Archivo del Autor: El achicador

Fin de la Guerra en Irak

Fin de la guera Irak.

A ver cuando vemos un titular como este. Obamatiene en su mano la posibilidad de hacer muchas cosas. Entre otras, cambiar la actitud de prepotencia de los americanos y su ansiedad por invadir países.

Todo se trata de una broma, de un grupo de personas, que han calcado la tipografía del periódico The New York Times para pergeñar semejante portadas. Además del fin de la guerra en Irak, hay otras noticias como la creación de un nuevo modelo de «economía sana» o el procesamiento de George W. Bush por alta traición .

Publicidad en televisión

Hace años que no veo una película en televisión. Entre otras cosas porque si la película dura dos horas, al final con los anuncios dura tres. Lo mismo pasa con las series. La solución pasa por grabarlas en vídeo o dvd para luego verlas más tarde, pasando los anuncios. Ayer por la noche estuve viendo El internado, y en una de las pausas, metieron 16 minutos de publicidad. Demencial. Las cadenas, todas, hacen lo que les viene en gana, te cortan los programas cuando les apetece, no respetan los títulos de crédito de las películas, abusan de la publicidad y te cortan las series, a los dos minutos de comenzar, o cuando resta un minuto para que acaba un episodio, para emitir anuncios. Ver la televisión es consumir publicidad, o como dice el chiste, la televisión es eso que hay entre anuncio y anuncio.

Cada vez hablamos peor

En El País de hoy domingo viene un artículo muy recomendable. En él se afirma que los jóvenes cada día escribimos y hablamos peor. El lenguaje vale menos que nada, y a menudo se ve como gente medio analfabeta gana grandes fortunas hablando o expresándose de pena. A la hora de escribir la gente tiene serios problemas para transmitir una idea. Lo dicen los docentes, los cuales muchos de ellos, tienen los mismos problemas que sus alumnos, pues son gente con títulos académicos pero muy poco leídos, más allá de los tochos que tienen que empollarse para pasar las asignaturas de su carrera.

Es verdad, conozco a muchos universitarios diplomados y licenciados que ni han leído ni tienen intención de leer un libro, así que a la hora de expresarse emplean siempre los mismos términos, las mismos giros y todo se vuelve en exceso previsible. Un vocabulario rico y un conocimiento de la lengua profundo nos permite ordenar nuestras ideas, transmitir nuestros pensamientos y ser capaz de expresarnos con corrección. Si siguen así las cosas, expresarse adecuadamente será tan importante como hablar una lengua extranjera. El fenómeno de internet en nada ayuda al fortalecimiento y mejora en la expresión. Igual sucede con los correctores de texto. Ya no hace falta en molestarse en escribir bien, porque automáticamente se corrigen todos los fallos. Los adolescentes expertos en el uso del ctrl+c ctrl+v cortan y pegan del Encarta sin saber ni de qué van los trabajos que les mandan hacer. De nada sirve fomentar la memoria si todo está en la red, a golpe de ratón.