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Logroño y su comarca
Logroño y su comarca ofrecen al visitante un rico patrimonio natural surcado por los ríos Ebro e Iregua. El río Iregua, que nace en la comarca de Cameros Nuevo se abre, antes de verter sus aguas en el Ebro en el término municipal de Logroño, en un gran valle con una importante actividad agrícola. A destacar como parajes de interés las Peñas de Islallana, Monte Laturce y el Pantano de la Grajera, que cuenta con un Centro de Visitantes y Aula Didáctica. Desde el Alto de la Grajera podemos admirar el extenso panorama de viñedos y cultivos que conforma el paisaje de la comarca.

Logroño ciudad que en sus orígenes se articuló en torno al Camino de Santiago conserva numerosos restos jacobeos como la Fuente de los Peregrinos, el Puente de Piedra, las Iglesias medievales de Santiago y de Santa María del Palacio y la Puerta del Revellín.

En Logroño además de visitar su rico patrimonio histórico y cultural, es recomendable pasear por el céntrico Paseo del Espolón, donde durante las fiestas de San Mateo en torno al 21 de septiembre se celebran los principales actos de la fiesta de la vendimia, y por las calles Portales y del Laurel las más indicadas para practicar la enraizada costumbre del chiquiteo.

El recorrido monumental por Logroño, debe incluir la visita al Museo de la Rioja, situado en la Plaza de San Agustín 23. Tel: 941 29 12 59 que tiene su sede en el palacio barroco del General Espartero, el Puente de Piedra que comunica con la orilla norte del Ebro, las Iglesias medievales de Santiago y de Santa María del Palacio y la Concatedral de Santa María la Redonda en la Plaza del Mercado.

En la cercana Navarrete es imprescindible una visita a sus talleres de cerámica donde se puede contemplar el trabajo de algunos artesanos y adquirir la famosa cerámica blanca.

Así mismo, es parada obligatoria el Palacio de Clavijo, situado en el monte Laturce y construido en el siglo X, se alza sobre un imponente farallón sobre el río Leza y ofrece un excelente punto de observación de los valles del Iregua y del Ebro

Valle del Oja-Tirón
El curso alto del río discurre por la Sierra de la Demanda, extremo noroccidental del Sistema Ibérico, recorriendo hermosos paisajes de montaña y frondosos hayedos que en ocasiones se ven sustituidos por el rebollo. El haya es un árbol de hoja caduca que necesita abundante humedad; sus bosques son frescos con una variada fauna y flora.

Pasando la peña de San Torcuato el río se abre para entrar en terrenos de mayor dedicación agrícola, extendiéndose la cuenca desde Santo Domingo por campos llanos, con ausencia de masas boscosas hasta encontrar el río Tirón.

En sus cuarenta y cinco Km de recorrido el río salva un fuerte desnivel de 714 m., lo que provoca fuertes avenidas en épocas de deshielo, en especial en el primer tramo de mayor pendiente. Los paisajes presentan su máximo atractivo en otoño, en el que los bosques presentan un impresionante colorido en uno de los ecosistemas mejor conservados de La Rioja.

La estación invernal de esquí se sitúa en las laderas del monte San Lorenzo, próximo a la localidad de Ezcaray. Ofrece a los aficionados al esquí alpino una completa infraestructura para la práctica de este deporte, ocupando trescientas hectáreas de zona esquiable repartidas en diecinueve pistas.

Diferentes rutas han sido utilizadas por los peregrinos en su largo viaje a Compostela, siendo de entre todas ellas el camino francés la más utilizada a lo largo de la historia. En la actualidad el tramo riojano cuenta con una completa infraestructura para la atención a peregrinos y visitantes que vuelven a recorrer estas calzadas.

Valle del Alhama-Linares
Los vistosos colores de las rocas descarnadas y el estrecho cinturón verde de la huerta del río Alhama configuran un efecto paisajístico muy sigular. En las localidades de esta comarca se encuentran yacimientos de pirita, el llamado oro de los pobres, por su similitud en brillo y color con dicho metal.

La comarca del Alhama Linares, junto con el valle del Cidacos, conservan uno de los yacimientos de icnitas (huellas fósiles de dinosaurio) más importantes del mundo. Las características de esta región en esa época, con muchas zonas pantanosas y abundante vegetación, dieron lugar a una variada y numerosa presencia de dinosaurios.

