Archivo del Autor: El achicador

Disparos en el Lejano Oeste

Los Estados Unidos parecen una película del Oeste cuando uno lee que a un hombre negro de 23 años, el día que celebraba su despedida de soltero, a la salida de un club, a las 4 de la madrugada, le pegaron 50 balazos, porque el local estaba bajo sospecha y uno de los agentes creyó oir “saca la pistola”. Los agentes ni cortos ni perezosos comenzaron la balacera que se saldó con cincuenta balazos que impactaron sobre el joven, el cual no iba armado. Ni él ni otros dos jóvenes que iban con él, que resultaron heridos. Si hubiera ido armado, ¿se necesitan 50 balas para reducir a un sospechoso?, o la policia en estos casos tiene la orden de abatir o matar al “presunto” delincuente. Quizá se trate de otra variante del presidente y filósofo Bush, creador y adalid del “ataque preventivo”, que consistiría en: primeros disparamos y luego ya veremos si estábamos en lo cierto.

Los policias son profesionales que saben disparar o eso se presupone, así que en casos como estos no entiendo como no disparan a órganos no vitales, afinando la puntería y no masacrando al “presunto delincuente”. Parecido ocurre con las palizas que los agentes de la ley dan a los que trincan. Imágenes en las que se ven a media docena de policías pateando sin miramiento a personas indefensas que no pueden defenderse de las patadas y puñetazos de los que son objetos. ¿En Estados Unidos no hay “presunción de inocencia”?. Veremos que les pasa a estos agentes que reconocieron que se equivocaron, y mataron a un civil desarmado, dudo que alguno de ellos pise la cárcel. Cumplíamos con nuestro deber dirán, existían indicios que nos obligaron a actúar así apostillarán. En el país de las armas, muertes como esta, forman ya parte del paisaje polvoriento del Lejano Oeste.

Trabajar menos para conciliar vida laboral y familiar. Problema o solución.

Los españoles somos los que más horas pasamos en la oficina calentando la silla y los menos productivos. ¿Cómo se mide el rendimiento de un trabajador?. Analizando las llamadas de teléfono contestadas, las personas atendidas, las reuniones mantenidas, la permanencia en el asiento, los expedientes finalizados, los informes cumplimentados. Es una forma de verlo. Lo lógico sería que cuando una persona cumpla la tarea asignada para cada día, se fuera para su casita. Para ello sería necesario saber cual es esa “carga diaria de trabajo” asignada a cada trabajador, lo cual es imposible de determinar en muchas empresas y dificil de llevar a la práctica en aquellas del sector servicios, en la que el empleado debe atender al público durante toda su jornada de trabajo y su actividad depende de las personas o llamadas recibidas (no se va a ir a casa porque no suene el teléfono durante media hora)

Las empresas deberían contemplar la posibilidad de reducir la jornada laboral de aquellos empleados que así lo solicitasen, permitiendo el acceso al mercado laboral de otras personas que ocuparían esas “horas vacantes”. Uno de los argumentos es que de este modo, se fomentaría el empleo, pero si se trabaja menos horas también se cobra menos, y al que cobra 1000 €, los denominados mileuristas, reducirle la jornada, y el sueldo quizá no le parezca una buena idea. Sigue leyendo

El hombre es un animal de costumbres

Es verdad que los humanos somos capaces de adaptarnos a casi todo. Esa excesiva maleabilidad y flexibilidad posibilita que mientras unos explotan, someten, humillan y esclavizan a su antojo, otros tengan que aguantar el chaparrón hasta que el cuerpo aguanta o acaban con sus cuerpos en el depósito de cadáveres.

Esa capacidad de sufrimiento y aguante permite que haya tantos jefes aborrecibles, despóticos y explotadores, empresarios pretotentes, maridos ultraviolentos, niños irrespetuosos y adolescentes que campan a sus anchas. Podremos objetar miles de cosas que nos obligan a tragar con todo lo que nos echan: una hipoteca que nos ahoga, una futuro laboral nada claro, una relación amorosa mal entendida, quien no tiene papeles y debe alimentar a una familia a miles de kilómetros.

El colmo del asunto venía plasmado en la noticia de un periódico que leí hace unos días. Un sujeto que había pasado casi toda su vida en reformatorios y cárceles finalmente había obtenido la libertad. A los pocos días de estar fuera, solicitó de nuevo el ingreso en la carcel, la cual para él era su casa, su mundo, su ambiente, su todo.

Hay mujeres para las cuales sus maridos también son “su mundo”, que monopolizan su existencia, fuera del cual no hay posibilidad de subsistir, por eso el 70% de las mujeres fallecidas en el 2006 no denunciaron a sus agresores. Pensaron que sus maridos o parejas nunca serían capaces de asesinarlas, pero la denuncia es el primer paso para salir del blucle letal de los maltratadores, el que permite ver que hay otro mundo más allá. Un mundo, sin palizas, sin vejaciones, humillaciones, ni maltratos, donde prime el amor, el respeto, la confianza, donde el diálogo con palabras es posible.
Hay días, cada vez más, en los que uno siente vergüenza de ser hombre, visto las cosas de las que son capaces de hacer los de nuestro sexo.

Y sin embargo la mejor canción de Joaquín Sabina

Es muy difícil escoger una canción de Sabina y decir: «esta es la mejor». Pero parece ser que han elegido «Y sin embargo» como su mejor canción. Para mí Sabina es hoy el mejor letrista de este país. Sus letras mezclan lo poético con lo urbano, lo sublime con lo barriobajero. Sólo Sabina es capaz de pergeñar letras como las suyas. Es lógico pues que aquellos que quieren aprender la lengua de Cervantes, recurran a las canciones de Sabina, pues contienen castellano en estado puro, con juegos de palabras y vocablos que enaltecen nuestra lengua.

Para el que no le suene la letra de «Y sin embargo» la pongo debajo. Para los que la conocen pueden tararearla mientras la leen. Ójala tengamos Sabina para rato. Además es de esos artistas que sigue creando buenas canciones, década a década, algo casi imposible para otros autores musicales que llevan viviendo de las rentas y recopilatorios muchas décadas.

Y sin embargo

De sobra sabes
que eres la primera
que no miento si juro que daría
por ti la vida entera, por ti la vida entera.
Y sin embargo un rato cada día
ya ves
te engañaría con cualquiera
te cambiaría por cualquiera.
Ni tan arrepentido ni encantado
de haberme conocido, lo confieso
tú que tanto has besado tú
que me has enseñado
Sabes mejor que yo
que hasta los huesos
sólo calan los besos que no has dado
los labios del pecado. Sigue leyendo