Archivo de la categoría: Poesía

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Bajo la alfombra (Ángeles Mora)

Unas cuantas horas de lectura y relecturas gozosas me ha brindado este poemario de Ángeles Mora (Rute, 1952) que lleva el título de Bajo la alfombra.

Poemario dividido en tres partes; De poética, Para seguir viviendo y una tercera parte desdoblada en otras dos, Caminos de vuelta y Luz que no llega.

La lectura es el recorrido del itinerario vital de la autora. La niñez en tiempos de escasez que enseñan que la esperanza es esa mentira zigzagueante que sabe a vino y almendras…; el acicate del deseo, a los trece años, el agua ardiente de la vida; la consumación de ese deseo En el fondo angosto/ de la gruta escondida/ se enciende al fin/ la luz que dormía/ esperando/ quien la alzara; la ruleta rusa de los celos, El pulso agazapado/ de lo que, al fin, vives conmigo/ pero sin mí.; la necesidad del otro, esa sed, algo tan inasible como la plata de la luna en el agua; Del amor a la compañía mutua y por tanto al amor, Nunca estuvimos solos/ tú y yo. No sé si eso es amor.

Y alrededor o dentro de nosotros, el silencio, la certeza de que El tiempo/ pasa y lo he perdido. Cada amanecer, cada nuevo despertar es una oferta envenenada, El despertar de nuevo / el horizonte aprieta una vez más/ sus dientes rojos sobre nuestros deseos.

Luego, vivir (Vivir/ tiene un rumor de fondo/ sordo como el silencio), es decir, ir recolectando pérdidas, ausencias, amueblando la soledad, también construir tus propias ruinas, Quiero solo/ dejar palabras de mi cuerpo/ en la memoria./ Pero no puedo. y a pesar de todo prohibirle el paso a la nostalgia.

Al concluir el poemario llega la savia nueva, la vida ajena a borbotones y entonces todo cambia.

Me parece que aprendo de nuevo/ lo que tus ojos me preguntan./ Cuando ya no pensaba hablar/ los necesito. /Ellos saben decirme lo que yo no me dije/ cuando los miro.

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Fuegos (Ismael Ramos)

Publicado en gallego en 2017 bajo el título Lumes en la editorial Apiario, La Bella Varsovia lo edita en 2019 en castellano con traducción del propio autor, Ismael Ramos (Mazaricos, 1994).

Un libro puede llegar a nuestras manos de la forma más inesperada. Dando una vuelta por la biblioteca de Reinosa, en la mesa de las novedades y frente a tantísimo libro fue este de Ismael el que acabó en préstamo en mis manos.

Hablamos de un poemario de 60 páginas que he leído dos veces. La segunda en voz alta, porque estos poemas creo que así lo exigen y se aprecia entonces mejor su cadencia y musicalidad, su capacidad para fluir, para resbalar y también para afianzarse en la carne del lector cual anzuelo. Lectura que me ha generado una profunda sensación de melancolía desde su comienzo con Nacerá una polilla en tu cabeza. Un sanatorio sirve tanto para morir como para sanar, pero al protagonista del poema lo salvará la escritura.

Poemas que se construyen sobre la genealogía familiar, nada surge aquí de la nada pues todo está conectado, así todas las generaciones unidas por una misma sangre (aunque desemboque en agua), los hijos como cicatrices de sus padres, padres que se construyen dentro de los hijos, padres que piden a sus hijos que se peguen un tiro, un abuelo con miedo a la muerte, cuidado por su mujer de manos impolutas, hermanas que sienten la vida en el dolor de la primera regla, madres desfallecidas, y entierros y velatorios, la vida anticipando la muerte, el saber que se muere cada segundo que pasa, desear con violencia la felicidad ajena de los seres queridos y siempre el recuerdo, la infancia convertida en disciplina, siempre la ávida memoria, las mismas manos que acarician y matan, y todo cristalizado en una fotografía inexistente, retablo familiar con los padres, los hijos, la herida de un amor que no nos salva.

