Archivo de la categoría: 2022

IMG_20231201_170219

Nietzsche, noble y filósofo (Meta von Salis-Marschlins)

Meta von Salis-Marschlins (1855-1929) fue una de las cuatro evangelistas que tuvo Nietzsche. Las otra tres fueron Elisabeth Förster-Nietzsche, Lou Andreas-Salomé y Malwida von Meysenbug. Como evangelista podemos esperar que Meta nos hable de la obra, vida y milagros de Nietzsche, noble y filósofo.

Y quién es Meta, se preguntarán. Meta fue la primera mujer suiza doctorada en Filosofía, en 1887, también la primera historiadora y conoció a Nietzsche, y entró en su órbita, accediendo a su intimidad entre 1884 y 1888.

¿A qué nobleza hace mención Meta en el título de este libro?

A aquella basada en las premisas de la buena sangre, la dura disciplina y una cadena de superaciones.

Nobleza que le impele a Meta a considerar a Nietzche el filósofo del aristocratismo.

Nietzsche sabía que escribía para una minoría, y nunca deseó ver sus libros en manos de la la inmensa mayoría. Coincidía con Heráclito en su vida solitaria y con Epicuro en su sencilla dieta, pues tenía aversión a engordar.

Meta es consciente que en su acercamiento a Nietzsche debe evitar tanto la condena superficial como repetir como un loro o mostrar la ciega admiración. La proximidad con el filósofo le permite describir aspectos de su personalidad, encontrando en su naturaleza mezcla de delicadeza y severidad.
Meta quiere conocer mejor a Nietzsche leyendo sus obras, y así nos cuenta cómo Aurora, fue un consuelo y una fuente de esperanza durante los veinte meses de aquel exilio autoimpuesto.

A Meta le sorprendía la voz, suave y melodiosa, así como la tranquila manera de hablar de Nietzsche. La risa ofrecía a su cara una conmovedora expresión infantil, y sus ojos eran los de un hombre que ha sufrido mucho y que, a pesar de salir victorioso, se yergue melancólico sobre los abismos de la vida, nos cuenta. En las conversaciones que Meta mantiene con Nietzsche constata que para los elevados razonamientos, este no empleaba expresiones rebuscadas.

El texto que también es autobiográfico ofrece alguna información sobre la juventud de Meta.

Yo me alegro de que mi juventud no cayese en un periodo de superficialidad y molicie. Se desarrolló más influenciada por los libros que por la vida, soñando con el futuro y despreciando el presente.
Y todos aquellas cualidades que tenía, que tan bien hubieran sido bienvenidas en un hijo, a ella, como hija, la devaluaron aún más. Pero Meta pudo comprar su libertad al precio de convertirse en maestra.

Muchos encuentros tuvieron lugar en Sils, tan unido a Nietzsche como el santuario de la diosa en Éfeso a Heráclito. Ella comprueba que a Nietzsche le gusta que le escucharan.

Nietzsche reflexiona sobre el efecto que la escritura obra sobre su persona.

El pensador solitario, que para sus ideas no encuentra aceptación ni eco, sin querer alza la voz y en sus escritos cae fácilmente en un tono irritado

Una forma de comunicación entre Nietzsche y Meta son las cartas.

Ahora me causa menos preocupación que usted lea mis libros: el más breve trato personal obra como corrector de un simple conocimiento libresco de opiniones y valores ajenos.

¿Cómo era Nietzsche?

Él mismo era delicado, fácilmente vulnerable, dispuesto a la conciliación, lleno de temor a hacer daño a los demás; su tarea exigía dureza, prohibición de compromisos, le causaba a él y a los otros dolor y amargura.

Gracias a Meta vemos el hondo impacto que en él tienen los libros de Dostoievski, como Humillados y ofendidos, cuyos pasajes lee con los ojos arrasados en lágrimas.

Para Nietzsche los libros que un hombre pone a su alrededor sirven como guía en su alma.

Meta y Nietzsche parecen ser dos almas gemelas.

El fanático amor a la independencia que yo misma tengo, hizo que lo comprendiera perfectamente. Por eso nunca le ofrecí nada que tuviera que rechazar. Pero sentía pena por él.

El repaso a las obras por parte de Meta, va más allá, abundando en su poesía, y ahí Meta ve el anhelo de un hogar, de una patria.

Su amor por la verdad no permitía el compromiso con el estándar cotidiano y la óptica ordinaria, ni su corazón permitía las constantes heridas y decepciones de quienes lo rodeaban. Su obra era su hijo, a quien sacrificó todo lo demás: también el grito anhelante de su alma necesitada de amor, también el anhelo de descanso de sus pies cansados. El sufrimiento, las privaciones y la soledad lo llevaron a las alturas del conocimiento: estuvo dispuesto a pagar el precio para alcanzarlas.

