Archivo del Autor: Francisco Hermoso de Mendoza

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La vida (Tyto Alba)

El cómic, La vida, de Tyto Alba pone el foco en la relación de dos artistas, Pablo Picasso y Carles Casagemas.
Se conocen en Barcelona en 1899 antes de que Picasso se convierta en el gran pintor que fue y aquí el malagueño va experimentando, probando cosas, tanto en lo artístico como en lo personal, descubriendo el amor y sus devastadores efectos.
Lejos de España de su olor a sacristía y alcanfor, en París, donde acuden para La Exposición Universal de 1900, ambos encuentran una liberalidad inédita. Carles se enamora perdidamente (será su perdición) de la modelo Germaine Pichot.
La vida
Los celos y las inseguridades le jugarán una mala pasada a Carles que acabará
suicidándose en el Café Hippodrome con 20 años.
La vida
A partir de la muerte de su amigo, Pablo principiará su etapa azul. La vida es el título de uno de los cuadros de ese período.

Las acuarelas de Tyto ofrecen calidez, y los textos sin abundar en los subrayados van mostrando acciones, hechos, acontecimientos que van cincelando las personalidades de Carles y de Pablo, porque nada surge de la nada.
El cómic ha servido para traer de vuelta, y evitar la caída en el olvido, del pintor Carles Casagemas.

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Tú me has matado (David Sánchez)

Tú me has matado supuso el debut de David Sánchez.

Las personas que pululan por estas páginas están más allá de cualquier código ético, por tanto menudea la violencia, de la mano de sheriffs corruptos, a quienes les importa un bledo aquello de servir y proteger, ya que lo que les interesa es servirse y saciar toda clase de apetitos y proteger sus bolsillos, sin que les duelan prendas por sus comportamientos xenófobos.
En este medio oeste americano, que parece dejado de la mano de Dios, sin embargo, está muy presente en los folletos de las congregaciones religiosas que tratan de ganar adeptos a su causa.

Tú me has matado

La corrupción moral lleva a la pedofilia, a la violencia contra las prostitutas, a disparar a un compañero si es necesario. David logra un buen equilibrio entre las imágenes y los textos. Las referencias que David maneja son evidentes si hemos visto las películas de Lynch.

La circularidad en la historia ofrece un final inesperado para esta perturbadora y sobrenatural historia.

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Cardumen (Rexina Vega)

Cardumen
Rexina Vega
Editorial Cuatro Lunas
2023
196 páginas

Cardumen de Rexina Vega, fue publicada en gallego en 2007, y obtuvo el Premio Xerais. En 2023, Cardumen es publicada en castellano por la Editorial Cuatro Lunas, con traducción de Rexina.

Cardumen nos sitúa en Vigo, ciudad de la que marcharán muchos a labrarse un porvenir en América, en la segunda y tercera década del siglo pasado, creándose una situación de desarraigo en los exiliados, que como Fasito (escritor de crónicas teatrales que copia y pega de otras estrenadas en los madriles), embarcado en abril del 36, no encontrará tan fácil acomodo en Nueva York.
Antes de escapar Fasito lo intentará como empresario, como productor de pollitos que le salen rana, al no afinar con la temperatura precisa para no socarrar a los pollitos en ciernes, en el manejo de la máquina Yonar y la menguante electricidad.

Fasito escapará, pero otros como el escritor Urbano serán encarcelados poco después del alzamiento. El delito de Urbano, como el de tantos otros obreros, operarios, jornaleros, labriegos, profesores y hombres honrados fue estar en el momento equivocado de la historia, cuando los falangistas extienden su mensaje de violencia y odio, despojando a sus víctimas de cualquier dignidad y humanidad, para reventarlos como gusanos, pisotearlos como ratas, ultimarlos como reses, disparando Dámaso en la cuneta sobre aquel animalario desecho. Así vemos cómo el galán Dámaso encuentra en el falangismo su válvula de escape (como le sucede también a Alvarito en la novela Santander, 1936, de Álvaro Pombo). La yesca que provoca el incendio es la muerte de Eudosio Riveiro, cuando reciban la visita de los falangistas mientras están ensayado una obra teatral y Eudosio interponga su cuerpo al de Urbano, que conoce un secreto de Dámaso que debe permanecer en la sombra, porque la represión no solo es hacia fuera sino también hacia uno mismo.

Los hallazgos de la narradora en sus pesquisas, aventadas no obstante por el soplo de la imaginación, sitúan en escena a la hermana de Fasito, a la bisabuela Isolina, viuda joven, velando ya siempre la ausencia del difunto marido Carlos. Y a su abuelo, un peón al servicio del ejercito vencedor, que verá violentada su naturaleza por las cosas que ha de hacer, y que tiene en sus manos el destino de Isolina, de sus hijas, de Fasito, pues de la misma manera que otros deciden embarcarse y vivir una aventura, otros, cuando en 1943 ya hay unos billetes de barco en un sobre y un destino distinto al otro lado del océano, se quedan entre el hedor de pescantinas y aldeanos desarraigados.

