A Guccini hay que verlo en vivo, o bien oír sus canciones. Leer en un papel o en una blog como esta sus textos sabe a poco. Farewell es la mejor canción de amor que he oído nunca. Guccini en su amplio repertorio tiene otras muchas buenas canciones; Dio é morto, La locomotiva, Cyranno, Quattro Stracci…
Farewell
Y sonreías, y sabías sonreir,
con tus veinte años llevados así
como se lleva un jersey deformado con unos vaqueros
como se siente la gana de vivir
que estalla un día, y no sabes el porqué,
un pensamiento acunado o un amor que ha nacido y no sabes lo que es.
Largos días entre ayer y mañana, días extraños
días de preguntarse qué era todo, de vernos todas las noches;
cada noche pasar a buscarte
con aquel ridículo mantón oriental mío
cada noche, allí, a paso de danza, subir las escaleras
y sentir tus pasos acercarse
el tic-taquear de tu buen humor
cada vez que abrías la puerta la sonrisa entraba en mi corazón.
Después, en el bar que era nuestra alcoba,
era mucho poder hablarnos, jugar a mirarnos,
entre los amigos que ríen y tocan la guitarra
alrededor de las mesas llenas de vino
religión de aguantar hasta tarde y esperar el alba;
y una noche te dejaste llevar
sólo la niebla y nosotros dos despiertos
la ciudad dormida nunca había sido tan hermosa. Sigue leyendo