The guardian crítica película de Kevin Costner

The guardian cartel películaDirección: Andrew Davis.
País: USA.
Año: 2006.
Duración: 136 min.
Género: Drama, acción.
Interpretación: Kevin Costner (Ben Randall), Ashton Kutcher (Jake Fischer), Melissa Sagemiller (Emily Thomas), Bonnie Bramlett (Maggie McGlone), Clancy Brown (Capitán William “Bill” Hadley), Sela Ward (Helen Randall), Neal McDonough (Jack Skinner), John Heard (Frank Larson), Brian Geraghty (Hodge), Dulé Hill (Ken Weatherly), Shelby Fenner (Cate).
Guión: Ron L. Brinkerhoff.
Producción: Beau Flynn y Tripp Vinson.
Música: Trevor Rabin.
Fotografía: Stephen St. John.Montaje: Dennis Virkler y Thomas J. Nordberg.
Diseño de producción: Maher Ahmad.
Vestuario: Mark 

Para los actores talludos la edad no es óbice para aceptar rodar películas de acción. Connery hizo la Trampa doblando la edad de Catherine Zeta Jones, Stallone se enfunda las guantes a los sesenta tacos para la sexta entrega de Rocky y la cuarta de Rambo, Bruce Willis lo veremos en breve en la cuarta entrega de la Jungla de Cristal, y Kevin Costner se pone a remojo en The Guardian.

Costner (Randall) es un buzo rescatador de personas en mares procelosos. Un accidente de consecuencias fatales, le lleva como mal menor, para lamer sus heridas a una base, donde forman buzos, en la que ejercerá de instructor, como sub-inspector.
El contrapunto de Costner es Ashton Kutcher (Jake Fischer), un joven fornido y buen nadador que planta cara a Randall con su pose de comerse el mundo a bocados y un ánimo a prueba de bombas, que mantendrá un tira y afloja con su instructor. El resto de los alumnos tienen poco peso en la historia a excepción de un tripitidor el cual erre que erre, sigue buscando su sueño, bajo el refrán ese que dice que “quien la sigue la consigue” y propicia los “momentos clinex” que permiten vaciarnos por la vía lacrimógena.

Costner y Kutcher cara a caraLos instructores gritan mucho y los alumnos obedecen, pero sin el despotismo de la Chaqueta metálica. En lugar de pasar las horas muertas frente a una pizarra, los alumnos son puestos a remojo, pues será el medio acuático, su nuevo hábitat laboral si consiguen graduarse.

Además de la vida en la academia hay otros frentes abiertos. Randall no mantiene una buena relación sentimental con su mujer, la cual quiere ponerle fin y Randall acaba tirando la toalla, reconcomido por la impotencia de no poder ayudarse a sí mismo en su propio naufragio sentimental.

Fischer iniciará una relación con una chica de la zona, la cual harta de conocer a chicos que vienen y luego al dejar la academia se van, no quiere comprometerse para no sufrir, así que la relación es una sucesión de polvos, sin mayor continuidad, ¿o sí?.

Que una película de estas características, de casi dos horas y media de duración no me haya hecho dar cabezadas ya es un logro. The Guardian cumple con su propósito: entretiene y se deja ver sin aparente esfuerzo. Las escenas de los rescates son emocionantes, en especial la del final, que crea un climax angustioso. Las interpretaciones son aceptables y el mensaje de la película amen de pecar de moralizante no es desdeñable. Que haya gente dispuesta a jugarse el pellejo y a dar su vida por los demás es una apuesta encomiable, digno homenaje pues, el que The Guardian tributa a esas personas, anónimas, que pueden salvarnos la vida el día menos pensado.

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