Mis amigos de devaneos me han dado la oportunidad de contar aquí mis historias. Son textos que tenía en una web, la cual ya no actualizo, así que ahora los iré colgando en esta blog, tanto los antiguos como mis nuevas anécdotas, reflexiones, devaneos y demás. Para comenzar mi andadura me inicio con mi relato de una noche de marcha que pasé junto a unos amigos por la ciudad de Alicante.
La Comunidad Valenciana tiene un gusto especial. Viniendo de un sitio sin mar y sin palmeras, los paseos marítimos, el puerto, el espigón calan muy hondo, y ese mar Mediterráneo es el recopón. No pude practicar la equitación submarina con caballitos de mar pero nos conformamos con ser acariciados por el viento de poniente. Por no hablar del clima tan benigno que tienen la practica totalidad del año.
Nos dimos un rulo por la zona de Torrevieja. Para una vez instalados allí, ir haciendo pequeñas excursiones de día a Alicante, Valencia etc.
Alicante es una ciudad bonita, al menos esa es la impresión que causa en el día que pasamos ahí. Impresión que solo es eso, pues en un intervalo que no llega a las 24 horas, no se puede sacar nada en claro, ¿o si?
Llegamos un día lluvioso y con bastante frío, y tras pasar por el parking, uno de los sitios más odiosos que ha inventado el ser humano y que era una cámara de gas, con un calor insoportable, nos encaminamos a la oficina de turismo donde nos dieron unas pinceladas sobre como ocupar el día y que era lo más emblemático de la ciudad, nos preguntaron eso de ¿de dónde sois?, y nos marchamos a dar una vuelta. Sigue leyendo →