Archivo de la categoría: Manuele Fior

9788418621871

Hypericon (Manuele Fior)

En 2022 se cumplió el centenario del descubrimiento de la tumba del faraón Tutankamón.
La joven Teresa obtiene una beca para acudir a Berlín a preparar una exposición sobre dicho descubrimiento, a mediados de los noventa.

Si la estancia en Berlín le proporciona la deseada independencia, tanto como la posibilidad de visitar una ciudad para ella desconocida, su vida se trastoca cuando conoce a Rubén, un joven italiano que exprime las ubres de la vida amamantado por la manutención mensual que le pasan sus padres, la cual le posibilita llevar una vida bohemia, habitando inmuebles okupados, caminando por el lado más salvaje de la vida, frecuentando locales donde menudea al desenfreno alcohólico y sexual.

Surge entre Teresa y Rubén el amor, y algunas viñetas presentan sexo explícito.
El caso es que entre ellos se crea un lazo difícil de romper, más allá de sus respectivas inseguridades, dudas y deseos.

Hypericon

El descubrimiento de la tumba de Tutankamón, uno de los dos hilos narrativos del cómic, fue todo un hallazgo, al descubrirse completa junto a todos los tesoros. El artífice fue Howard Carter, del cual leeremos algún fragmento de sus diarios.

Hypericon

El título, Hypericon, hace mención a la flor que formando una corona encontraron en la máscara funeraria de Tutankamón. Un amuleto que servía para espantar los demonios y que hoy se sigue comercializando por sus beneficios para la salud.

Fior alterna los colores cálidos, ocres, en la historia que sucede en Egipto, con otros colores más fríos en la historia que transcurre en Berlín. Incide asimismo en retratar al detalle los rostros de los protagonistas. Las viñetas explicitan bien la intimidad de la pareja, sus emociones y temores. Fior ofrece variedad en sus dibujos y dinamismo en la narración.

Traducción de Regina López Muñoz.

Bueno.

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La señorita Else (Manuele Fior)

Manuele Fior (autor de Cinco mil kilómetros por segundo) adapta la nouvelle La señorita Else de Arthur Schnitzler (escrita en 1924), con traducción de Lucía Bermúdez Bermúdez, autor de novelas como Morir, Tardía fama, Apuesta al amanecer, Relato soñado, El teniente Gustl, entre otras, o de libros de aforismos como Relaciones y soledades, que he reseñado en el blog.

La dificultad en el cómic de Fior consiste en ilustrar el monólogo interior de la joven (que en el cómic se sustrae casi en su totalidad) y acaudalada Else, quien a sus diecinueve primaveras se ve en la tesitura de adoptar una acción que puede marcar definitivamente su existencia. Else veranea en un hotel en San Martino di Castrozza, con sus familiares, su primo Paul tirándole los trastos, recibe un telegrama de sus padres, en el que le urgen a conseguir dinero del señor von Dorsday, un amigo de los padres que se encuentra en el mismo hotel, un vejestorio que pretende a Else desde su mocedad, y que está dispuesto a soltar la panoja, pero exigiendo algo a cambio. Si no reciben el dinero el padre irá a la cárcel, para luego suicidarse, piensa Else.
La señorita Else

En las ilustraciones de Fior es apreciable la influencia de los cuadros de Klimt o Egon Schiele. Los tonos vivaces del comienzo, a medida que crece la angustia y la desesperación en Else se irán tornando más apagados y oscuros, tiznando su espíritu de una nube negra capaz de desaparecerla.

La señorita Else

La decisión de Else recae sobre ella, pues sus padres parecen querer jugar en su persona su última carta (aunque según vemos las deudas familiares vienen de antiguo), sin estar dispuestos a dar la cara, dejando el peso en los hombres de su hija, la cual anhela llevar una vida despreocupada y a quien la desvergüenza autoimpuesta bien puede suponer su final, dándole vueltas a qué hacer, a cuales son los límites del honor, de la decencia para una dama.

Bueno.

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Cinco mil kilómetros por segundo (Manuele Fior)

Publicado en 2011 y reeditado en 2022 por Salamandra Graphic, Cinco mil kilómetros por segundo, cómic de Manuel Fior, con traducción de Regina López Muñoz, nos sitúa en Italia.

Las acuarelas de Manuel con muy pocos colores resultan, sin embargo, muy vívidas y expresivas en la minuciosidad con los detalles. La gama de colores verdes y amarillos en la primera parte es la plasmación del deseo, la voluptuosidad, la juventud en su ánimo explorador. Las relaciones que se principian y abortan. El triángulo formado por Lucía, Piero y Nicola.

Lucía llega a su nuevo hogar y prontamente se enamora de Piero, aunque Nicola siempre está ahí, como el perro del hortelano. Como la vida sigue su curso, Lucía marcha a Noruega, Piero, como paleontólogo, irá a Egipto. En Noruega los tonos son azules, como el espíritu de la lluvia, como la luz glacial; en Egipto, priman los ocres y amarillos, así es la tierra, el cielo parduzco, las pirámides, la fiebre y los sueños eróticos. Las vidas siguen su camino y en su decurso llegan las parejas, el embarazo de Lucia, la paternidad de Piero, etc. Y el deseo, como una llama inextinguible, pide segundas oportunidades, pero a sabiendas de que son imposibles, se contentan con el escarceo y el agridulce sabor de lo que podía haber sido en los labios de los amantes.

Cinco mil kilómetros por segundo

Manuel recrea con virtuosismo el espacio íntimo de sus personajes, lo prosaico del día a día, como la escena en la que Lucía toma un baño mientras su marido defeca en la taza del váter, hay deseo y sexo explícito, hay búsqueda y desencuentro, hay vida latente y patente.

Muy bueno.