Réquiem Alemán (Philip Kerr 1991)

Tras Violetas de Marzo y Pálido Criminal ahora acabo de leer el tercer libro de la sextología Berlín Noir. Me ha parecido del mismo nivel que Violetas de Marzo. Kerr se controla un poco más en su vis cómica y abunda más en la descripción de los ambientes y emociones, como si el contexto histórico calase más la historia que en sus anteriores libros.

Ya ha acabado La Segunda Guerra Mundial, nos encontramos en 1947, algunos jerifaltes nazis se han suicidado como Himmler, otros buscan cambiar de identidad e incluso colaborar con los americanos como espías. Berlín está dividido en cuatro, en manos de americanos, británicos, franceses y rusos (o ivanes como les llama Bernie).

Bernie se traslada a Viena a resolver un caso que lo tendrá en esa ciudad una larga temporada. Debe demostrar que un tal Becker no es el asesino de un americano. La cosa pinta mal porque todo apunta sobre Becker. Austria también sufrió las consecuencias de los bombardeos y Viena sin llegar a los límites de Berlín (..»comparada con Berlín, Viena tenía un aspecto más limpio que el escaparate de un enterrador…») expone también sus heridas de guerra. Curioso es el comienzo del libro donde un equipo de rodaje quiere rodar una película sobre los estragos de la película, en Viena, y donde las obras de reconstrucción que se van a llevar a cabo les supone todo un problema.

En su investigación Bernie entrará en contacto con los americanos, con gente de la que uno no sabe nunca bien para quien trabaja, como en el caso de Belinsky, compañero de andanzas, pues todos parecen ser agentes dobles o triples. Bernie ahora está casado con Kirsten, si bie la cosa no parece pintar muy bien, pues esta no es reacia a hacerle un francés a un americano ni un griego a un británico.

Como es habitual en Kerr, las 400 páginas del libro son objeto de ser devoradas con voracidad por un lector complacido que se deja arrastrar por Viena de la mano de Bernie, testigo de una época que hizo historia, mientras los antaño nazis supervivientes se visten de civil, se ocultan entre la población civil y siguen medrando protegidos por los suyos.

Ahora a hacerme con el libro Unos por los otros, en pos de la culminación de la sextología.

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