Archivo de la categoría: Viajar

Vacaciones en Helsinki relato por tierras Finlandesas

En Finlandia en el mes de octubre hace mucho frío, al menos en las ciudades de Helsinki, Porvoo y otras que visité, pero esto es extensible a todo el país en general, algo normal por otro lado a la vista de las latitudes en que se encuentra y con el polo norte a tiro de piedra. Para gozar del país en su plenitud, los que aquí habitan, recomiendan venir de vacaciones en los meses que van de mayo a agosto, cogidos de la mano del buen tiempo y de la explosión de la naturaleza que aquí se manifiesta en sus bosques y sus incontables lagos. Lo aquí expresado son cosas que recuerdo de mi estancia de breves días por ahí. Hago mención de los desembolsos que hice, pues tan importante es saber qué visitar, como estar al tanto de lo que cuesta una comida, una bebida, un trayecto en autobús, etc.

Locales en Helsinki. Me apetecía entrar en el “Amarillo” por aquello de que tenía nombre castellano el susodicho bar. Por dejar la chamarra cobraban 8 marcos y luego 25 marcos cada cerveza «koff» de medio litro. Era finales de octubre y cambiaban la hora, así que a las tres eran las cuatro y había que alzar el vuelo con la noche cercenada una hora. De camino a casa probé la «pitti panna» o como se escriba, un revoltijo de panceta y patata frita, que también es consumido en Suecia y luego a casa en autobús con suplemento de 10 marcos, por ser tan elevada hora nocturna. Al menos funcionan los autobuses a esa hora de la noche.

En el mercado de segundo mano, hay gran variedad de artículos y es muy frecuentado. Allá compré dos gorros de vistosos colores que me hacía imposible el pasar desapercibido.
Nevó en Octubre y hacía mucho frió y bastante lluvia. Comí en el café Esplandi una baguette de salmón con ensalada y un bollo vienés con coca cola y luego al café más viejo de la esplanadi tomé un cacao por 13 marcos. Sigue leyendo

Vacaciones en Laredo (2ª parte)

En el paseo marítimo, paseaban los vigilantes, nada que ver con los de la serie de la escultura Pamela Anderson, en la piel de CJ.

Comiéndonos un bocata de rabas mientras la marea iba y venía mareándonos, escuchamos un ruido de fondo.

!Para tonto!. !Que pares!

Un perro igual de canso que pichici, andaba incordiando a una cría a la que rebasaba una cabeza. Ella lo mandaba a paseo, y el perro volvía una y otra vez. Los vigilantes solo se preocupaban de tocarnos las narices a los humanos. Con los perros que tenían los biorritmos alterados hacían la vista gorda. La chica pudo tomar consciencia de lo que le esperaría, años mas tarde con los de nuestro género, si cabe mas pesados todavía, cuando su orografía fuese mas escarpada.

Estando todos tirados en el suelo, en estado catatónico, se oía una música de fondo. Como un run-run de alguien que berrea, era un pequeño perro que le estaba despellejando los cordones del zapato a un miembro de la cuadrilla. ¿No sería mejor para las discográficas, que en estos grupos de trash-metal contratasen a perros aquejados de varicela, para que hiciesen las funciones de cantante.? Se ahorrabrían unas pelas y el ruido sería si cabe mas animal.

Uno del camping, camino a los lavabos me contó que había cambiado a su mujer por una muñeca hinchable en la cabina de su camión. «La quería mucho, pero amaba todavía más el silencio» me dijo con tono enigmático.

Cuando volvió a casa, la mujer lo había cambiado por un butanero. Ella quería mucho a su marido pero amaba aún más los gases nobles, le dijo ella al tiempo que le daba con la puerta en las narices.

No duró mucho su historia. El butanero, venía quemado, si bien no explotó. Le atenazaba la idea de la muerte, ¿Como vivirían sus seres queridos sin él? , y sobre todo ¿qué harían sus descendientes con esas colecciones de bombonas y espitas que el, con tanto mimo había venido coleccionando estos últimos años? Vino y se fue como la marea.

Ahora mientras ella conduce el camión por la Plana de Vic, el marido ronca a su lado trabajándose la siesta. Cree ser feliz, me dijo entre sollozos, porque aún quiere a su mujer y le asusta el silencio. Sigue leyendo

Viaje por Turín (Torino) vacaciones en Italia

Mole Antonelliana al fondo Estas son las notas del viaje que hicimos por Turín en el 2003. Ahora los precios aquí citados habrán aumentado un tanto, al igual que el precio del billete de avión de la habitación, etc, pero creo que algo de información útil habrá. De hecho el Metro está ya terminado. La cosa fue como sigue.

Una forma económica de viajar desde España a la ciudad italiana de Torino es en avión, aprovechando los bajos precios que ofertan las compañías aéreas, como es el caso de Ryanair. Un vuelo desde el aeropuerto de Girona (ciudad situada a algo menos de cien kilómetros de Barcelona), de ida y vuelta a Torino, sale por unos 45€,aunque esto dependerá de los días de salida y llegada y de los meses en los que se quiera realizar el viaje.