El libro se cierra con reflexiones de calado (que rebasan el propósito de estas notas) sobre un tema central de la moral: la compasión. Según Meta, Nietzche al igual que otros filósofos como Platón, Spinoza o Kant, coinciden en su desprecio de la compasión.

Dice Meta:

Estaba dispuesto a arriesgar su vida por sus ideas porque estas ideas significaban para él la realización de su existencia.

Y acabo con unas palabras de Aurora:

Nadie aprende, nadie se esfuerza, nadie enseña a soportar la soledad.

Nietzsche. Noble y filósofo
Meta von Salis-Marschlins
Ápeiron Ediciones
2022
Traducción y notas: Roberto Vivero
130 páginas

IMG_20231127_163910

Un candidato del futuro & Hombres de transición (Hermann Conradi)

No encuentro ningún libro de Hermann Conradi traducido al castellano (salvo un relato suyo, Una noche de primavera, reseñado en el blog de Manuel Fernández Labrada) por eso este ensayo que nos ocupa es, o puede ser, la vía de acceso a Conradi, que murió muy joven, a los 28 años, en 1890, y era uno de los exponentes más destacados del naturalismo alemán. Digo ensayo y tampoco es un ensayo, pues como manifiesta Roberto Vivero (responsable de la traducción y la edición) en un prólogo que no es tal y por eso se califica de Nota, de todas las muchas cosas que este libro podría ser, no es ninguna, quizás para hacerlo al gusto de Conradi, para lo cual sería necesario conocer su forma de ser, su espíritu y a ello podemos aproximarnos algo si leemos lo que otros, como Hermann Bahr, Carl Bleibtreu o Carl Korn escribieron sobre el precoz escritor a su muerte. Conradi para Vivero es un gigante, como Oskar Panizza, también olvidado.

El texto que más ha llamado mi atención ha sido el de Nietzsche, que nada tiene de panegírico y si de reconvención y que reza así.

Carta del 4 de octubre de 1886 a C. G. Naumann

Estimado señor editor, En respuesta a su amable carta, en esta ocasión solo quiero expresar mi negativa al deseo del señor Conradi. Este tipo de poetastros de veinticuatro años son los últimos lectores que deseo, y mucho menos quiero ser elogiado y pregonado públicamente por ellos.

Si Borges se enorgullecía de los libros que había leído, y Javier Gomá proponía enorgullecerse de no haber leído ciertos libros (por decisión propia), aquí Nietzsche incluso se daría el lujo de elegir quién puede leerle (y pregonarle) y quién no.

Las últimas 23 páginas del libro son la traducción de una parte del libro Hombres de transición & Un candidato del futuro.

En la contraportada leo que el estilo de Conradi superó las posibilidades de comprensión de sus contemporáneos. Y yo añadiría que también la de los lectores del futuro, porque sería necesario un buen aparato crítico para arrojar luz sobre la escritura de Conradi, que al no haber conocido a Ortega y Gasset no supo que la claridad era la cortesía del filósofo. A pesar de esto, veo cómo Conradi tenía en alta estima a Dostoievski:

Oh, Dostoievski, dales, dales a esos -ya se sabe a quién me refiero- o al menos tú sabes a quiénes me refiero, único, uniquísimo, incomparable, dales los instrumentos de tu abismal psicología: a todos aquellos que quieren tener algo que decir pero no han vivido nada, absolutamente nada: estos esclavos de los objetos que siempre han permanecido en la esfera de coerción y tributo de las cosas, de los fenómenos, y se han liberado, así, de todos los problemas y conflictos… Falta de experiencia que ya denunciaba Walter Benjamin.

También encarece Conradi a Nietzsche. Si aquel propuso el superhombre, Conradi, con el tiempo como herramienta, clasifica al hombre en filisteos (el hombre del pasado), el hombre de transición (presente) y los hombres del futuro.

Hermann Conradi
Un candidato de futuro & Hombres de transición
Ápeiron Ediciones
Traducción y edición de Roberto Vivero
2022
74 páginas

IMG_20231107_194637

El Corregidor. Libreto de Rosa Mayreder para la ópera de Hugo Wolf (Roberto Vivero)

El Corregidor, el libreto de Rosa Mayreder para la ópera de Hugo Wolf, cierra a la trilogía que Roberto vivero ha dedicado a Hugo Wolf, con otros dos títulos que son Recuerdos de Hugo Wolf: entre el cariño y la polémica y Hugo Wolf: Spanisches Liederbuch, Nietzsche y literatura, ya comentados aquí con anterioridad.

