Orhan Pamuk es el nuevo premio Nobel de Literatura. El narrador turco hizo buenos, por una vez, los pronósticos que le señalaban como el máximo favorito de los académicos suecos. Nacido en Estambul hace 54 años, Pamuk es autor de una decena de complejas novelas que tratan de conciliar las civilizaciones oriental y occidental, las mismas que han conformado su biografía, y la idiosincrasia de la sociedad turca que explora en sus narraciones.
Responde también al perfil político tan caro de la Academia sueca, ya que ha sido la cabeza visible de la penúltima batalla por la libertad de expresión. Pamuk estuvo procesado y a punto de ser encarcelado por referirse al genocidio perpetrado por el ejército turco de las minorías armenia y kurda, tema tabú en Turquía.
Pamuk, que no es un autor fácil, sucede en el galardón al dramaturgo británico Harold Pinter. Es el primer narrador en legua turca que obtiene el Nobel, dotado con 10 millones de coronas suecas (1,1 millones de euros). Lo recibirá en Estocolmo el 10 de diciembre en una solemne ceremonia que presidirá el Rey de Suecia.
‘Estambul’, su último libro, es un híbrido entre la memoria, el ensayo y la guía histórica en el que Pamuk -‘algodón’ en lengua turca- entrelaza con firme pulso narrativo su biografía y la de su fascinante y milenaria ciudad. Un paseo de 400 páginas por su Estambul y su memoria, que como casi toda su obra, tiende puentes entre Oriente y Occidente.
Así lo reconocía la Academia sueca que en su justificación del fallo señala como la obra de Pamuk «en búsqueda del alma melancólica de su ciudad natal, ha encontrado nuevos símbolos para reflejar el combate y la mezcla de culturas». Sigue leyendo