Diccionario de Términos de Astronomía

Afelio: Punto de una órbita planetaria situado a mayor distancia del Sol.

Año: Tiempo que demora la Tierra en dar una vuelta al Sol.

Año luz: Es la distancia que recorre la luz en un año. En Astronomía se miden las distancias entre las estrellas por el tiempo que demora un rayo de su luz, a la velocidad de 300 000 km/seg, en recorrer el espacio que las separa. Por ejemplo, un rayo de nuestro Sol demora, aproximadamente, 8 minutos en llegar a la Tierra.

Cenit: Punto del cielo situado directamente sobre la cabeza del observador.

Cúmulo estelar: Es un sistema múltiple constituido por cientos,
e incluso miles de estrellas.

Conjunción: Momento en que se observa una aproximación aparente entre dos astros. Con respecto al Sol puede ser:
1.- Inferior: cuando un planeta se halla entre la Tierra y el Sol. Solo puede ocurrir con Mercurio y Venus.
2.- Superior: cuando el Sol está entre la Tierra y un planeta.

Día: Tiempo que demora la Tierra en dar una vuelta alrededor de su propio eje de rotación.

Estrellas variables: Son estrellas cuya luminosidad varía, respetando un período de tiempo estable. Existen dos causas principales para este cambio:
1.- La masa de la estrella aumenta y disminuye, por procesos físicos internos.
2.- El brillo varía debido a un fenómeno externo. En los sistemas múltiples, cuando las estrellas giran en torno a su centro común, una de ellas puede eclipsar a la otra, por eso vemos cambios en su luminosidad. Esto no afecta la masa de la estrella eclipsada.

Máximo: Momento de mayor actividad de un evento astronómico. Por ejemplo, el máximo de una lluvia de meteoros es cuando más meteoros se observan.

Ocultación: Es la desaparición de un cuerpo celeste al pasarle por delante otro aparentemente mayor. Este fenómeno se observa frecuentemente con la Luna.

Oposición: Posición relativa de un planeta respecto a la Tierra y el Sol. Se produce cuando el planeta está en línea recta con la posición del Sol visto desde la Tierra, lo que hace que el planeta reciba toda la luz solar y se vea más brillante.

Órbita planetaria: Recorrido que hace un planeta alrededor del Sol.

Perihelio: Punto de una órbita planetaria situado a menor distancia del Sol.

Período de actividad: Tiempo en que ocurre un evento astronómico.

Sistema doble: Un sistema doble está formado por dos estrellas que giran alrededor de un centro común. Existen incluso sistemas múltiples, constituidos por varias estrellas.

Parque Nacional de los Arribes del Duero

Miranda do DouroJusto en la frontera entre España y Portugal, aunque perteneciente a este, Miranda do Douro tiene la suerte de estar situada en un enclave privilegiado a las orillas del río Duero, que además de servir de frontera a los 2 países, separa 2 parques naturales, el de las Arribes del Duero, en la parte española y el de Tràs Os Montes, del lado portugués.

El río discurre por estos parajes entre espectaculares cañones que llegan a alcanzar centenares de metros, en donde, a pesar de lo escarpado del terreno, o precisamente por eso, se encuentra una riqueza natural inconmensurable, tanto en lo referente a la flora como a la fauna.

Pueden verse árboles como higueras o encinas en los lugares más impensables. Entre los animales que se sorprenderán de nuestra presencia, podemos encontrar multitud de pequeñas aves y otras mayores, como búhos y lechuzas, el alimoche, el águila perdicera, el buitre blanco o la cigüeña negra, de la que se pueden ver varios nidos a lo largo de la ribera del río, aunque la verdadera reina de la zona es el águila real, de la que actualmente puede verse un ejemplar hembra cuya envergadura alcanza los 2 metros. Con un poco de suerte puede llegar a verse incluso alguna nutria, que vuelven de vez en cuando, aunque la contaminación de las aguas las ha ahuyentado de la zona hace muchos años.

Cuentan los viejos del lugar que antiguamente multitud de delincuentes traspasaban la frontera por esos escarpados riscos trayendo productos de estraperlo desde Portugal, satélite de Inglaterra y mejor surtida por el comercio, a la pobre España de posguerra. Sin embargo los lugareños, más avispados y preocupados del día a día, lo que hacían era bajar hasta los nidos cuando no estaban las madres y ponerles un palo atado en el pico a las crías para que no pudieran comer. Al poco tiempo volvían y aprovechaban a robar del nido los animales como conejos que habían traído las aves, dejando los lagartos y culebras para que pudieran alimentarse los poyuelos.

Anécdotas de este tipo y similares pueden oírse haciendo la ruta del Duero en el navío-aula de cooperación hispano-lusa que puede cogerse en la propia Miranda y desde la que se puede apreciar la riqueza natural de la zona. Es un barco ecológico con motores silenciosos que procura molestar lo menos posible a los animales del río y sus laderas. Curiosamente, a pesar de cogerse en Portugal, tiene bandera mallorquina (¿?).

