La Ruta Verde del Valle de la lengua enlaza Nájera con San Millán de la Cogolla, la cuna del castellano, de ahí el nombre de la ruta. El camino sigue en gran medida el trazado del Camino Real de Nájera a San Millán de la Cogolla, utilizado por los reyes de Nájera y su corte para trasladarse hasta el monasterio emilianense para realizar sus oraciones. Así reza la información de cartel oficial. El camino es nombrado como PR LR 1.
Al no ser una vía verde el trazado no es tan llano, y el perfil de la ruta ofrece considerables desniveles, como los que nos encontraremos a la salida de Nájera, siguiendo el curso del Camino de Santiago, a medida que nos vayamos adentrando en un pinar que quedará a nuestra izquierda.
Curiosa me resultó la inscripción en francés en una roca. Planter des arbres. Imperativo que se entiende, porque uno tiene la sensación de ir caminando o bicicleteando por un secarral. Un kilómetro y medio después se deja el Camino de Santiago para encaminarse hacia Badarán. El trazado discurre por asfalto, por una carretera muy venida a menos, con continuos socavones y por la que circulan tractores y coches. Badarán estaba en fiestas y varias personas andaban con unos churros en el regazo. Fue una buena idea hacer una breve parada para dar cuenta de una docena larga de churros, ventilados al alimón con R.
Poco más adelante la bicicleta hubo de acometer una pista de cemento muy empinada y más tarde un prolongado camino de tierra entre viñedos, bien surtidos de agua por las cañerías de los lindes. En nuestro discurrir por el valle del Cárdenas, al fondo se verán los perfiles majestuosos de Los Pancrudos y de El San Lorenzo.
La ruta PR LR está bien señalizada, pero hay que prestar atención en alguna curva para no encaminarte por el camino que no es. En todo caso, si te equivocas, en seguida verás la cruz (en aspa) que indica que el camino no es el correcto y que hay que regresar al camino que va señalizado con dos pequeños guiones horizontes (los propios de los PR o pequeños recorridos); el blanco arriba y el amarillo debajo.
Antes de llegar a San Millán se atraviesa Berceo (un par de kilómetros antes hay un pequeño riachuelo que conviene, no tratar de vadear, sobre todo en bicicleta, y cruzar por la pasarela), dejando la imponente iglesia a la derecha y finalmente la estampa del Monasterio de San Millán (Patrimonio de la Humanidad desde 1997), no puede ser más acogedora, a pesar de las obras en curso en la torre de Yuso.