El conjunto de fragmentos que reúne Rexina Vega (Vigo, 1966) aporta una imagen muy vívida del Vigo de aquellos años industriales e industriosos, con la llegada del tranvía en 1917, el menudeo de las salas de fiestas, su apariencia de ciudad colonial en construcción, y cómo la llegada de la guerra en el 36, tras el espejismo de la Segunda república, echaría por tierra tantas vidas, desalentó tantas aspiraciones, promovió tantas injusticias, desinfló tantos sueños y centrifugó a tantos del país, para situarlos al otro lado del océano.

Es el Cardumen que da título a la novela, aquel grupo de vidas minúsculas que formando parte de un todo Rexina quiere particularizar, rescatar del olvido y animar. Y vaya si lo consigue.

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Hijos de Ápate (Alicja Gescinska)

Alicja Gescinska, Hijos de Ápate. Breve filosofía de la verdad, la posverdad y la mentira.

Ápate fue uno de los espíritus que salió de la caja de Pandora, pródiga en embustes. Las posverdad es un término cada vez más empleado. Como apunta Alicja no es casual que, en 2016, los diccionarios Oxford eligieran ese neologismo como palabra del año.

Término que guarda mucha relación con el relativismo cultural y filosófico del posmodernismo, que según la autora no ha traído nada bueno en ese aspecto como indicaron pensadores como Leszek Kolakowski o George Steiner.

Es evidente lo que enuncia Alicja en cuento a la difusa línea que separa conocimiento e ignorancia.

Vivimos en una era en que el conocimiento especializado ya no cuenta con el respeto del ciudadano medio. El desprecio generalizado a la autoridad ha dado también como fruto un desprecio a la figura del experto en cualquier materia, con todo lo que ello implica para el debate político y social. Si la opinión de un experto cuenta con la misma credibilidad y recibe la misma difusión que la opinión de un profano o un famoso, cada vez es más difícil distinguir entre hechos fehacientes y fantasías sin fundamento, y cada vez es más difusa la línea que separa el conocimiento de la ignorancia”

Para la autora la definición de la mentira cuenta con cinco componentes: la mentira se caracteriza por (1) la intención de engañar y manipular por medio de (2) una afirmación (3) de cuya falsedad está convencido el transmisor del mensaje; el engaño puede ir dirigido (4) a otros o a uno mismo y (5) desde un punto de vista ético, la afirmación utilizada puede ser inmoral, neutral o moral.

Y qué podemos oponer a las mentiras, a la falta de verdad. ¿La sinceridad?

Para la autora la sinceridad es esencial para el correcto funcionamiento de una sociedad. Además, la idea de que la autenticidad es un valor moral importante resuena también en una conocida frase de Sócrates según la cual una vida sin autorreflexión crítica no merece la pena ser vivida.

Parece cada día más complicado hacer valer esta sentencia.

La verdad está vinculada con la veracidad, y una vida veraz implica voluntad de transmitir la verdad.

Alicja reflexiona acerca de la democracia tal y como la entendemos, del desapego creciente hacia ella por parte de muchos ciudadanos.

Una democracia solo funciona si los ciudadanos creen en su funcionamiento.

Si los ciudadanos no creen que tienen voz, que los representantes públicos los representan de verdad, que los mecanismos de control del poder funcionan y que los medios de comunicación son dignos de confianza, la democracia deja de ser democrática.

¿Cómo afectan entonces las mentiras a nuestra convivencia?

Para Alicja, cuantas más mentiras circulen en nuestra sociedad, menos armoniosa será la convivencia.

Y recoge un caso curioso el de Michael Ignatieff, reconocido novelista, filósofo, catedrático. Cuando dio el salto a la arena política como político, la confianza en su autenticidad y sinceridad se evaporó al instante.

Afirma Alicja que la postura del público frente a los políticos se caracteriza más por el recelo que por la confianza.

Las campañas políticas hoy se nublan con falacias y mentiras muchas interesadas. Habida cuenta con la impunidad con la que dichas mentiras se vierten, conviene reparar en esto que apunta Alicja.

No debemos ver la mentira y la desinformación como elementos más de las relaciones sociales y el juego político, sino como la cizaña que contamina el diálogo y el debate.

Hemos por tanto de pararnos a pensar, qué hacemos y por qué lo hacemos así.

Tenemos que despertar a nuestro Sócrates interno y abrazar la autorreflexión crítica como objetivo de nuestra vida.

Una respuesta válida sería que aprendiésemos a dudar, al igual que nos instaba Joan-Carles Mèlich en su ensayo La sabiduría de lo incierto.

Hagamos caso a Alicja.

Si antes de salir al ágora nos atrevemos a dudar más de nosotros mismos y practicar más la introspección crítica, el debate no estará tan polarizado, pues habrá menos probabilidades de que nos enroquemos en nuestra propia razón.

Traducción de Gonzalo Fernández Gómez.