Otra curiosidad se da en las paredes de justo enfrente del embarcadero. Aunque las aguas del se han contaminado durante años (actualmente se está haciendo un esfuerzo muy grande para recuperarlas), el ambiente tiene un aire muy puso, lo que hace que en las rocas se críen líquenes y musgos muy peculiares. Un liquen de color amarillento autóctono de la zona plaga un gran muro de roca en el que cuenta la leyenda que quien no vea un número 2 no tendrá oportunidad de casarse nunca, o si ya lo estuviera, que se espere una buena cornamenta.

Una advertencia. En caso de caerse al agua, ¿por qué lado saldría, por el portugués o por el español? La respuesta es clara, por el portugués, porque se sale una hora antes… y es que se da la curiosa circunstancia de que yendo en el barco hay una hora de diferencia entre las 2 orillas, debido a la diferencia horaria de los 2 países.

Y después de estar en contacto con la naturaleza, uno puede darse una vuelta por la ciudad de Miranda para ir de compras, pues la cantidad de tiendas, sobre todo de telas, toallas y ropa es tremenda. Seguro que picas y algo te llevas, a buen precio y con calidad aceptable.

La excursión en barco es muy recomendable por el contacto con la naturaleza y la impresión de los paisajes y muros de hasta 200 metros. El recorrido de aprox. una hora se ayuda también de varias locuciones y en la vuelta te dejan subir a la cubierta para disfrutar aún más del aire puro. Tras desembarcar hay una exhibición con un búho real mientras te dejan degustar unos vasos de vino tinto y blanco de la zona.
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Selección nacional concentrada en un camping

¿Se imaginan ustedes a los jugadores de la selección nacional, durmiendo en tiendas de campaña, sobre esterillas, lidiando con mosquitos, respirando el aire fresco y puro de las montañas, ambientados con los ronquidos del compañero…?. No, ¿Verdad?. Cuesta imaginarlos sin deleitarnos con sus últimos móviles de última tecnología, vestidos como pinceles, extasiados por sus peinados vanguardistas, alojados en hoteles de cinco estrellas o en balnearios de lujo. Otras selecciones no pueden darse estos lujos, y como las circunstancias obligan, se concentran en un camping. La modalidad de alojamiento más económica. Así lo ha hecho la selección de fútbol de Guinea que ha venido a España a disputar unos amistosos, y que se ha alojado en Valdeavellano de Tera, un pueblo Soriano próximo a Logroño. Los jugadores están contentos porque para ellos es una experiencia inolvidable. Algunos se han regresado a su país, pues allá trabajan y el fútbol es algo secundario. Otros se quedan por aquí hasta el 28. Nuestros jugadores galácticos habitan también en otro planeta, galáctico también, distante a años luz de los futbolistas con menos recursos.

Aunque no fuera más que para que nuestros jugadores tocaran tierra, no estaría de más que una vez cuando menos el seleccionador se los llevara a un camping, a purgar los magros resultados obtenidos en el último mundial, y comprobasen que por muchos cientos de millones que ganen y mucho dinero que muevan, los Dioses (lo del balón tampoco) no existen.

Cádiz la alegría de vivir

Cádiz tierra soñada por mí

Cádiz es una ciudad que me encantaría visitar, y despúes de leer artículos como este de Juan Cruz en El País (20-08-06), todavía más.

Por Cádiz entró la modernidad en España, y ahí sigue. Dice el poeta Caballero Bonald, autor de ‘La costumbre de vivir’, que en esa ciudad atlántica y magnífica se produce una gracia que nada tiene que ver con los tópicos que conviven con la expresión ‘gracia andaluza’

Y ese es el sol. José Carlos Martín tiene 39 años. Era fotógrafo, en Madrid. Cádiz tira, y volvió a su tierra. Tiene aquí un bar, una moto y tiempo. En Madrid ganaba el doble que aquí; pero aquí tiene tiempo. Nos llevó en moto, de Cortadura a La Caleta, y recalamos en La Viña, el barrio del Carnaval, el barrio. Delante de la puesta de sol, en La Caleta, junto al monumento que mereció el escritor Fernando Quiñones, José Carlos miró hacia los castillos y hacia el horizonte: «Mira, y ese es el sol». En Cádiz los gaditanos no son sólo titulares de la historia, sino del tiempo, del espacio y del aire. «Mira, y ese es el sol». ¿Y son tan felices los gaditanos como dicen, Juan Carlos? «No tienen más cojones que ser felices. Mira esta playa, todos jugando cuando éramos niños. ¿Cómo no íbamos a ser felices?». Para ellos, dice, «el placer es fundamental: puede ser que haya guarrillos, impuntuales. ¡Pero todos son felices! ¡Y todos nos buscamos la vida. A lo mejor te dicen: ‘hay paro’. Pues sí. ¡Pero todo el mundo trabaja! ¡Los que se dan de alta simplemente es que son unos caballeros! Aquí trabajamos para vivir, no para trabajar!». Sigue leyendo