

En la calle Beratúa y en la Plaza Valcuerna con escasa treinta metros de distancia, ya hay dos comercios víctima de la crisis. Uno ya cerró y el otro lo hace a finales de este mes.
En la calle Beratúa y en la Plaza Valcuerna con escasa treinta metros de distancia, ya hay dos comercios víctima de la crisis. Uno ya cerró y el otro lo hace a finales de este mes.
Quizá sea que los servicios de recogida se han dado un respiro con las fiestas de San Bernabé, o bien que con las fiestas, se consume más de la cuenta y acumulamos más basuras. Este aspecto mostraba un contenedor en la Avenida Gonzalo de Berceo. Los del mercado de El Pescador, que hay ahí mismo tiran todos los desperdicios tal como van, en cajas de pecado hediondos, sin meterlos en bolsas de plástico bien cerradas, como deberían ir. Somos así de limpios. Así luego en los meses de verano hay una peste que no hay quien pare.
Esta mañana El Revellín estaba hasta la bandera. Todo el mundo con su trucha y su jarrita de vino. Las colas eran de varios cientos de metros. Me di un paseo por la Calle Sagasta y vi que detrás de la Iglesia de Santiago había unas tiendas donde poder apreciar en todo su esplendor la majestuosidad del águila real, por ejemplo. No faltaban tampoco las degustaciones, en la Plaza Zaporta de migas con chorizo, de fresas con vino o de caracoles, como se aprecia en las fotos.
Me parece positivo que el Casco Antiguo se dé a conocer, no sólo para quienes vienen a la ciudad de Logroño como turistas, sino también para los que vivimos aquí. No había visto nunca tanta gente por la Calle Barriocepo. Me parece una buena idea. Ahora resta que sobre los solares vacíos o las casas demolidas de construyan casas nuevas, y se le dé a la zona algo de vidilla comercial.
Seguimos dando un paseo por la ciudad de Logroño y nos encontramos más negocios cerrados en la Calle Galicia, Villamediana y Vara de Rey, así como en el Parque del Carmen. Son estos.