La Comedia

Leer la Comedia de Dante con traducción de José María Micó ha sido toda una experiencia. El texto leído me resulta fluido, evocador, musical, y en bastantes momentos subyugante.

He tenido la sensación de que este fantástico poema, no obstante, va de más a menos. Como el poeta que necesita de la tristeza y la aflicción para crear, tengo la sensación de que algo parecido sucede aquí. Cuando Dante deambula por el Infierno acompañado de Virgilio, el libro tiene mucho más garra, más mordiente, más intensidad y me resulta mucho más atractivo y subyugante que cuando van ascendiendo hacia el Purgatorio y luego hacia el Paraíso y Dante reencuentra a Beatriz.

Lo que ha pasado a la posteridad está claro que ha sido el infierno dantesco. Sin ir más lejos estaba viendo ayer la segunda temporada de El sabor de las margaritas y los guionistas de la serie recurren a la Divina Comedia, a pasajes del Infierno, a extractos y citas que le sirven al asesino para su puesta en escena.

La edición de Acantilado es primorosa y cuenta con la nueva traducción de José María Micó. El texto es bilingüe. Acompañado de un extenso apéndice dónde se recoge los nombres y una mínima biografía de cada uno de los muchos personajes reales que aparecen en el poema. Al final tenemos también alguna ilustración curiosa, en la que obtenemos una representación del universo dantesco.

La Comedia

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Dolor humano, pasión divina (Sor Ana de la Trinidad)

Dolor humano, pasión divina, editado por Los aciertos, nos permite un enjundioso acercamiento a la figura de la monja y escritora riojana (Alcanadre), Sor Ana de la Trinidad (Ana Ramírez de Arellano), la cual murió con 36 años, en 1613.

Su producción es breve, y consta de tan solo 19 sonetos, cuya autoría hasta hace pocas décadas quedó oculta baja la de la abadesa Cecilia del Nacimiento, con la cual coincidió durante diez años en el convento carmelita de Calahorra. Parece ser que estos sonetos fueron un regalo de despedida de Sor Ana hacia Cecilia, cuando esta última abandona Calahorra para trasladarse a Valladolid.

Los sonetos caen en el terreno de la poesía mística, en la onda de los de Fray Luis de León, Santa Teresa de Jesús o San Juan de la Cruz, a quienes sor Ana parece haber leído.

Es muy recomendable acompañar la lectura de los sonetos con las notas y la introducción que aporta Jesús Cáseda, que nos permite situarnos en el contexto histórico de la escritura de los sonetos, cuando la mujer escritora empezaba a despuntar allá por 1550, con figuras como María de Zayas, ya en el siglo XVII o Ana Beatriz Bernal, autora de la primera novela en castellano escrita por una mujer.

Cada uno de los sonetos va acompañado de su significado y valoración crítica. Creo que lo recomendable es leer los diecinueve sonetos seguidos, sacar nuestras propias conclusiones y significaciones y después contrastarlas con las sustanciosas notas de Jesús Cáseda, que nos permitirán entender mejor los elementos constitutivos de la poesía mística de Sor Ana de la Trinidad, en su uso de los símbolos, la paradoja, la metáfora espiritual, la alegoría, la evocacion, etcétera. Un universo cerrado, el de la mística, por lo que los diecinueve sonetos tienen elementos comunes (re-creándose la autora en los tópicos y lugares comunes de la literatura mística, que aparecen aquí concentrados y quintaesenciados), en su anhelo de expresar, muy fluidamente, lo inefable, alcanzar la comunión con Dios, y en los que prima y se transmite con toda su intensidad, la alegría, el dolor, la efusión, la espera, la conciencia de que la vida es un tempus fugit y para Ana fue breve, muy breve. Como colofón, sirva el verso que va en el pórtico a estos evocadores y delicados sonetos.

Y el tiempo breve pasarás en flores.

Los aciertos Ediciones. 160 páginas. 2020