada de su secretaria Irma y su pianista Igor Wagner. El nombre de la diva, «blanca casta flor», en italiano, es una ironía que casa mal con su corpulencia y su carácter fuerte y desinhibido. Por lo general quienes están a su alrededor (y especialmente el capitán Haddock) no aprecian las cualidades de su arte, cosa que, por lo demás, a ella parece importarle más bien poco. Bianca Castafiore parece estar enamorada platónicamente del capitán Haddock, aunque nunca consigue pronunciar correctamente su nombre (Harrock, Karpock, Kodak…).
Hernández y Fernández. Se trata de dos agentes de la policía secreta idénticos en aspecto
y vestimenta cuya única diferencia es la forma del bigote. No son hermanos, ya que tienen apellidos diferentes, pero parecen gemelos. Son dos personajes muy distraídos y resultan incompetentes para las misiones que se les asignan. Aunque son buenos, poco ayudan a Tintín en sus aventuras ya que llegan con los refuerzos cuando todo ha concluido. Las confusiones más comunes en las que caen son las de querer pasar desapercibidos disfrazándose con vestimentas que creen típicas del lugar, cuando en realidad sólo hacen el ridículo, aunque posiblemente su característica más recordada es la repetición desordenada de las palabras del otro, diciendo de esta forma lo contrario o algo sin sentido.