Ya que la ley antitabaco no prohíbe fumar en los espacios al aire libre, las playas se están conviertiendo en vertederos. De mi paso por playas Alicantinas, he comprobado tanto en Torrevieja como en la Playa de la Mata que el incivismo abunda. Da igual la nacionalidad, la edad o el sexo. Es una práctica habitual echarse un cigarrito, dos, o un paquete del tirón e ir arrojando al tiempo que se fuma, las cenizas a la arena, para finalmente plantar la colilla en la arena, o bien enterrarla.
Que en las playas se pueda fumar, no es lo más grave. El humo desaparece, pero las colillas y las cenizas se quedan. En la mayoría de las playas no hay servicio de limpieza. En algunas pasa un tractor que recoge lo mayor, pero las colillas siguen ahí, donde las dejaron los que se echaron el cigarro. Esto supone que todas las colillas van aumentando en un número alarmante en todas las playas.
De aproximádamente un centenar de personas que fumaban a mi alrededor durante estos días, aunque parezca increible, sólo un hombre, echó las cenizas y la colilla en una botella de plástico que luego arrojó a una papelera. El resto lo arrojó en la arena. Sigue leyendo