El aeropuerto de Girona es agradable. Ni grande ni muy pequeño. Y el número de las plazas de aparcamiento además de gratuitas son abundantes, pero esto tiene pinta de cambiar ante el creciente número de pasajeros.

El embarque de las maletas es sencillo. En el puesto de la compañía aérea Ryanair, hay que presentar el papel que te imprimes a la hora de comprar el vuelo en su página web. Ellos tienen un listado con los codigos de identificación de la gente que va a coger el vuelo, y con presentar el papel donde viene el código de identificación es suficiente.

Dejan llevar 15 kg por persona. Luego cobran 6 € por cada kilo que supere los 15. Por tanto llevar una maleta compacta muy pesada resultará un incoveniente a la hora de facturar.
Unas chicas delante nuestro se vieron en la tesitura de vaciar la maleta porque de llevarla tal cual, pagarían más por concepto de sobrepeso de equipaje que por el vuelo en sí.

Tranvías en TorinoLa puntualidad fue rigurosa. Cinco minutos antes de la hora prevista ya estábamos despegando y el vuelo se hizo en algo más de tres cuartos de hora. Antes de llegar a Torino, la vista que se divisa desde la ventanilla del avión es espectacular. Una cadena montañosa enorme, con sus crestas rocosas arañando el cielo. De pronto, las montañas quedan atrás, surge un valle inmenso y una ciudad, Torino. Una vez en el aeropuerto, después de coger las maletas, antes de salir del mismo en un punto de información, venden los billetes para el autobús que te lleva a la ciudad. Los billetes cuestan cinco euros. El autobús pasa con bastante frecuencia, y los hacen coincidir con la llegada de los vuelos, así la espera es mínima. El trayecto del aeropuerto que dista a unos veinte kilómetros de la ciudad se hace en algo más de veinte minutos.

Antes de hacer nada, es interesante y muy práctico comprar la tarjeta
Torino Card. En esta tarjeta se pone el nombre de la persona y se firma. Las hay de 48 horas (12 €) y 72 horas (15 €), contando desde el momento en que se usa por vez primera. Sirve para muchas cosas. Para coger cualquier medio de transporte: Autobús o tranvía. (El metro lo están haciendo ahora, en mayo de 2004, de cara a las olimpiadas de invierno que se celebrarán en Torino). Sirve para entrar gratuitamente en cualquier museo, Sigue leyendo

Camino de Santiago en bicicleta relato de la experiencia

Santiago te espera peregrino Esta historia esta basada en hechos reales, en el transcurso de nuestra aventura en bicicleta al encuentro del Santo en Santiago, si bien alguna cosilla puede estar pulida por el imaginario, fruto de las palizas en bicicleta y de los rigores propios del mes de Julio en nuestro querido país.
Esta historia ha sido patrocinada por todos y cada uno de los Restaurantes aquí citados, si bien todavía no he visto una peseta. Esta extraordinaria aventura ocurrió en el año 1994. Por aquel entonces no existían blogs ni bitacoras, donde contar estas cosas.

7 de Julio (Nuestro San Fermín Particular)

Toca madrugar, y a las 6 ya estoy en pie, el cuerpo pide un desayuno copioso a base de huevo, pan , y tostadas, y nos dirigimos al garage de un amigo. Es allí donde comienza nuestra aventura. Somos 5 jovenes de 19 años en liza. La primera parada es a escasos 5 kilómetros de Logroño, en la gasolinera de Yagüe , en donde inflamos las ruedas y dejamos las bicis a punto. Rumbo a la Grajera, quemamos las primeras toxinas, y ya pienso en regresar, y llevamos 15 kilómetros!!!. Pasamos por Navarrete, Nájera, y Santo Domingo de la Calzada, nos ponen el primer sello en nuestra compestalana. Bebemos agua, hace calor y perdemos litros de sudor al menor esfuerzo.
Seguimos rumbo Belorado, dejando La Rioja y entrando en la provincia de Burgos, son las 12 y cuarto, y las 13 horas nos dan de comer (Restaurante Goya, por 6 euros se papea bien . Siesta en una plazoleta cercana al restaurante. Nos guardan las bicis en el trastero del restaurante. A las 4 en marcha nuevamente, pasamos por Villafranca de Oca subimos el puerto de La Pedraja de 1130 metros de altitud, a un ritmo de 9 km/hora ,al límite. Tras el sufrimiento viene la recompensa, y una bajada tonificante por un camino de Piedras que nos lleva hasta San Juan de Ortega, arrivamos a las 5 de la tarde, golpea el sol. Nos deshacemos de las alforjas, llegan peregrinos canarios, oímos misa en Latín al estilo medieval, durante casi una hora. La solidaridad de los monjes nos permite cenar unas sopas de ajo y poco más. Ducha con agua gélida y a dormir, pasadas las 11.
Hemos recorrido 93km 300 metros, durante 4horas 51 minutos de pedaleo a un ritmo de 19km/h. La extenuación no deja pensar en nada.
Santiago está cada vez más cerca.
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