El otro día el programa de TVE, Informe semanal, emitió un estupendo reportaje titulado Los Muros de la Vergüenza, cuyo nombre como sugiere hace mención a los muros que se levantan hoy entre diferentes países con la idea de frenar la llegada de los que viven al otro lado de los muros y cuyas economías precarias les obligan a buscarse la vida allá donde puedan subsistir ellos y sus familias.
Tomando como referente el Muro de Berlín, que finalmente caería en 1989, se demuestra de nuevo que el ser humano es muy poco imaginativo y así continuamente se repiten los errores del pasado. Tras el holocauso judío, cúspide del horror y de la ignominia se han seguido repitiendo limpiezas étnicas. Sin ir más lejos hace diez años hubo una en los Balcanes. En África también resuelven sus problemas con el uso de la violencia y las bandas locales alcanzan la supremecía a hachazo limpio, aunque ello conlleve exterminar a un millón de personas. Sigue leyendo