El Corregidor es uno de los personajes de la obra de José de Alarcón, El sombrero de tres picos. Antes de abordar la lectura de este libro creo conveniente leer el de José de Alarcón. Está disponible en la web Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

Esto es así, porque lo que lo que hizo Rosa Mayreder fue adaptar dicha obra, una novela, a un libreto que pudiese ser musicado por Hugo Wolf, cómo había hecho por ejemplo con los poemas de Mörike, y que se trataría de su primera ópera.

El libro nos permite hacernos una idea acerca de cuál era la personalidad de Hugo Wolf, para quien vivir consistía en crear.
Asimismo vemos el ascendiente que tenía la obra El sombrero de tres picos, ya que según Hugo Wolf en los países germanohablantes, esta obra después de El Quijote y de Don Juan era la obra más leída y la más apreciada de la literatura española.
Después de haber leído la novela está claro que el libreto carece de muchas de las virtudes que encarecen la obra de José de Alarcón, pensemos en la sátira social, la psicología de los personajes, o la narración que no sigue un orden cronológico es una de las virtudes de la novela. Aquí, además, lo cómico se presenta como tragicómico. Obra de Alarcón que el autor del ensayo relaciona también con Otelo de Shakespeare, de la que dice es la obra de filosofía del lenguaje.

Antes del libreto de Rosa tenemos una reducción dramática, que ayudará a quien no haya leído la novela o no quiera leerla.
En el libreto rosa se tomó ciertas licencias como cambiar el personaje de Garduña por el de Repela. Luego Wolf se tomó a su vez la libertad de hacer cambios sin avisar a Rosa de los mismos. Lo curioso del caso es que el libreto que le presentó Rosa Mayreder en su día a Hugo, este lo rechazó, para retomarlo cinco años más tarde totalmente ilusionado con el proyecto.
La ópera se estrenó el 7 de junio de 1896 en el célebre Hoftheater de Mannheim. Wolf no pudo cumplir su sueño de ver representada la obra en Viena, en donde Gustav Mahler estaba al frente como director. La obra fue representada el 18 de febrero de 1904.

IMG_20231021_181227

Recuerdos de Hugo Wolf: Entre el cariño y la polémica (Roberto Vivero)

Recuerdos de Hugo Wolf: entre el cariño y la polémica.

Como apunta Roberto Vivero (responsable de la traducción y edición) en la presentación, este libro sobre Hugo Wolf (1860-1903) representa una realidad compleja y confusa.

Sin haber obtenido el éxito de otros músicos como Wagner o Beethoven, con el correr de los años, la figura de Hugo Wolf está siendo más y más reivindicada, ocupando el debido lugar en la historia del Lied. El libro lo conforman textos de amigos de Hugo Wolf, que accedieron a su intimidad y disfrutaron de su amistad y compañía: Michael Haberlandt, Michael Kukula, Karl Kraus, Hermann Bahr, Marie Lang, Rosa Mayreder, Heinrich Werner, Friedrich Eckstein, Alma Mahler y Edmund Hellmer

Sumando todos estos fragmentos, las distintas opiniones iremos armando el puzle que supone toda personalidad, la de Hugo Wolf, también. Hay aspectos en los que la mayoría inciden. Wolf fue siempre alguien austero, frugal en sus comidas, que necesitaba ser valorado para abrirse sinceramente al otro, temeroso del público, con poca confianza en sí mismo, de extraordinaria personalidad, de naturaleza indomable, desconfiada y singular, para el que la poesía se va convirtiendo en su inseparable compañera, en un diálogo secreto entre musas, que en cuatro años, entre (1888 y 1891) compuso Der Corregidor, su obra decisiva, hombre tímido y excesivamente sensible, de naturaleza tranquila y sosegada, interpretable a menudo como mal humor, independiente, obstinado, vehemente, un genio de versatilidad omniabarcadora, alguien al que cuando piden una nota biográfica y una fotografía responde Me llamo Hugo Wolf y estoy vivo, la estúpida jeta no importa nada, capaz de ponerse grosero ante la palabrería huera y los arrogantes incapaces, alguien que era en el pleno sentido de la palabra, amable: digno de ser amado, incapaz de compromisos o disimulos, fervoroso de Pentesilea, pues era la tragedia de su propia alma, quien odiaba los medios externos con los que se consigue el éxito, que cuando tenía todo el poder en su mano no abusaba de él, que cuando se le concedía una libertad ilimitada, se ponía sus propios límites, no quería ser halagado con elogios, consideraba su persona como algo secundario pues debía de ser su obra, su música la que debía ser amada y valorada, al que fascinaban las obras de Calderón de la Barca, necesitado de silencio y recogimiento, tan necesario para las condiciones de su vida mental y su trabajo creativo, que al final de sus días muere joven y enajenado mentalmente, que dejó huella en personas como Heinrich Werner, que dijo Su música ha sido el edificante consuelo y el firme báculo que nos ha guiado a través de las fatigas de cada día y de la miseria de los años.