Ciertas especies de aves, como el mirlo pinzón, carbonero común y escribano soteño se observan fácilmente junto a los caminos. Las laderas de los montes, en un principio cubiertas de pinos, dejan paso a grandes extensiones de romero.

Entre las rocas recalentadas podemos sorprender a algún lagarto ocelado, reptil de colores metálicos, destacando una serie de manchas azuladas en sus costados.

Otras aves como el buitre leonado, el águila culebrera o el mochuelo se ven con frecuencia.

El valle del Alhama posee un microclima que proporciona sabrosas hortalizas y dulces frutos. La vegetación más característica es el carrascal, matorral mediterráneo con romero y aulaga y repoblaciones de pinos.

CONTREBIA LEUCADE
En este valle se encuentra CONTREBIA LEUCADE, uno de los mayores y más importantes poblados celtíberos de toda Europa. Éste es un asentamiento anterior a la ciudad de Graccurris, junto a la desembocadura del Alhama.

El enclave tuvo siempre un importante papel estratégico. Y la particular geomorfología del lugar, unida a su urbanización en un espacio de fuertes pendientes ha facilitado la excepcional conservación de su sistema defensivo.

Se mantienen sus obras defensivas: foso, muralla, abastecimientos de agua,… todo de la época celtibérica.

En estas excavaciones se han ido encontrando gran cantidad de piezas cerámicas de origen celtibérico de diferentes épocas.

Valle del Alto Ebro y Sonsierra
Estos entornos brindan amplias posibilidades para la práctica de diferentes actividades; del esquí alpino al turismo ecuestre, pasando por el senderismo o la bicicleta.

Nace el Tirón en la sierra de La Demanda, en la provincia de Burgos, en el lugar llamado Pozo Negro del que se cuentan viejas leyendas. Su recorrido riojano es abundante en sotos y choperas que hacen las delicias de paseantes y pescadores que encuentran en sus orillas lugar de recreo. Sus aguas son utilizadas en los abundantes regadíos que se extienden a su alrededor en una comarca eminentemente agraria, que va modificando sus cultivos a medida que nos acercamos a la desembocadura. Muere en el Ebro al que llega próximo a Haro después de haber recibido el aporte del río Oja.

Las riberas del río presentan unas agradable choperas, lugar propicio para meriendas y excursiones.

Esta es una comarca surcada por antiguos caminos nacidos de siglos de devoción jacobea, que han configurado el carácter hospitalario de nuestras gentes.

Durante siglos la devoción a Santiago ha movido a miles de peregrinos a trasladarse en peregrinación a los confines de Galicia. Pero este movimiento de gentes durante un periodo que se prolonga desde el siglo IX hasta nuestros días ha supuesto también un itinerario de intercambio cultural y económico del cual esta comarca se ha beneficiado.

Es fácil descubrir sendas que antaño eran transitadas por pastores y ganado, que han caído en desuso y están siendo escondidas por la densa foresta. En horas de calor será fácil divisar algún rapaz, águila o buitre, que en vuelo planeado utiliza estos rincones abiertos como cazadero matutino.

En el valle del Tirón se mezcla de todo un poco, hay un arbolado denso en el que se observan carrascas, olmos, álamos, serbales, quejidos y bastante pino rodeno, que contrasta con la desnudez de algunas de las laderas cercanas.

En las charcas cercanas y durante la primavera, podemos admirar la evolución nupcial de los tritones palmeados. Las riberas del río conforman un agradable paseo. La comarca presenta abundantes restos históricos que nos recuerdan el importante papel de este territorio durante la edad media fruto de su situación fronteriza.

Valle del Bajo Ebro
El río Ebro, con su recorrido, señala el límite de la Rioja en esta zona de la Comunidad Autónoma. Sus márgenes contaron con abundantes sotos que en su gran mayoría han sido rotulados para ampliar zonas de cultivo, dada la calidad de su tierra.

No obstante, todavía podemos observar algunos testigos de los mismos, sobre todo en el recorrido del río por el término de Alfaro. Están formadas por árboles viejos, en especial chopos y álamos, pudiéndose encontrar también sauces. Parte de su superficie permanece inundada buena parte del año. Estos bosques de ribera acogen diversas especies de aves entre las que destacamos el martín pescador.

