
Prometió el PSOE que si ganaba las elecciones municipales haría efectivo un carril bici en Logroño. Ya han pasado unos meses y todo ha quedado en bonitas palabras. Es una pena porque Logroño es una ciudad que reúne muchas cualidades para ser dotada de un carril bici, pero parece que los políticos, unos y otros no tienen el menor interés en que los ciudadanos tengamos la posibilidad de coger una bicicleta, no ya como ocio, sino como medio de transporte alternativo al autobús o al coche. Circular hoy en bici por Logroño puede hacerse o bien por las aceras, con el manifiesto peligro que supone para los peatones, o por la carretera, lo cual supone lidiar con los coches, ocupando su espacio, dado que no hay un espacio en el firme dedicado a las bicicletas como sucede en otras ciudades.
A los políticos les encanta hablar del cambio climático, de su compromiso firme y chorradas varias, pero lo que de verdad cuenta son los hechos y en este sentido, si de lo que se trata es de contaminar menos, y de verter menos sustancias contaminantes al aire, es fundamental que los ciudadanos tengamos la posibilidad de optar, entre el transporte público, el privado y medios alternativos como la bicicleta, la cual todos sabemos no contamina.
En Barcelona por ejemplo han puesto el sistema Bicing, el cual a pesar de sus fallos, funciona porque la ciudad de Barcelona, como se ve en este plano tiene carril bici en casi toda la ciudad, y ahí coger la bici para ir a trabajar, a la biblioteca, a la universidad o para hacer recados, se convierte en una alternativa real, no como en Logroño.
Por otra parte, no es que en Logroño no haya carril bici más que en zonas perífericas, sino que apenas hay aparcamientos para las mismas. Cuesta encontrar en Logroño aparcamientos para las mismas. En toda la zona oeste, que yo sepa no hay ninguno y los más cercanos son 10 aparcamientos frente a la biblioteca pública y cuatro más frente al edifico de La Gota de leche.
A todo esto hay que sumar la educación de la gente. Si dejas la bici en la calle es posible que te roben el sillín y si haces la prueba de dejarla candada a un árbol, pasada una semana, quedaron los restos de la misma, bajo la apariencia de un cuadro.
Hace poco estuve en Berlín y allí infinidad de gente usaba la bici absolutamente para todo. El carril bici funcionaba a pleno rendimiento y eso se notaba en el tráfico rodado, que era escaso. La ciudad se vuelve menos ruidosa y más limpia y quienes hacen uso de la bicicleta se ahorran un dinero en gasolina y de paso ayudan a mantener el aire limpio.
Ójala algún día nuestros políticos tomen nota, y el señor Alcalde, Tomás Santos Munilla se ponga las pilas, viaje fuera de Logroño, vea como se trabaja en otras ciudades y tome ejemplo.
Hasta entonces coger la bici en Logroño se convertirá en una «aventura a vida o muerte«.
Lo cierto es que no me imagino al Presidente ni a ninguno de sus Consejeros desplazándose en bicicleta, para eso ya tienen sus coches oficiales, Audi A6, para sus desplazamientos por la ciudad, aunque sean trayectos de 500 metros. !Cómo para dar ejemplo!
Recomiendo leer este artículo, que expone las cosas claras.
Según noticia del 20/06/08 leo lo siguiente: El concejal de Movilidad Urbana de Logroño, Domingo Dorado, explicó ayer en una rueda de prensa que a finales de año habrá una red de 7 kilómetros de carril bici urbano.