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LOSDIASDELDEVENIR

Los días del devenir

Sinopsis

Los días del devenir. Sinopsis

Los días del devenir
Francisco Hermoso de Mendoza
Ápeiron Ediciones
2024
112 páginas
Precio: 12 euros

Reseña de Manuel Fernández Labrada en el blog Saltus Altus. Leer reseña aquí.

Los días del devenir

La escritora Verónica Nieto reseña Los días del devenir en su blog Rumiar la biblioteca.

Los días del devenir

Leer reseña en este enlace.

Reseña de Los días del devenir por el escritor José Ángel Cilleruelo. Leer reseña en El Visir de Abisinia.

Los días del devenir

El libro está a la venta en las cuatro librerías de Santos Ochoa en Logroño y también en Alicante, Benidorm, Cartagena, Orihuela, Soria, Torrevieja, Tudela. Y en la librería Taiga, en Toledo y en la librería Sinópsis de La Palma de Gran Canaria.

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El frágil orden del universo (Eduardo Quijano Sánchez)

El libro de relatos El frágil orden del universo supone el interesante debut en la escritura de Eduardo Quijano Sánchez.

Son veinte relatos divididos en seis secciones que mantienen una unidad.

A tenor de los nombres de los personajes, de la querencia del autor por Bukowski (hay una cita de Charles en el vestíbulo del libro: Estamos aquí para reírnos del destino y vivir tan bien nuestra vida que la muerte tiemble al encontrarnos) y de la taxonomía humana presente, abundante en perdedores, borrachuzos, harleys, carreras de caballos (en el relato California en el que parece que hay gente a la que es imposible que la suerte le sonría por mucho que lo intente, la suerte)… todo me lleva a situarme mentalmente en cualquier villorrio de los Estados Unidos.

En la mayoría de los relatos los protagonistas son dos hombres, pueden ser amigos a los que les vale compartir el mismo tiempo y espacio mientras la vida sucede (Tormenta) o como en una secuencia torrentiana abrirse a hacerse unas pajillas y ver qué pasa (Los accidentes suceden), que quedan para cazar y descubran llevar en las cabezas cornamentas similares a las piezas de caza que quieren liquidar (Sensatos hombres blancos), que deciden amputarse un brazo como un acto de solidaridad con un amigo manco (El precio de una amistad) o como el resultado de una apuesta (El frágil orden del mundo), o bien por una discusión cinéfila, a cuenta de Blade Runner, son capaces de llegar a las manos (Sirenas) o un padre y un hijo, que son tal para cual, (Ratas), aunque también hay espacio para las relaciones de pareja vencidas por la monotonía y aliviadas por las Aficiones (que da título al relato) como los gusanos de seda; el amor, aunque como no podía ser de otro modo, sea con una mujer que tiene el corazón de hielo (Múnich), o bien ese amor que conduce a una mujer tan enigmática, y a la que es tan difícil llegar a su núcleo, que esta situación en manos de un científico, deviene en una ecuación irresoluble, y que solo puede tener un final (Un hombre racional).

Los relatos se despliegan como flores carnívoras en diálogos cortos, entre aquellos que se conocen tanto que no precisarían hablar para comunicarse. Y como bien se apunta en la contracubierta, el texto sí me arrima al comic underground norteamericano (espléndida la portada de Francisco José Asencio) y me imagino las palabras servidas en bocadillos de texto, porque las situaciones planteadas son alocadas, delirantes y animadas por un espíritu que se sustrae a toda corrección política, tanto en el lenguaje empleado como en las acciones llevadas a cabo por los personajes en los relatos.

Y la manera de trascender lo prosaico para entonces elevar la cabeza del ombligo, de la botella de bourbon, de las cervezas calientes o de las nubes es echar mano de la ironía, de la imaginación; de este modo desfilarán por los relatos la Vida (A golpes con la vida), la Muerte (Lo último que pasó justo antes de irse todo a tomar por culo), el Destino y sus imprevistos (como se ve en el jocoso relato La penúltima decisión de Louis K con el destino), la Estupidez (Idiotas) o la Enfermedad (Insondable condición humana), planteando diversos cara a cara a los humanos, ante una batalla que siempre sabemos perdida pero que no nos impide librarla, porque validando la cita de Bukowski hay que reírse del destino, no queda otra.