Calahorra dispone de la zona húmeda más importante de la Comunidad Autónoma. Destacan la laguna de El Recuenco y el Embalse de Perdiguero, construido, éste último en 1880, como reserva de agua para el riego.

Las orillas cuentan con carrizales y junqueras bien desarrollados y junto a ellas podemos encontrarnos álamos blancos, chopos, tamarices y el denominado árbol del paraíso. Merece la pena destacar la variada presencia de aves ligadas al medio acuático como la garza imperial, el aguilucho lagunero o el pato colorado.

Las márgenes sirven de lugar de nidificación a un buen número de especies como pollas de agua o zampullines.

Valle del Cidacos
En los bosques del valle encontramos pinos piñoneros, siendo los únicos existentes en La Rioja. También podemos encontrar pino carrasco, así como matorral compuesto por enebros, aulagas y romeros. Este tipo de vegetación es el hábitat ideal para especies como la curruca rabilarga, el escribante hortelano y numerosos pájaros comunes que, por su aspecto, pueden pasar desapercibidos.

En estos parajes, además de algún buitre leonado, se deja ver a menudo el cernícalo, rapaz de pequeño tamaño; tampoco será difícil encontrar algún zorro y otros mamíferos como el tejón.

Si por algo destaca este valle es por su extenso y rico yacimiento de icnitas, en el que podemos encontrarnos huellas de pisadas, marcas de colas… Distinguimos dos clases de dinosaurios: las huellas de dedos redondeados corresponderían a dinosaurios herbívoros, y las de dedos afilados a dinosaurios carnívoros, ambas pertenecientes a reptiles de varias toneladas de peso que caminaban sobre sus patas traseras, es decir, bípedos

Valle del Iregua
El río forma un valle en el que conviven Trece Villas, que disfrutaban en común del uso de un monte para pastos y leñas, según una antigua concesión. Desde el siglo XI se distinguen las dos tierras de Cameros y el valle del Iregua recibe la designación de Camero Nuevo.

El río desciende entre las laderas del Serradero y de los montes que separan este valle del Camero Viejo. Sus aguas aumentan con la aportación de las que trae el río Piqueras, que baja del puerto que separa Castilla y León de La Rioja.

La mayor parte de los pueblos se asoman al río desde su orilla izquierda, más saludable y soleada, aunque varias poblaciones se separan del cauce y crecen en los valles que forman sus afluentes. En Viguera el río abandona el espacio de las trece villas y se abre en un espacio más amplio cubierto de frutales. El río se dirige a Logroño, capital de la comunidad y desemboca en su término.

Entre la vegetación interesante de este valle podemos destacar: el Pinar, Hayedo y el Brezal. Estos bosques de coníferas constituyen el hábitat ideal para ciertas especies de aves como el agateador norteño, el pico picapinos, carboneros garrapinos y herrerillos; a estas aves se le añaden el carbonero palustre y el trepador azul, característicos de los hayedos de esta zona

Valle del Leza-Jubera
Desde Leza hasta Soto el río ha excavado un gigantesco desfiladero en la roca caliza que constituye uno de los principales atractivos paisajísticos del valle. La vegetación es escasa, aunque cabe destacar la presencia de algunas dehesas de carrascas y quejidos de uso ganadero hasta tiempos recientes.

Desde el punto de vista faunístico, lo más destacable es la presencia de una rica fauna rupícola, en especial la abundancia de buitre leonado que sobrevuela continuamente la comarca. Existen también águilas, culebreras, cernícalos, cárabos y aviones roqueros entre otros.

La mayor pérdida de población de toda La Rioja se produce en las tierras de Leza; no es una tradición actual, ya que empieza en la Edad Media, algunos pueblos se empiezan a recuperar, en especial en la época estival

Valle del Najerilla
Otro importante patrimonio de esta comarca de las Siete Villas es la riqueza piscícola de sus ríos, en especial el Najerilla, que es abundante en trucha.

Este conjunto ecológico del Alto Najerilla, con los bosques de San Millán y los hayedos de Tobía merece una especial protección.

El Camino de Santiago riojano está históricamente ligado a la comarca del Najerilla. Entra en esta comarca viniendo de Navarrete por el alto de San Antón, pudiendo visitar San Millán y seguir después a Nájera, pasando después por Azofra, Alesanco y siguiendo hacia Santo Domingo.

La zona, al reunir tantos recursos, está bien dotada de servicios para el turismo, con establecimientos de varias categorías.

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