A pesar de lo que leamos en la sinopsis (un hombre que se debate furiosamente entre la vida y la muerte), esta novela de Rubén Angulo Alba dista mucho de ser algo parecido a la película Buried, para situarnos, pues la presunta tensión que debería poner nuestro corazón en modo centrifugado, no me parece tal.
La historia no tiene apenas chicha y tal que como se nos narra, al menos en mi caso, me ha resultado muy poco atractiva, así tanto el destino del fulano que está debajo de los palés, como los devaneos mentales-sexuales-filosóficos con los que mata su angustia, me resultan indiferentes.
Respecto al estilo del autor -¿mezcla de erudición (mentar a Platón y alguna obra clásica, no otorga a un autor el estatuto de erudito, pero bueno, en los libros que uno se autoedita cada cual califica su obra como le place) y sarcasmo?, según reza la sinopsis- no he encontrado nada en él interesante.
Me ha resultado curiosa de leer porque se cuentan en el prólogo de la novela cosas que suceden en la ciudad de Logroño, y esos paseos por la zona del Revellín y la biblioteca me resultan muy familiares.
Editorial Ochoa. 2016. 108 páginas.