En muchas ciudades españolas los kebab son una realidad, en Logroño hay unos cuantos, pero desde la última vez que fui a uno al lado de casa, y plantaron allí un mazacote de carne ultracongelada, lo clavaron en el pincho y después de un buen rato me ofrecieron lascas de carne a medio hacer chorreantes de grasa, se me quitaron de golpe las ganas de comer kebab y opté por los bocatas de jamón ibérico.
En Reinosa, en Cantabria, han abierto recientemente un kebab, de nombre Tentirujo. Se amplía así la oferta gastronómica (a sumar a unas cuantas pizzerías, y restaurentes). Si habéis estado en Tentirujo y queréis dar vuestro parecer sobre el local, podéis dejar un comentario.