El Esnob

El Esnob (Carl Sternheim)

Hay textos que a pesar de su corta extensión (60 páginas) resultan muy cundidos. Así sucede con El Esnob de Carl Sternheim (1878-1942). Obra teatral en tres actos, publicada en Ápeiron Ediciones, traducida por Roberto Vivero.

En aquella época, la época Guillermina, a comienzos del siglo XX, sin el ascensor social de los estudios, será el vivo ingenio y otras artes ocultas las que propicien que Christian, de humilde origen (el padre, Theobald, fue un funcionario subalterno y la madre, Luise, la hija de un sastre), logre llegar a lo más alto, y alcanzar el cénit laboral, con tan solo 36 años, hasta convertirse en el director general de un grupo económico que maneja una quinta parte de toda la riqueza nacional. Eran esos años del imperialismo y el colonialismo, tras la Conferencia de Berlín. Aquí se hablan de las minas africanas, en aquellos territorios que Alemania compró en África.

Porque la falta de nobleza, la sine nobilitate latina, lo que hoy dio en denominarse esnob, es nada menos que el traje a medida del protagonista de la obra: el joven Christian. Su objetivo lo lleva madurando largo tiempo. Y es formar parte de la nobleza, ostentar un título. Ser bien acogido en ese estamento tan cerrado y escasamente permeable. Para ello quiere borrar a su familia del mapa, que es tanto como borrar sus orígenes, para erigirse, pensemos en una especie de creatio ex nihilo. De cara a la galería los dará por muertos. En la intimidad del hogar les extenderá un cheque por los gastos derivados de su manutención, hasta ser manumitido y les invitará a quitarse del medio e irse a vivir a Zúrich, porque Christian sabrá mucho de números, pero muy poco de sentimientos. Antes romperá los lazos familiares (aunque tendrá la ocasión de reconciliarse con su padre. O su padre con él) y filiales, como sucede con Sybill, la única amiga capaz de obligarle a escuchar unas cuantas verdades.

El facilitador será el Conde Aloysius Palen. Él será la puerta de acceso de Christian a ese mundo que tanto anhela. Para ello, la hija de Palen, Marianne, será una pieza más en el tablero. Algo asumido por ella, así dirá que con el enlace ya no se pertenece a sí misma, que es el destino de las muchachas. Se casará sin dote. El dinero lo pondrá Christian. Pues Palen tiene titulo nobiliario pero no dinero, al contrario que Christian. De la necesidad, no harán virtud, sino negocio.

La historia que se desarrolla con gran dinamismo, sin dar tregua al lector, concluye con un golpe de efecto sorprendente. Si durante todo este tiempo Christian es un esnob, veremos que a veces las cosas no son como nos las pintan (el detonante será un cuadro de Renoir, retratando a Luise) y a veces uno acaba ocupando el lugar que cree merecer, no por méritos propios, sino por la cuna.

El Esnob
Carl Sterheim
Ápeiron Ediciones
2025
70 páginas
Traducción de Roberto Vivero

Otras reseñas de la colección Máscaras de Ápeiron Ediciones en Devaneos.

Hijos del pecado de Ludwig von Ficker
Noche italiana de Ödon von Horvath
La Torre de Hugo von Hofmannsthal
El fin de Sodoma de Herman Sudermann
La isla de Hugo Wolf
Marionetas de Arthur Schnitzler
Tirano Teatro de Roberto Vivero
Fausto de Roberto Vivero

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *