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Libres (Ana Santamaría)

Doce relatos editados por Comba conforman Libres, el primer libro de Ana Santamaría (Burgos, 1970).

Libres, Fetiche, Miluji te, Días aplazados, Delirio de perfil, Se llamaba Hansel, Juegos de sirena, Extorsión, Sed de cielo, Otra cultura, Misterios gozosos, La ley de Nora.

Ana maneja con soltura distintas temáticas. Pienso en la maternidad deseada y rogada (Misterios gozosos), la soledad (La ley de Nora, Libres), la voluptuosidad (Sed de cielo), la naturaleza de la comunicación y del deseo (Miluji te), las asechanzas de la modernidad (Extorsión), la búsqueda de la libertad y sus restricciones (Se llamaba Hansel, Juegos de sirena), la ausencia (Fetiche), la asunción de roles tóxicos (Otra cultura), el desamor (Días aplazados), la vida abierta como una flor carnívora (Delirio de perfil).

Las variedad de los temas, la singularidad de las voces -masculinas y femeninas- la mirada dirigida hacia temas poco trillados, como la soledad de un oso polar en un minizoo, o en qué consiste ser una madrina, o esa mujer que moviliza a todo el pueblo para conseguir el milagro del embarazo, o las relaciones parejiles que prometen mucho y pronto se quedan en nada, o aquellas existencias abocadas al borde de la locura por algo tan simple y cotidiano como las reiteradas llamadas telefónicas fruto de un malentendido, o los juegos de niños que tienen consecuencias impredecibles, o la necesidad de justificarse uno mismo (epistolarmente) acciones deplorables, o la manera en la que nos agarramos al mechón de pelo de nuestra amada porque es la manera que tenemos de ceñirnos al presente.

El lenguaje cuidado y preciso de Ana cincela los personajes de los relatos, que tienen vida propia y resultan por tanto muy vívidos y creíbles. Sus pasiones, deseos, obsesiones, soledades y frustraciones son las nuestras. Así los relatos leídos calan y alguno me produce incluso asombro, como Miluji te, en donde las palabras tratan de dar voz al misterio, a lo incomprensible, a aquello que siempre buscamos en la escritura: lo que no se ve o aquello que estando a la vista nadie mira con detenimiento hasta que nos es desvelado.