Un relato que creo que sintetiza muy bien el espíritu gamberro y transgresor del libro es “Cadena de montaje” que pienso hubiera sido un buen epílogo para el libro, cuyos irónicos títulos vemos qué desdicen lo que luego desarrollan.

Eduardo Quijano Sánchez
El frágil orden del universo
2024
115 páginas
Cazador de Ratas Editorial

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El héroe (David Rubín)

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Mi amigo Juan Pablo me habló de estos dos cómics que forman el díptico El héroe, de David Rubín, publicado hace algo más de una década. Son casi 600 páginas apabullantes. Ya de entrada, el tema es de mi agrado, pues tiene que ver con la mitología griega, con el héroe Heracles (el Hércules de los romanos), hijo de Zeus y de Alcmena.

Euristeo y Heracles nacen con segundos de diferencia. El primero, Euristeo según decreta la suerte en el Olimpo, será un tirano ávido de conquista y de poder. Su primo Heracles, sin embargo, será un héroe. Si bien, el primero en nacer mandará sobre el otro durante doces años. De esta manera Heracles verá sometido su destino a la voluntad de Euristeo, el cual se convierte a su vez en un títere en las manos de Hera, la mujer de Zeus, que aborrece a Heracles por ser un hijo bastardo de Zeus.

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La trama casa bien con la de un videojuego en el que hubiera que ir superando pantallas, en este caso doce pruebas, las que Euristeo le impondrá a Heracles, con la idea de que en alguna de ellas pierda la vida. Las doce pruebas son:

Matar al León de Nemea y despojarlo de su piel.
Matar a la Hidra de Lerna.
Capturar al Jabalí de Erimanto.
Capturar a la Cierva de Cerinea.
Limpiar los establos de Augías en un solo día.
Matar a las Aves del Estínfalo.
Capturar al Toro de Creta.
Robar las Yeguas de Diomedes.
Robar el cinturón de Hipólita.
Robar el ganado de Gerión.
Robar las manzanas del jardín de las Hespérides.
Capturar a Cerbero y sacarlo del inframundo.

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Las diez primeras pruebas forman parte del primer volumen. Las dos últimas del segundo, aunque los dos libros son similares en extensión, porque en el segundo volumen, Rubín da buena cuenta de su imaginación y nos plantea qué hubiera pasado, por ejemplo, si las cosas hubiesen sido al revés, y Heracles hubiese sido un dios en lugar de un héroe.

Toda la violencia, el ansia de poder, la destrucción, el odio, el deseo de venganza y demás sentimientos exaltados, de los que participan tanto los humanos como los dioses, quedan muy bien ilustrados en las poderosísimos dibujos de Rubín, ya desde su prólogo.

Luego, el resto de las situaciones están tan bien desarrolladas, hay tanto dinamismo y viveza, que resultan subyugantes. Y como si fuese una películas tenemos primeros planos; la cámara se sitúa delante o detrás de los personajes, los visualiza desde arriba, escanea sus entrañas, porque Rubín ofrece al lector un sinfín de elementos, tanto en el tratamiento de los colores (creando páginas asombrosas), en la exposición en las viñetas, en la disposición de las mismas, ya sea con tiradas verticales o fajas horizontales, donde hay páginas en las que no se echa a faltar el texto, texto que por otra parte está perfectamente integrado con las ilustraciones, mediante diálogos parcos pero eficaces, que van directamente al grano, así Heracles irá superando cada prueba, ganándose el fervor de la gente y su confianza, sintiéndose un héroe capaz de hacer un mundo mejor, a pesar de los palos en las ruedas que continuamente le ira poniendo Euristeo, pero sin lograr este su propósito.

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El arco temporal nos llevará desde el nacimiento de Heracles hasta su muerte. Por el camino se enamorará, tendrá dos hijos y una mujer que perderá y volverá a enamorarse y a casarse con Denayira, pero no parece que Heracles esté llamado a gozar de los dones del amor, sino la maldición de una vida exaltada, convertida siempre en un combate, acompañado por Yolae (cual Robin), donde menudee la violencia explícita, tanto como el sexo, también explícito (somos testigos de la violación de Deyanira por Neso), y cuya resolución solo quede asociada a su propia extinción.

Dijo Saramago que El fin de un viaje es sólo el inicio de otro. Lo pienso cuando leo el epílogo.

El héroe
David Rubín
2011 y 2012
Astiberri
280 y 286 páginas